“Fuera llovía y yo sin paraguas” Ni
falta. Yo jamás usé ese trasto muy a
pesar de mi madre. Bueno, a pesar de mi madre eso y otras muchas cosas como
estar aquí y en esta situación. ¿Quién estará equivocada ella o yo? O más bien
ellos, la sociedad toda. Después de todo, mi madre no me come el coco aunque
pienso que con su gana se queda.
Pero hoy me preocupa mi guitarra. La lío en el chubasquero de los campamentos y salgo
−¿Mais, ou va
tu?
(¡Donde me dé la gana, maldita
monja. ! ) −Au métro pour
chanter et me gagner la supe.
_ ¡Mais non!
_ Mais oui !
Llego al metro y canto durante toda la mañana….. aquello de “no llores por mí
,Argentina”, “Al alba” y otras canciones protesta. Y volví.
Esa noche tuve cena.
A la mañana siguiente me despedí.
_ ¡Ah, Tu as trouvez
de travaille?
_ No, pero me
voy. Non, mais je m`an ve.
_ ¿ Ou ?
−¿A ti qué te importa? A Suiza. A la Suiza. A ver si allí la gente es más
humana aunque sea menos cristiana.
Yo no sé si la monja me entendía
cuando hablaba en castellano y soltando mis habituales tacos pero ponía cara de
espanto. La dejé con su asombro quizá musitando una oración por la salvación de
mi alma y salí, como dicen, jurando en arameo o sea refunfuñando en el más
bajo, como diría mi madre, castellano infra coloquial. Mi vida iba a dar un
giro de muchos grados.
Tarde de lluvia en primavera |
No sé si en Suiza hay más humanidad que en otros sitios cristianos o no. Pero la vida con las monjas seguro que debería de ser de espanto...
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