Oscuridad. Silencio. De pronto un cuerpo extraño junto a
ella. Le empuja, le presiona. Al tacto esa presencia extraña es fría,
blanduzca, asquerosa, repugnante, repulsiva. Siente que casi le ahoga su
contacto. Intenta alejar esa cosa de ella arañando en lo que parece una pierna.
Le pide por favor que se aleje, que la deje tranquila. La única respuesta es
mayor presión sobre su espalda. Intenta alcanzar el interruptor de la luz para
ver si con ella (la luz) eso, lo que sea,
se aleja; pero no lo consigue. Por fin, angustiada intenta gritar. De su
garganta apenas sale un gemido. La cosa ahora
pretende taparle la boca. Ella ladea un poco la cara y vuelve a gritar sin
conseguirlo apenas. Por fin un grito, casi un alarido sale de su garganta
rompiendo la paz nocturna.
Otro posible
final:…. Al día siguiente la asistenta la encontró muerta. En el rostro un rictus
de terror. El médico forense determinó: parada cardíaca.
(Marzo del 2016)
Espero que no fallezcáis de terror
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