Novela de Ángeles Caso. relectura.
Comentarios.-
Según datos que he podido consultar, esta novela enlaza con la tradición
europea de la novela de artista.
Me vienen a la memoria novelas como EL PARAÍSO EN LA OTRA
ESQUINA sobre el pintor
Gauguin de Vargas Llosa , o EL PINTOR DE BATALLAS de Pérez- Reverte, LA OBRA MAESTRA DESCONOCIDA de Balzac , RETRATO
DEL ARTISTA ADOLESCENTE de
Joyce etc.
Algún crítico ha indicado que esta obra es la que más relación tiene con
su autora. No aclara por qué. Tal vez sea por el hecho de ser el protagonista
un creador, por reflejar la lucha del artista cuando desea y necesita plasmar
una idea, ya sea en el folio en blanco, en el lienzo o sobre el pentagrama. O
tal vez porque la acción se sitúa en Asturias, tierra de la autora.
También, diría yo, guarda relación, entre otras cosas por el uso de la
primera persona, con la novela considerada como busca. Este pintor
protagonista de la novela que nos
ocupa, pasa la vida intentando ser un buen pintor, buscando su sitio en el mundo
incluso en el amor.
Mi lectura.-
La obra empieza "in media res";
aunque tal vez fuera más exacto decir que se inicia en el final pero eso lo
descubrimos cuando hemos terminado la lectura.
En primera persona, en forma de monólogo interior que, recuerda
"Retrato del artista adolescente", en el que el protagonista se
dirige a su hija ausente y casi desconocida, pasa revista a toda su vida. Una
vida llena de vacíos, de ausencias (la de su madre) y de frustraciones a pesar
de haber triunfado como pintor y, en algún momento, aunque solo en apariencia,
en el amor. Es, o se siente, a fin de cuentas, un fracasado desde el punto de
vista artístico y emocional.
Lo primero que llama nuestra atención es que la autora se ha metido en
la piel de un hombre. La historia de la literatura nos ha acostumbrado a que el
hombre sea quien habla de y por la mujer, mientras que esta se manifestará por
sí misma cuando empiecen a aparecer las escritoras. Quizá no sea este el único
caso, pero yo, de momento, no recuerdo otro. Tan rotundo, al menos.
Es en la cuarta página cuando descubrimos este receptor o interlocutor
silencioso y distante:" me he puesto de repente a hablar contigo,
Aline, a pesar de que solo eres una pequeña mancha naranja ahí en el
medio…." Esa manchita naranja ¿está en el cuadro que tiene delante
mientras habla o recuerda y que le ha llevado muchos años concluir?
Como en todo monólogo interior, el narrador va de un tiempo a otro casi
sin solución de continuidad. De su afición a la pintura desde niño sabemos ya
casi al final de la novela, pero conocemos sus primeros cuadros y dibujos,
entre los que se encuentra como favorito el retrato que hizo a su tata
Prudencia titulado La reina de las cacerolas.
La temática es amplia y variada. Toca infinidad de temas. A veces apenas
los roza insinuados en una breve frase: "El
muro que se alza entre deseos y realidad…"
La difícil relación de pareja, más aún si cabe, en el caso del artista,
como podría ser el político o cualquier persona de genio o profesión que merezca y necesite concentración y mucha
dedicación.
Aquí se ve a través de una mujer
superprotectora que lleva al fracaso emocional para ambos. Algunos breves
fragmentos lo atestiguan:"
También se le metió en la cabeza arreglar el jardín, o sea,
jorobármelo"
.."Me plegué..pensando que ,al
fin y al cabo, si uno comparte su vida con alguien, debe hacerle ciertos
sacrificios, quemar en su altar ciertos dones preciados…."
La gran odalisca se ha enfadado…"el verde
cinabrio de sus ojos echaba chispas"
…."un mundo repleto de amorfas
cosas verdes, una vida verde y la inmensa .sonrisa verde del gato de Cheshire… Áurea sonreía, yo sonreía….."
Refleja el gran esfuerzo que realiza por contentar a esa mujer que ha
decidido cuidarlo y protegerlo, incluso aislarlo, para que él no tenga que
hacer otra cosa más que pintar. También con un razonable horario puesto,
impuesto cabría decir, por ella.
Y en estrecha relación "el amor". Entendido ¿cómo? ¿Entrega,
renuncia, posesión, sexo? Este último aspecto tratado, tal vez, demasiado
explícitamente. Para terminar con una frase de desaliento total:
"Tan corto es el amor y tan largo
el olvido, Aline…"
La fama. El
ansia por conseguirla y, una vez lograda,
,los problemas que acarrea: "La fama es una maldición,
Aline,….en el fracaso puedes guardar la esperanza…."
La soledad de una infancia sin madre de la que no guarda más recuerdo
que el que le proporciona una fotografía sobre su mesilla de noche, el único
rastro que el padre había conservado para él.Es curioso. Ahora se pregunta si será él algo así para su hija.
En relación con este tema no podemos dejar de hablar de una figura muy
importante: la tata. Es este un personaje presente en muchas novelas y
películas realizadas y /o ubicadas entre los años 30 y 50 ,aproximadamente.
Esas tatas que suplían la falta de la madre, bien por orfandad del niño ,bien
porque ellas tenían asuntos "más importantes" a los que atender. Y no
es precisamente la época en que la mujer decidió trabajar fuera de casa, o se lo
decidieron. Esas tatas que, en cierto modo eran como de la familia, pero
siempre guardando las distancias. Ellas pertenecían a un mundo aparte, un mundo
en el que se introducían los niños y en el que recibían el cariño ,los mimos,
las atenciones que les faltaban. Ella ,además, los ponían en contacto con el
mundo exterior y real, tan distinto a veces del ambiente familiar. Recuerdo
ahora las tatas de aquellas sagas de "Antoñita la fantástica",
"Celia", "Marisol"… O las de algunas novelas de Ana Mª Matute;
pienso en "Paraíso inhabitado" y "Demonios
familiares"
Aquí es Prudencia, la que ha criado al protagonista, la que como
ella misma dice lleva muchos años con la
familia:. "en casa de los abuelos de mi Julito que empecé. Catorce años
tenía….."
Un personaje este de las tatas que la autora reconoce en una entrevista
ella respeta y a las que hay que agradecer que cuidan de lo mejor que tenemos,
nuestros hijos.
El tema del abandono por parte de un progenitor, aflora más tarde en
forma de remordimiento, dado que él ha repetido, como si de una herencia
familiar se tratara: " Puede que me sintiera miserable, avergonzado,
criminal incluso, qué clase de persona eres, un tío de mierda que abandona a su
hija casi recién nacida para dar pinceladas a diestro y
siniestro…."…." Yo no quería abandonarte, te lo juro."
Añoranza del regreso a la infancia,
simbolizado en un espacio, ciudad, casa, habitación….
……"¡Ay ,Aline, aquella habitación
de Prudencia, tantas tardes de infancia, tantas horas de orfandad, tantos
recuerdos…." Pero el regreso a los lugares de la infancia a
veces es decepcionante, nada es como lo recordamos.:" Tal vez había
creído volver al Paraíso" .
Las nubes.
¿Como tema pictórico, como metáfora del tiempo? Se las espera el lector
desde el título y aparecen ya en las primeras líneas: "Qué
canallas….doce años contando con ellas , y ahora resulta que han decidido
quedarse allí y ponerse a retozar sobre las montañas, tan hermosas e
inalcanzables, presumiendo de su precioso color índigo y de los vapores
violetas que las envuelven……." "LAS NUBES QUE DEJABAN
CAER el agua sobre
las montañas del norte se han alejado…"..." sobre mi jardín, el
vientecillo de abril que se levantó hace un rato ha traído unas nubes plateadas
y lilas"
Por fin, el título aparece: "¿Has
visto alguna vez el mundo desde el cielo, Aliñe?.....este mundo nuestro tan
enorme y aspaventoso es muy poquita cosa visto desde las alturas…."
Y al final cuando leamos el título del
cuadro que consiguió pintar tras arduos esfuerzos: "El mundo visto desde
el cielo2"
Centrándonos ahora un poco en el estilo que podríamos calificar de
sencillo y directo, no podemos dejar de citar la frecuente presencia de
recuerdos literarios, lecturas de la infancia, dichos populares, mitos, poemas
etc. Rasgo que también encontramos en escritores como Carmen Martín Gaite, Ana
Mª Matute, Muñoz Molina y más. Como ejemplo recojo:
"El dolor es así de totalitario,
de cegador, de paralizante. No te deja pensar en cosa alguna que no sea él . Y
luego, después de acordado, el dolor insensato no da dolor, no."…..
"Era un Ícaro
miserable precipitándome sobre la tierra…"
Bellas descripciones del paisaje.
También cabría señalar las
descripciones de los personajes.
De su amada Áurea a la que llama la gran Odalisca dice
que "Era inteligente, atrevida, salvaje y hermosa"
Jean- Luc el galerista aparece
descrito según la impresión que debió producirle a Prudencia cuando lo vio
aparecer en la puerta:
"Prudencia, extrañada, abrió la
puerta y se encontró a un hombre alto, vestido con un traje tan caro y tan de
firma que parecía un disfraz, y luciendo sobre los labios finos y la gran
dentadura un bigote casi rubio y retorcido en las puntas. Si hubiera leído a
Guy de Maupassant, prudencia habría creído hallarse ante uno de sus personajes."
El espacio y tiempo
Otro aspecto que no debemos dejar de lado es el espacio. ¿Dónde se
desarrolla la acción? Aparte de dos viajes que realiza la pareja ,casi todo la
acción se ubica en Asturias. Hay de ello diferentes indicios aunque no se diga
el nombre de un lugar concreto.
Por ejemplo:
"Un latino solía decir…..Nunca
hubo forma de hacerle entender que había crecido en una tierra de caseríos
encaramados en las montañas, a pico sobre ríos violentos, una tierra envuelta
en grisuras y humedades, vecina de un mar tempestuoso que nada tenía que ver
con ese Mediterráneo…..Pero cuando alguien ha decidido adjetivarte ,ponte tú a
desdecirlo…." Está claro que es el norte de España. Pero hay
más. En un momento dado habla de subir a Peña Negra, un pico situado en la divisoria de
los concejos de Teverga y Somiedo en el parque natural del último. Así pues,
estamos en Asturias, tierra bien conocida por la autora que nació en Gijón,
donde viviría su infancia y estudió en Oviedo donde, sin duda, vivió en sus
años jóvenes. En los alrededores de esta zona debe ser donde pasa los últimos
años el pintor.
En cuanto a la ciudad hay
indicios que nos llevan a Oviedo: la calle Jovellanos y la catedral gótica:
"…abrir la ventana y descubrir
el extraño fenómeno que estaba sucediendo….la
gente andaba ligera, casi desabrigada…Frente a mí los festones de la torre
gótica de la Catedral…."
En algún momento pensé que podría ser
Gijón porque también hay una calle Jovellanos y porque cuando se traslada a
vivir al "retiro" que le ha buscado Áurea habla de haber cambiado el azul por el verde. El azul en Asturias debe ser del mar pues el cielo más bien
permanece gris casi todo el año.
Pero no olvidemos que espacio y tiempo
en la novela se necesitan. Se ha dicho que el tiempo del novelista necesita del
espacio, para así asociarnos a los procesos concretos de los personajes y para
que pueda darse la composición de un mundo, ese que trata de recrear el
novelista.
Aquí, podría decirse que juega la autora con dos tiempos. Por un lado,
el protagonista rememora su vida casi desde su nacimiento, en realidad antes
pues hace referencia a como se conocieron sus padres. Así pues son muchos años
los que hace desfilar ante nuestros ojos pues ahora es un hombre ya bastante
mayor.
Sin embargo todo el relato, todos esos
recuerdos ocupan un, casi, breve espacio de tiempo. Se inicia cuando le ha
llegado el cuadro enmarcado y acaba delante de ese cuadro. Deben ser apenas
unas horas.
Desenlace
Algo que no queda claro aunque, tal vez, sugerido. Es el desenlace. Está
con su nuevo cuadro que acaban de traerle o llevarle, enmarcado, lo está
contemplando en el exterior, dice que quería contemplarlo en medio de su luz
natural pero han aparecido las nubes y ha empezado a diluviar razón por la que es imposible encender un
fuego. ¿Para qué? En algún momento lo hemos oído decir que "Todo lo
demás era mejor quemarlo, hacerlo desaparecer para siempre, convertirlo en ceniza,
en humo, en nada…" (Otra vez la literatura) ¿Es que pretendía
quemar el cuadro? No sería el primero ni el último de los artistas creadores
que deciden destruir su obra (recordemos el caso de Nabocov, por ejemplo. A mí
no me ha quedado claro este detalle.
Otro aspecto que puede llamar la atención.
Siendo la autora conocedora del mundo de la creación literaria cabría
preguntarse por qué ha elegido como protagonista de su obra un pintor y no un
escritor. Ella en una entrevista contesta a esta pregunta: “pero eso ya se ha
hecho muchas veces”, dijo. “Un pintor me permitía ahondar en un mundo de sensualidad
y de colores, como no podía encontrarme en un músico o en un escritor”. “A mí”,
añadió Ángeles Caso, “lo que me interesaba era describir el mundo a través de
los colores, de las luces; de la pintura, en una palabra”
Estructura.
Sigue la línea moderna de no señalar
ni titular los capítulos. No obstante podría hablarse de tres partes que vienen señaladas con un inicio en
letras mayúsculas, en la página derecha y dejando un espacio en blanco en la
parte superior:
SIEMPRE
ANDAMOS HACIENDO EL RIDÍCULO…..
"LAS
NUBES QUE DEJABAN CAER el
agua sobre las montañas del norte se han alejado
DURANTE
ALGUNOS MOMENTOS, a
veces la vida puede ser perfecta."
El resto se distribuye en apartados a modo de subcapítulos o secuencias, de extensión variada, reconocibles
por un espacio en blanco. Parece pues que estamos ante una estructura novelesca
hecha a base de pequeños toques, aparentemente aislados, que al final, quizá
por obra y gracia del lector componen una imagen total, completa.
Tal vez, en este caso se deba precisamente
a la técnica del monólogo interior utilizada por la autora.
Se cierra la novela con la misma frase que abre el relato "Ya te decía yo que siempre
andamos haciendo el ridículo”. No solo esto sino que tanto al principio
como al final aparecen las nubes como un elemento importante: Qué
canallas….doce años contando con ellas, y ahora resulta que han decidido
quedarse allí y ponerse a retozar sobre las montañas, tan hermosas e
inalcanzables, presumiendo de su precioso color índigo y de los vapores
violetas que las envuelven……." (el principio)
"LAS
NUBES QUE DEJABAN CAER el agua sobre las montañas del norte se han
alejado…"..." sobre mi jardín, el vientecillo de abril que se levantó
hace un rato ha traído unas nubes plateadas y lilas (Al final). Yo diría
que son las mismas nubes.
Así pues la estructura es circular,
cerrada.
Si hemos encontrado cierto parecido con algunas novelas de artista,
bastante por cierto con “Retrato del artista adolescente” también coincide en
algunos aspectos con otras novelas más o menos coetáneas con esta. Por ejemplo
he recordado cuán parecido es el inicio con “Nubosidad variable” de Carmen
Martín Gaite. El inicio “in media res”, la primera persona, la presencia de las
nubes…
En este sentido podríamos seguir hasta
casi el infinito.
Ángeles Caso ,
un poco de historia. Solo un poco pues hoy en Internet tenemos toda la información que queramos.
Nació
en Gijón en 1959. Es escritora y traductora
pues estudió varios idiomas. Licenciada en Geografía e Historia,
especialidad Historia del Arte, trabajó durante unos años como periodista
presentando telediarios y algún programa cultural en TVE.
Su afición a la Literatura le viene de su padre ,José Miguel Caso
González, filólogo y catedrático en la Universidad de Oviedo.
Un buen día, a los 35 años decidió dejarlo todo y dedicarse a escribir
que es lo que desde niña, según confiesa
en una entrevista, le había gustado.
Espero y deseo
no haber cometido grandes errores en este mi comentario y ser útil.
No sabía que Ángeles Caso era escritora. Su imagen en los informativos me hizo asociarla al periodismo y fíjate, licenciada en Geografía y escritora. Dan ganas de leer esa novela después de leer esta reseña tan estupenda. Me ha gustado mucho una metáfora "el verde cinabrio de sus ojos echaba chispas"
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