Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 15 de mayo de 2024

  

NO QUERÍA SER ESPANTAPÁJAROS

¡No quiero ser un espantapájaros!!

Quiero ser el amigo de todos los animales, sobre todo de los simpáticos pajarillos.

Quiero ser como esos árboles en cuyas ramas se refugian para dormir.

Querría poder darles parte de mí como alimento: una flor, una fruta…

Querría cobijarlos cuando llueve, entre mis ropajes…

He de inventar la forma de solucionar este problema.

He de conseguir que no se coman el grano de mis amigos los hombres, pero sin asustarlos.

Ahora, veo que, a pesar de mi aspecto, no se asustan y se detienen sobre mis andrajos.

Claro, ¡ya lo tengo! Como mi ropa recoge briznas de hierba y semillas ellos acuden a comerlas.

Me quedaré quietecito y así no se marcharán, me querrán, dormirán en mis hombros y en mi sombreo.

Seré un espantapájaros muy raro. Cumpliré mi cometido, pero sin hacer honor a mi nombre

Somnoroase păsărele /…/Se ascund în rămurele /Noapte bună!


miércoles, 1 de mayo de 2024

 

  

EL PROBLEMA FINAL Pérez-Reverte

Introducción.

Habrá quien al leer esta novela piense que la literatura debe mucho al cine. No

tanto, diríamos. Quizá al revés…El cine se lo debe casi todo, o tal vez todo, a la novela.

Quizá no deberíamos olvidar la intertextualidad entre las artes. Pintura y poesía; música y poesía; cine y novela…

Centrémonos ahora en la relación cine y literatura.

En alguna ocasión dijo Carme Martín Gaite: “Siempre he pensado que la relación entre cine y literatura es como la del hijo y la madre, por muy unidos que estén, no siempre se llevan bien. A veces quieren imponerse uno a otro y se establece el conflicto. Yo creo que hoy el hijo quiere imponerse a la madre y en muchos escritores lo ha conseguido.”

 Efectivamente el cine ha recibido de la literatura relatos, argumentos, formas y estilos. No solo esto, también técnicas: el flas back, la pantalla partida, todos los tipos de planos.

 Así mismo, la literatura, en los últimos tiempos, recibe del cine, de forma más o menos consciente, otros modos de mirar, una concepción narrativa distinta…

 Tanto una como  otro buscan la expresividad mediante imágenes. Visuales montadas, el cine; recursos literarios como la metáfora, la comparación, la alegoría …la literatura.

 En cuanto a la dependencia del cine respecto a la literatura cabría recordar las palabras de Virginia Woolf, acerca de que el cine debe dejar de ser un parásito de la literatura y pasar a   tener una entidad propia.

 A lo largo de la historia del cine ha habido influencias sobre sus modos narrativos que fueron tomados de la literatura y esta a su vez ha recibido influencias del primero.

 Es en el modo de contar donde se pueden descubrir semejanzas y diferencias.

Ambos lenguajes establecen discursos figurativos: mientras las imágenes fílmicas son esencialmente figurativas, un texto literario sugiere imágenes mentales. Y esto constituye la diferencia esencial entre ambos lenguajes: la que separa la “imagen visual” de la “imagen mental”.

El cine cuenta con imágenes y la novela con palabras. la novela es medio lingüístico y el cine, medio visual,

Las teorías fílmicas tradicionales han establecido los siguientes campos de determinación diferentes entre cine y novela:

Define el cine como: reflejo objetivo de la realidad; arte del espacio; utiliza la metonimia.

La novela en cambio supone interioridad subjetiva; es arte del tiempo y utiliza la metáfora

 

  El caso que nos ocupa, tal vez, demuestra ese maridaje cine-novela o ese retroalimentarse (se ayudan, se transmiten ideas, técnicas, imágenes…)

Encontraremos en esta novela, literatura y cine; novela policiaca y metaliteratura.

Parte el autor de una fusión cine y literatura: la serie sobre Sherlock Holmes   de Conan Doyle y las películas realizadas con ella.

La acción en 1960

La historia está narrada en primera persona por un actor, Basil Hopalong (Ormond) inspirado en el actor Basil Rathbone (recordado por su papel protagonista como Sherlock Holmes en catorce películas rodadas entre 1939 y 1946) al que dedica la obra.

Recurriendo a ese maridaje literatura y cine de que hemos hablado, cabría, tal vez insistir, en que los personajes de la historia conocen más y mejor al Holmes cinematográfico que al novelístico:” ¡Oh, sí, dijo ella, el señor Sherlock  Holmes en persona…” ¿Podría ser una alusión a la pérdida de interés del público por la lectura a favor del cine?

Cada capítulo lleva un título alusivo al problema que se va a plantear en él, que casi siempre se relaciona con casos, y se inicia con frases de los diferentes relatos de Sherlock Holmes alusivos al tema del capítulo o situación relacionada con los acontecimientos.

Pérez - Reverte juega en esta novela a mezclar cine, literatura y realidad. Y, tal vez, quiera en algún momento demostrar la intensidad con que la ficción puede actuar sobre los seres humanos, al hacer que los personajes lleguen a pensar que el actor es en realidad el detective que recuerdan de las películas.

Aunque escrita en primera persona, es Basil quien cuenta los acontecimientos en los que se ve envuelto, casi toda la novela es un diálogo entre el actor y Foxá, un escritor de novela negra o de intriga. ¿Ente de ficción o inspirado en un personaje real? No lo sé.

En este diálogo podríamos distinguir tres apartados. Por un lado, los vemos hablar amistosamente sobre temas más o menos triviales, por ejemplo, las mujeres, su vida y gustos…En segundo lugar sobre literatura y cine, dos temas presentes en toda la novela. En tercero acerca de todo lo concerniente a los sucesos, tres muertes, supuestos asesinatos que, como si fueran detectives se ven obligados a intentar esclarecer.

Los del primer plano, carecen de importancia. Se podría destacar que casi se nos da a conocer la vida artística del actor, todas las películas en que participó, además de las de Sherlock Holmes, los actores y actrices con quienes coincidió y mantuvo cierta amistad, o sea casi la biografía profesional de Basil. Algo aporta Foxá también de tipo personal.  

Es en sus coloquios sobre literatura y cine donde se encuentran las ideas fundamentales que el autor parece haber querido desarrollar en la novela. Si el actor es un conocedor profundo de la obra de Doyle, que casi podría repetir frase por frase, Foxá se revela como un admirador y lector de su obra desde la infancia. Confiesa haber vivido con el detective durante quince años.

Abordarán el tema general de la novela policiaca, con citas, literarias y cinematográficas, de autores (Agatha Christie, por ejemplo), y pasando revista a casi todo el cine del género.

Metaliteratura, algo que solemos encontrar en varias novelas de Pérez-Reverte. En el caso que nos ocupa, en torno a las novelas policiacas. Diferencia entre novela policiaca y novela negra. Un poco de crítica literaria…No deberíamos pensar que los personajes se resignan a permanecer encerrados dentro de los libros. Descubren ciertos trucos de la novela policiaca, por ejemplo, que en ella existen pistas trampa para jugar con el lector que acertará o se equivocará pues, evidentemente, querrá descubrir al asesino por su cuenta. Lo importante no es iluminar al lector sino cegarlo.

  No obstante, comentan que si la novela está bien construida será imposible que el lector descubra al culpable antes que el detective.

Insistirán en que en todo relato policiaco se dan tres misterios: quién es el culpable, cómo lo hizo y por qué. Y ese debe ser el orden para descifrarlos. Si el lector se encuentra con un crimen que parece irresoluble, estamos ante el hecho de que el autor ha omitido algún detalle esencial.

Dan en sus diálogos, uno como escritor, otro como actor que ha tenido que leer muchas veces y a fondo el papel que debía representar, mucha importancia a la actitud del lector. Podría esto ilustrarnos acerca de lo que piensa Pérez-Reverte como escritor respecto al posible lector. O sea, la relación escritor -lector, en la que es posible que casi nunca nos detengamos. Reflexionan los dos personajes sobre el hecho de que en la literatura o en la narrativa, en la novela policiaca, en este caso, el auténtico duelo se produce entre el autor y el lector. No entre el asesino y el detective. Es la lucha entre la imaginación del lector y la del novelista. Como decía, estas ideas son aplicables a cualquier género narrativo, no solo el policiaco. Incluso podríamos ampliarlo al cine y la televisión (telenovelas, series).

Concluyen en algún momento que un lector demasiado analítico es un peligro para el autor.

En otro orden de cosas, Basil, desde el punto de vista de su profesión, hablará de la relación que se establece entre actor y personaje. Por ejemplo, insiste en que hay que leer bien para entrar a fondo en el personaje. Pero sin olvidar que los personajes, aunque durante un tiempo te habiten, acabarán marchándose mientras el actor, el buen actor se entiende, permanecerá.

No obstante, alude al peligro que encierra representar durante demasiado tiempo al mismo personaje, que como le ha ocurrido a él, el personaje acabe con el actor. Él, desilusionado siente que Sherlock Holmes como si más bien fuera Moriarty, ha acabado con Basil Hopalong

Hemos visto como al aparecer en el hotel todos reconocen al personaje no a la persona. Es un fenómeno que suele darse con frecuencia, no solo en el cine sino, tal vez con más facilidad en el caso de las series televisivas. Algún actor se ha lamentado precisamente de este hecho, de que casi pierden su personalidad, razón por la cual, a veces, aunque estén disfrutando con el trabajo en una serie, la abandonan.

Esto nos lleva a otro de los temas abordados, sobre todo por Basil, el de la televisión en la que ha acabado refugiándose al haber sido casi olvidado por el cine. Es, por otro lado, un hecho constatable actualmente en la vida real. La televisión, según Basil está adueñándose de todo.

 Tres crímenes sin resolver.

El tercer plano lo ocupa la tarea detectivesca que se ven obligados a realizar ante los sucesos terribles que rompen la calma del hotel. Se trata de tres muertes misteriosas, posibles asesinatos que no se aclararán.

Hay que hacer notar que los coloquios de los que hemos hablado anteriormente se dan mezclados con los que se producirán en este que hemos llamado tercer plano. Se han deslindado por pedagogía.

Encontraremos ahora a todos los personajes que se alojan en el hotel, más la dueña y el servicio.

A raíz de la aparición del primer cadáver, los habitantes del hotel deciden que puesto que está entre ellos Sherlock Holmes que se haga cargo de la investigación.

Ya hemos señalado anteriormente la intensidad con que la ficción puede actuar sobre los seres humanos, al hacer que lleguen a pensar que el actor es en realidad el detective que recuerdan de las películas: ¡Oh, si, dijo ella, el señor Sherlock Holmes! en persona…

Ahora es cuando da comienzo la novela policiaca con que nos deleita esta vez Pérez-Reverte. Esta es la razón de que cada capítulo lleve un título alusivo a la situación y, a veces, a casos de la serie holmeriana, así como encabezados con frases tomadas de la obra de Doyle.

Basil y Foxá se verán obligados a jugar a ser Holmes y Watson. Muchos de los diálogos sobre el género policiaco que hemos recogido más arriba se dan en relación con estos episodios. Las situaciones serán a veces ridículas, o encerrarán sospechas tan generalizadas que todos y cada uno de los huéspedes, más el personal de hotel, podrían ser el asesino.

 Cabe, por último, detenernos en la descripción de los personajes. A veces auténticos retratos.

Destacaría el autorretrato de Basil, el protagonista. Empieza por la edad, estatura, el aspecto aún joven de su cuerpo (vientre plano), las leves arrugas de los ojos, el rictus ya de fatiga, color y aspecto de los ojos (oscuros y saltones), para terminar, haciendo mención de su carisma (casi de personaje de leyenda).

En cuanto al resto de los personajes insiste generalmente en los ojos, color forma aspecto… Grandes y oscuros, grises o azules; o tranquilos

Sigue una técnica distinta para los masculinos y los femeninos. En cuanto a los primeros destaca la envergadura, el aspecto general y lo que este sugiere valiéndose de comparaciones, como adjudicar a Malerba aspecto mefistofélico; o de rufián de cine mudo, o con aire de galán cinematográfico; corpulento y sanguíneo, otro; bajo y grueso; delgado; y otro más con manos de campesino o mano vigorosa. El color de la tez o el pelo y las cejas.

Todos, detalles que contribuyen a conferirles un carácter y personalidad determinados.

En lo que a las mujeres se refiere, insistirá en los rasgos físicos característicamente femeninos. Aparte los ojos, las piernas, la boca, el atractivo físico general, también el cabello y su modo de moverse o de desplazarse como Evangelia que anda silenciosa como una gata. Más algo que denote un rasgo de su carácter.

Estos retratos podrían completarse observando la actitud, los comentarios y acciones de cada personaje. Así Basil y Foxá quedan perfectamente definidos a través de sus diálogos, mediante los cuales conocemos su carácter, su modo pensar y entender el mundo, la vida, la literatura, el cine…

Hemos hablado al principio de como el cine ha recibido de la literatura no solo relatos, argumentos, formas y estilos sino también técnicas: el flas back, la pantalla partida, todos los tipos de planos. Hoy al leer una novela tal vez la mayor parte de los lectores se inclinen por pensar que en ella hay mucho cine. Así, también en esta, y con frecuencia en nuestro autor, encontraremos escenas que nos remiten al cine: la postura de una mano sujetando un cigarrillo o una copa, un primer plano en la descripción de unos ojos, un plano general…

Es así. No obstante, todo esto estaba ya en la narrativa, antes incluso de la novela, muy anterior al cine.

Me abstengo de reproducir fragmentos textuales pues es sabido que no se debe hacer. A pesar de que este texto no irá muy lejos. Mejor respetar las normas. Además, es bueno que el lector que se acerque a la novela intente encontrar esos detalles que se apuntan.