La espera
“Son las doce horas, un minuto y quince
segundos” Una hora menos en Canarias, por tanto, esto no ha pasado. Hace un
minuto que he llegado; se puede retrasar por algún imprevisto. Lo normal es que
sea la mujer la que se retrasa, pero todo puede ocurrir. Se mira en la luna de
un escaparate: Estoy perfecta; se va a quedar de piedra. Pasan unos minutos,
pero debo tener paciencia: Lo malo es que la gente empieza a mirarme. No pasa
nada; una hora menos en Canarias: Aún puede llegar…
Hasta el próximo.
Muy enigmática esa espera y desconfianza en el tiempo.
ResponderEliminarAunque predomina la primera persona del singular, en un momento se pasa al narrador,"Se mira en la luna de un escaparate".
Ya el título del relato alude al paso del tiempo, "La espera".