Siempre aprovecho mis viajes en tren para
leer. Durante el último leí “El último día de Terranova” de Manuel Rivas. Me
gusta este autor, siempre he disfrutado leyendo sus obras, pero esta vez ha
salido mal. Guiada por los textos publicitarios me imaginé algo que luego no
resultó. No obstante, como me sucede a veces, pasados unos días y habiendo
reposado la primera impresión de la lectura, llegué a la conclusión de que era
yo quien había fallado. ¿Por qué? Porque en la novela se hablaba, como yo había
imaginado, de libros, de literatura, pero de unas obras que yo, menos curtida
en lecturas que el autor no conocía, ni conozco. Entonces decidí que debo leer
algo de literatura extranjera de la que conozco poco, o en todo caso menos de
lo que debería; y tal vez también algo
en cierto modo remoto, Esto me ayudará, además, a comprender no solo otras
obras sino también sus estructuras y técnicas.
Y héteme aquí que se me ha ocurrido ir
leyendo obras de autores que recibieron el Nobel.
He empezado por. Rudyard Kipling, Nobel 1907.
La obra que tenía a mano por aparecer en la colección de Plaza y Janés que
tengo es PUCK.
Es una novela cargada de imaginación y
fantasía. Creo que alguno de mis hijos la tiene y la leyó en época mucho más
temprana a la que lo ha hecho su madre.
Una suerte porque yo les compraba obras para
su edad y gustos pero de buena literatura. ¡Qué suerte la suya! No como yo que
antes de empezar la carrera de Románicas solo había leído “Antoñita la
fantástica”, “Marisol” Caperucita encarnada” y todos los de su estilo, los
cuentos del señor Calleja y vidas de santos y niños que luego fueron célebres :”Santa
Gema Galgani” “Cuando los grandes santos eran niños”, “Cuando los grandes papas
eran niños”…Luego llegaron los folletitos de la adolescencia” me acuso que
tengo novio” y otros por estilo cuyo
nombre ya he olvidado..
Vuelvo a PUCK. Dice el autor de la
introducción que “en contra a la regla que supone que no hay literatura
verdaderamente buena que no sea depresiva (¡vaya idea!), Rudyard Kipling es un
gran escritor optimista”. No puedo hablar de otras obras que no
conozco pero esta es una delicia: optimista, simpática, imaginativa e incluso
histórica.
Puck es un duende que acompaña a los niños
Dan y Una en sus juegos. Estos niños llevan una vida bastante libre, aunque no
dejan de hacer cada día sus deberes; estudian y leen, leen mucho. Luego
corretean por el campo, por los bosques donde encuentran al duende, y a unos
seres que él irá haciendo aparecer. Estos representan a personajes de la
historia de Inglaterra, que existieron y vivieron determinadas aventuras que
narran a los niños, que como son unos grandes lectores reconocen a estos héroes
y les hacen preguntas.
Cuando llega la hora de volver a casa, a la
vida real, el duende les hace mordisquear tres hojas, una de roble, otra de
fresno y otra de espino, que los hacen olvidar todo lo que han vivido en el
bosque.
Pero no es solo esto la obra. Al empezar su
análisis cabría destacar esa frase que dice que no hay nada nuevo bajo el sol.
Esto en Literatura es tan cierto como que el sol sale todos los días aunque
esté nublado.
¿Por dónde empezar? Veamos. El relato se
inicia con dos, hermanos, un niño Dan y una niña Una que están en el bosque ensayando
una adaptación infantil de la obra de Shakespeare, “El sueño de una noche de verano”,
ante las vacas. La ensayan tres veces (puede ser que esto tenga algún sentido
especial puesto que también son tres las hojas que les hace chupar Puck) y
cuando, ya satisfechos con su tarea se sientan en un claro a merendar se
manifiesta o aparece entre los arbustos el personaje de Puck. Este es
precisamente un personaje de la obra de Shakespeare, lo que nos lleva a hablar
del origen del relato. De cómo los grandes autores de la literatura universal
han influido incesantemente en autores posteriores y sus obras.
Pasado el primer momento de sorpresa los
niños entablan con el duende o elfo conversación y este los va introduciendo
en un mundo mágico de hadas y duendes. A partir de este encuentro los niños
irán pasando de la realidad al mundo de la fantasía, la magia, el ensueño. Cada
día habrá una historia, un cuento que el autor introduce mediante un poema o
canción que se relaciona, de algún modo,
con el tema de la historia que va a ser contada. Así por ejemplo: Canción de Puck,
abre la obra. La canción del árbol, introduce
el relato “Los muchachos de la casa solariega”. La canción de Sir Richard, y La
canción de las arpistas danesas, preceden a Los caballeros de la alegre
aventura. Etcétera.
Las historias son narradas a los niños por
personajes sacados por arte de magia de la historia por el duende o contadas
por él mismo. En cuanto al género novelesco los relatos van desde la novela histórica, como “Un
centurión de la Trigésima” o “En la gran muralla” a la pura fantasía para niños
como “La huida de Dymchurch”.
Llegados a este punto ¿no podría hablarse de
literatura enmarcada? Como “las mil y una noches” (citada en
un momento dado por los niños) o “El libro de Patronio”,” Los cuentos de
Canterbury”, “El Decamerón” Hay un marco que es el mundo que rodea a los niños
cuyo hilo conductor son ellos, la situación, el entorno. Puck es Sherezade, es Patronio,
es…
Los niños equivalen al conde, al sultán, etc.
Que escuchan os relatos
Los cuentos son las historias más o menos
reales, contadas y casi representadas.
La acción, como en esas obras se desarrolla a
lo largo de varios días.
Los personajes de los niños son entrañables,
aunque llama la atención su nivel de conocimientos.
Se
cierra el libro con La canción de los
niños.
No
hablaré sobre el autor pues será fácil encontrar cumplida y detallada in
formación a través de páginas WEB