Otra
vez andamos a vueltas con uno de esos días que alguien decidió destacar en el
calendario para homenajear a alguien o algo. Algunos malpensados dicen que todo
esto es invento del Corte Inglés para vender más. Desde luego sea esa o no la
intención, venden. Lo malo es que ahora la publicidad invita a gastar demasiado
dinero, ya no basta, según algún slogan, con un pequeño detalle al alcance de
la hucha de los niños/as, o el inocente dibujo hecho en el cole, sino un
ordenador como mínimo.
En
fin, lo importante es que, aunque esta sea tarea de todos los días, uno en
particular hagamos un pequeño o gran homenaje al padre esté vivo o no.
Bien es cierto que, como de todo hay en la viña del Señor, también entre los
padres los hay más o menos merecedores de homenajes especiales. Pero en tanto
que son padres algo bueno habrán hecho.
Yo conocí uno que estudió cuidando las cabras
de un pariente; que fue autodidacta en casi todo; nunca molestó a nadie con
peticiones ni lloriqueos. Supo resolver sus problemas, y tuvo muchos,
completamente solo. Dio buenos consejos y fue, o lo pretendió, justo y casi
siempre supo reconocer sus errores, Nunca se sintió el ombligo del mundo,
aunque en algún momento pensara que la razón era solo suya.
A él en especial mi homenaje de hoy.