INTRODUCCIÓN
A veces, mientras leemos un libro, incluso
al terminarlo, tenemos la impresión de que no nos ha dicho nada, nos ha
distraído, hemos pasado un buen rato y ¡nada más! Pero a mí esa sensación nunca
me satisface. Me viene entonces a la memoria la idea aquella que sobre el libro
exponía el Arcipreste de Hita:
Del músico instrumento yo, libro, soy pariente;
Si tocas bien o mal te diré ciertamente;
En lo que te interese, con sosiego detente
Y si sabes pulsarme, me tendrás en la mente
Entonces, recapacito y pienso de qué
forma tendría que leerlo o haberlo leído. Empiezo a recordar todo aquello que
tendría que haberme llamado la atención, repaso los subrayados y notas que fui tomando; pienso, por ejemplo
que es una novela y por tanto hay una serie de elementos analizables y ,así
poco a poco, me voy adentrando de nuevo en la obra e intento extraer de ella
todo lo posible, lo máximo.
No debo olvidar que en toda obra literaria, obra de arte en general, hay
un contenido y una forma. Por tanto en ambos debo intentar profundizar. Es
cierto que, aun sin hacer una lectura excesivamente superficial, cualquier
lector siempre captará, de entrada, el contenido de la obra, la historia
contada.
Pero el lector inquieto y amante del la Literatura sabe que esa historia
parte de un impulso del autor por contarla. A partir de ahí elegirá forma,
técnica, y todo aquello que piense que puede ayudar a que llegue mejor a los
receptores, o a unos determinados receptores. También influirá su carácter más
o menos observador, su tendencia al humor, la sátira, el intimismo o a quedarse
en el mundo exterior. Son muchos los factores que pueden contribuir a que ese
primer impulso acabe siendo una obra de arte de unas determinadas
características.
Así es como surgió el comentario de la última novela de Eduardo Mendoza.
Recupera en
ella al protagonista de EL MISTERIO DE
LA CRIPTA EMBRUJADA, EL LABERINTO DE LAS ACEITUNAS, LA AVENTURA DEL TOCADOR DE
SEÑORAS y EL ENREDO DE LA BOLSA Y LA
VIDA. Ese detective chiflado, bastante cutre, gracioso y,
ya, bastante mayor.
Creo recordar que cuando escribí sobre el
último anoté que parecía sugerir el autor que aún podría volver este personaje
a sus andanzas. Yo me preguntaba entonces: ¿Se arriesgará Mendoza a
escribir una quinta entrega de la azarosa y absurda vida de este personaje para
ya, como hizo Cervantes con D. Quijote, llevarlo a abandonar este mundo de los
mortales? Pues se ha arriesgado pero
aún no lo ha hecho abandonar este mundo. ¿Lo hará en otra entrega? Ahora el
personaje alude a que tal vez le quede poca vida.
Estructura
formal
La novela consta de dos partes, numeradas con romanos, sin título (la
primera tiene veinte y la segunda once capítulos) y una tercera parte sin numerar,
llamada Coda.
Podemos tomar este término como sinónimo de epílogo. Ahora bien ¿Lo
utiliza sencillamente como referencia al término italiano que traduciríamos
como “cola”? Ya que estamos ante un texto humorístico, podría ser.
¿Ha
intentado, tal vez, hacernos ver la obra como un poema y por eso da a esa parte
añadida como cierre el nombre de coda? (Conjunto de versos que se añade como remate a ciertos poemas).
O acaso ¿Ha querido dar a
su novela una estructura musical y adopta este término con el significado de” sección
musical al final de un movimiento,
a modo de epílogo”? Desde el punto de
vista técnico, se trata de una cadencia
expandida que puede ser tan simple como unos pocos compases o alcanzar
tal complejidad que constituya una sección entera.”
Aunque de Mendoza cabe esperarlo todo, parece
que se acomoda más a la acepción poética, aunque teniendo en cuenta el tono de
parodia de la obra, se puede pensar cualquier cosa, como simplemente: cola pues constituye una visita a la casa
donde había empezado aquella aventura que recordó al empezar el día anterior.
Pero continuemos con esta estructura, hasta
cierto punto, tripartita.. Observamos
que, de algún modo, se corresponde con la estructura que para la novela
policiaca quedó fijada desde Poe.: Presentar en primer lugar un “hecho
criminal”, seguido de la correspondiente “investigación” para terminar con el
“desvelamiento del hecho criminal”. Aunque aquí no se siga con toda precisión.
Habremos de concluir,
pues, que la novela tiene, en cierto
modo, una estructura típicamente policiaca.
Cada una de las dos primeras partes está, a
su vez, dividida en capítulos numerados con números árabes y precedidos de un
título. No debemos olvidar que el capítulo es un componente decisivo en
la organización de cualquier novela. En las de corte tradicional los finales de
capítulos constituyen una “sui generis” cadencia, algo así como un
acorde cerrador de un pasaje que debe quedar bien diferenciado del que va a
seguir. No obstante, en muchas novelas encontramos finales y comienzos de
capítulos que se encabalgan, otras veces entre el final de un capítulo y el
principio del siguiente que debería ser su continuación ,se intercalan uno o
varios que suponen una ruptura del ritmo que lleva la narración, una suspensión
, lo que puede dar lugar a una inmovilización burlesca. Es algo que suele darse
en la novela actual.
En el caso que nos ocupa, podría decirse que
Mendoza ha jugado con todas o varias de las posibilidades. Así el cierre del primer
capítulo respondería al primer caso citado. Se cierra, no la historia con que
comenzó el capítulo sino la que se ha empezado a recordar. Al detective lo han
sacado engañado del sanatorio y “entonces caí en la cuenta de que no me había despedido de los
compañeros ni había tenido ocasión de
ponerme ropa decente o, cuando menos, limpia.” Si
bien este cierre es un claro final diferenciador de lo que seguirá, no deja de
ser una anticipación algo jocosa de los acontecimientos, sobre todo para el
lector que conozca la trayectoria vital
del protagonista.
Sin embargo, en otras
ocasiones, como entre el segundo y el tercer capítulo, yo diría que se
encabalgan, en realidad los dos podrían constituir uno solo. Final del
segundo:”en menos de
tres minutos perro y yo llamábamos al interfono de los señores Linier”. Principio del siguiente:” Respondió una voz cantarina preguntando la identidad del llamador….”.
Entre el tres y el cinco, sin embargo, se
intercala la historia, o parte, de la señorita
Westinghouse.
No voy a hacer una relación de ejemplos que
recoja todos los de la obra. El avezado lector ya lo hará si siente curiosidad.
Otro asunto importante en relación con los
capítulos es la titulación. Normalmente los títulos tienen una motivación
deliberada: puede buscarse un regusto arcaico, una tonalidad irónica, pueden
incluir una cita literaria o, simplemente informar del tema que contienen. Esta
última modalidad puede servir para organizar mejor la materia narrativa e
incluso facilitar un ritmo de lectura. También esta modalidad es útil cuando la
narración se interrumpe con la inserción de un relato ajeno que, por tanto
requiere su título específico.
En lo que a esta novela se refiere, creo que
estamos ante el último caso, incluida la variante de episodios o cuentos ajenos
al relato principal.
Así por ejemplo: “LAS IRREGULARIDADES DEL SEÑOR MUÑOZ”, “TURISMO ACCIDENTADO”, “LA
CONFESIÓN DEL SEÑOR LARRAMENDI”.
El capítulo cuarto: LA SEÑORITA
WESTINGHOUSE se corresponde con la última modalidad señalada.
Encontramos además un
caso que supone una sugerencia pictórica: CÁNDIDA EN LA VENTANA inevitablemente nos
conduce a “Muchacha en la ventana” de
Dalí o “Mujer asomada a la
ventana”, de Sorolla.
Otro título nos llama la
atención porque recuerda el de alguna obra de carácter científico aunque aquí
tiene un tono jocoso: TEORÍA GENERAL DE LOS
FANTASMAS
También en algún caso como en el primer
capítulo UN PERRO
CAPCIOSO nos informa del uso tan especial y
personal del idioma que hace Mendoza. Pensemos que este adjetivo se atribuye a “palabra, una doctrina, una proposición, etc.: falaces (embusteras, falsas). O también se dice de una pregunta, de
una argumentación, de una sugerencia, etc. que se hacen para
arrancar al contrincante o interlocutor una respuesta que pueda comprometerlo,
o que favorezca propósitos de quien las formula”. Esta última acepción es la
que corresponde a este título. El perro forma parte de un engaño.
Estructura interna y técnica narrativa.
Ya cuando apareció su primera novela, LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA, se elogió de Mendoza su madurez, su capacidad
narrativa para contar una historia y su sorprendente dominio de las técnicas y
estructuras narrativas.
Hay, por otro lado declaraciones del autor
que conviene traer a colación pues nos ayudarán a ir comprendiendo el porqué y
el valor de muchos aspectos de la obra que nos ocupa.
En alguna ocasión ha dicho el autor que es
poco reflexivo; sin embargo casi todos sus críticos coinciden en que reflexiona
más de lo que afirma y que antes de materializar algo en una novela lo tiene
muy pensado. A pesar de todo en algún momento ha declarado: ” el
hecho material de escribir, para mí, es la última etapa de un largo proceso de
reflexión casi inconsciente”. Precisamente, esta confesión me parece
interesantísima pues es perfectamente aplicable a la obra que nos ocupa así
como a las que, tal vez, podríamos llama menores como todas estas de la saga
del detective loco. Ya he comentado al principio esa sensación de “no me dice
nada” mientras que conforme vamos releyendo y profundizando nos encontramos con
una riqueza de contenido tan insólita como inesperada.
En otra ocasión oímos decir al autor :” Existen problemas muy serios a la hora de enfrentarse con el lenguaje, que
es el todo. No estoy hablando de dificultades sintácticas, que las tengo, sino facilidad estructural.” Y
más adelante :” me gusta, me divierte
jugar con géneros, estilos, hacer imitaciones…”
Ya hemos aludido antes a este gusto por el
juego y encontramos justificación a sus palabras en esta novela. He dicho que
responde a la estructura típica de las novelas policiacas. Contiene una trama
similar a la de dichas novelas.
Detengámonos unos minutos en la trama. Es
compleja puesto que cuando empieza la novela el detective que, ahora es
repartidor de una pizzería, va camino de realizar una entrega. Un hecho
insignificante le trae a la memoria aquella ocasión en que, una vez más lo
sacaron del manicomio para que resolviera un caso, o más bien para involucrarlo
en un crimen y hacerlo pasar por culpable. Esa historia pasada se va mezclando
con el momento presente pues ahora, conforme recuerda va visitando los lugares
en los que antes estuvo, va atando cabos, vuelve a buscar a personajes con los
que colaboró o que lo hicieron con él y al final del día irá a hacer la
entrega, con muchas horas de retraso, son las dos de la madrugada, y por puro
azar, llegará a la verdad de aquel antiquísimo caso.
Pero está claro que parodiándolas a la manera
cervantina. él mismo señaló en alguna ocasión, creo que refiriéndose a LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA, que” quería hacer algo así como lo que hizo
Cervantes con los libros de Caballería”.
No solo imita el estilo y técnica cervantina
en este sentido, también en ese ir intercalando historias ajenas a la de la
trama principal. Para sus pesquisas con vistas a resolver “El misterio de la modelo desaparecida” el detective se valdrá de la colaboración de
personajes tan fuera de lo común como él. Conforme van apareciendo estos nuevos
personajes, la trama se complica con las historias de sus vidas, lo que nos
distrae, a veces del problema que junto al detective pretendíamos como curiosos
lectores solucionar.
Vemos que prácticamente, cada episodio es un
capítulo. Este enrevesado entramado nos recuerda lo que llevó al profesor
Baquero Goyanes a decir que” Una novela policiaca quedaría equiparada
al problema de ajedrez, al jeroglífico, a las palabras cruzadas”. En
cierto modo afirmaba que la novela
policiaca lleva a concebir el libro como juego. Podríamos afirmar que el
autor tiende a jugar, con la historia,
con la literatura, con el idioma, con el
arte y con el lector. O al menos tiende a hacernos jugar con él.
Además, esta aparición constante de personajes cuyas vidas se cruzan en
el relato principal, nos hace pensar también en la estructura episódica que da
lugar a que haya elementos con autonomía suficiente, hasta cierto punto, como
para dar lugar a capítulos dedicados a la historia de algunos de ellos. Esta
circunstancia nos lleva a recordar ese “demorarse con amor” del que se habla desde que lo prescribiera Schiller. Ahí es, según él, donde reside la autonomía del
cuento y de la novela.
Otro aspecto técnico en el que sigue a su
admirado Cervantes, es en la combinación de narración y diálogo, en esta novela
y en todas sus novelas. Y no solo sigue a Cervantes. También a Galdós: "….he
tomado cariño a este subgénero, producto del cruzamiento de la novela y el
teatro, do s hermanos que han recorrido el campo literario y social, buscando y
acometiendo sus respectivas aventuras, y que ahora, fatigados de andar solos en
excesiva independencia, paree que quieren entrar en relaciones más íntimas y
fecundas que las fraternales…”.Pensemos
que el gran novelista, quizá buscando mayor realismo, convirtió el diálogo en
su básica estructura novelesca.
Pero es aún más antiguo este fenómeno pues ya lo encontramos en La
Celestina e incluso en la novela picaresca, de la que también hablaremos.
Podríamos agregar que coincide en el uso dominante del diálogo con
Carmen Martín Gaite, cuyas obras son siempre dialogadas.
“Me
gusta combinar los géneros…” comentó en alguna ocasión. Lo ha hecho en casi
todas sus novelas, recordemos LA VERDAD
SOBRE EL CASO SAVOLTA.
En estas del detective loco podemos
encontrar también rasgos de la picaresca. Los podemos rastrear siguiendo a los
personajes. Veamos. Como en la policiaca, hay varios narradores, pero como en
la picaresca la narración es en primera persona. El narrador es un personaje. Un
personaje de la más baja esfera social, que por no tener, com el lazarillo, no
tiene ni nombre. Pasa hambre y mil penalidades. Si no está literalmente al
servicio de varios amos, sí es utilizado por diferentes individuos para su
fines. Además se relaciona con personas de su misma e ínfima clase social:
prostitutas, travestis, , maleantes y marginados de todo tipo. Se mueve, pues,
en un entorno picaresco.
Pero al haber varios narradores, enlazamos
con el perspectivismo. Cada personaje tiene su visión de los hechos, su forma
de ver y enfocar la vida incluso cada uno de los momentos que están viviendo en
el relato.
¿Dije que en un principio la novela no me
había dicho nada? ¡Qué razón tenía mi nunca suficientemente admirado Arcipreste
de Hita. Algo más podemos decir de EL SECRETO
DE LA MODELO EXTRAVIADA. Si nos fijamos bien es
posible ver una estructura circular. El perrillo pulgoso del principio
reaparece en las últimas líneas de la novela.
Resumiendo. Novela policiaca y de misterio,
episódica, dialogada, perspectivista, parodia, circular, picaresca….
En efecto ha mezclado géneros, ha jugado. Y
aún nos queda ver cómo ha jugado con el idioma.
Tiempo y espacio.
Se ha dicho que para
un "máximum" de efecto, la novela dispone de tiempo a modo de la
misma naturaleza. Pero también hay que tener en cuenta la teoría de Charles Du Bos según el cual "
La longitud es la necesidad primordial de la novela que se proponga situarnos
en posesión de un mundo…"
y
que “El tiempo del novelista tiene necesidad del espacio, para asociarnos a los procesos
concretos de los personajes y para que gracias a ese entrecruzamiento, pueda
darse la composición de un mundo”, que es lo que persigue el novelista.
No obstante, piensa el profesor Baquero que “resulta claro que así como no hay novela que pueda existir fuera del
tiempo, sí que pueden existir novelas cuya organización espacial apenas cuente
estéticamente. En una novela necesitamos siempre del transcurso del tiempo para
poder percibir claramente su estructura. La novela, pues, es proceso.”
En la novela de la que nos ocupamos ambos elementos juegan un papel
importantísimo. Empecemos por el tiempo.
En primer lugar habría que señalar el desorden cronológico, propio de la
novela policiaca, consecuencia este de la pluralidad de narradores que tratando
de evocar y reconstruir los hechos los cuentan una y otra vez, situándose en
momentos diferentes de la acción, dando lugar a tanteos, posibilidades,
hipótesis….Es muy frecuente la mirada hacia atrás ala retrospección o
analepsis. En este caso aún se complica más porque el pasado se ha introducido
en el presente.
Este haber dos tiempos superpuestos nos conduce a dos momentos histórico
sociales diferentes y a dos momentos diferentes en las vidas de los personajes.
(Ya hemos hablado de la estructura episódica).
Habría que prestar atención, por un lado, a la duración de lo que
podemos considerar el relato principal o marco, aproximadamente un día. Se
inicia a media mañana de un día y acaba
en las primeras horas del siguiente. Por otro, a la duración del episodio de la
desaparición de la modelo. Se inicia también “una mañana temprano antes de ducha y el desayuno...”.
A
lo largo de la primera parte, en la que se cuenta lo sucedido hace años, es
relativamente fácil al principio seguir el curso de los días y llegamos a contabilizar
cuatro. Pero a partir de ahí, el paso del tiempo se vuelve impreciso. Leemos
que durante varias noches se repite un sueño, o “algunos días después”, al día siguiente…De forma que es
bastante difícil saber cuánto tiempo
duró el proceso de investigación del que nos ha hablado. Solo podemos sacar en
claro que fueron varios días y no pocos.
A pesar de las peripecias, el relato en esta primera parte es lento, muy
lento podríamos decir. Se interrumpe constantemente para presentar nuevos
personajes, contar conversaciones que pueden durar horas, intercala sus
sospechas, hallazgos, sus impresiones sobre la ciudad y los lugares por los que
transita etc.
Pero a todo esto, han transcurrido apenas unas horas de ese día en que
ha empezado la novela. Día que continúa en la segunda parte. Aquí la peripecia
viene enriquecida por la presencia del paquete de la pizzería que transporta
par una entrega inmediata. Ahora, en unas pocas horas volvemos a recorrer con
nuestro avezado detective todos los lugares (menos el viaje que lo sacó de
Barcelona) y a encontrar a los personajes
que ya conocemos. Por fin, a las dos y media de la madrugada llega al
lugar de la entrega. Estamos ante el capítulo ocho y desde aquí al final en una
larga conversación con los dueños de la casa acaba por conocer el desenlace, la
resolución
del caso.
A primeras horas del día siguiente, en la parte llamada Coda, decide
volver al único sitio que le falta: la casa donde empezó todo.
Hemos dicho al principio de este apartado que “El tiempo del novelista tiene necesidad del espacio. Vayamos del todo a la parte. En Mendoza el espacio exterior,
ciudad, es, salvo pocas excepciones (LA ISLA INAUDITA, Y
RIÑA DE GATOS, por ejemplo), Barcelona. En el caso que nos ocupa
podríamos confeccionar un itinerario turístico por los lugares transitados por los
personajes.
Cabe suponer y queda inmediatamente ratificado que se trata, en general
de la Barcelona de los bajos fondos, los bares pringosos y pobres, las
viviendas en donde faltan los cristales que evitarían la entrad del frío, los
bancos de los parques donde duermen los sin techo (entre otros más de una vez
nuestro protagonista), y la calle: calles y plazas y parque y jardines. Calle
en una palabra.
Se
inicia el relato en una calle “caminando
por ronda de San Pablo” y pasa un día deambulando por la ciudad
intentando reproducir el itinerario de la situación que ha venido a su memoria.
Volverá a la calle Sant Hilari, al Sporting Club Santa Clara que encontrará muy cambiado; a casa
Cecilia donde encuentra cambios
interesantes; vuelve a dar con la señorita W. que ha dado muchas vueltas a su
vida; después, por fin, se encamina a entregar el pedido en el número 128 de la Calle.
Este deambular por las calles de Barcelona irá acompañado, con
frecuencia, por la correspondiente descripción o comentario. Así:
Barrio de San Gervasio
La plaza del Mocarro,…Raval….se me antojó más lóbrega, mezquina y pestilente de
cómo yo la recordaba, y es probable que lo fuera….(la describe así
comparándola con los barios mejores en los que acaba de estar…)
C/de Sant Hilari
C/ Diputación, ente Aribau y Muntaner,
C/ Escudellers cerca de las Ramblas.
Plaza de Cataluña
No obstante en dos ocasiones ha de acercarse a un barrio elegante: “distinguido
y por mí apenas hollado barrio de Pedralbes”
Tanto exteriores como interiores quedarán debidamente descritos, incluso
localizados. En el manicomio “El
vestíbulo era un espacio desnudo…Los fluorescentes que lo iluminaban se habían
ido fundiendo hasta dejar la pieza en penumbra. Donde antes colgaba el retrato
del Generalísimo había ahora un recuadro vacío y desleído.”
Casa Cecilia, cocina riojana:”…un diseño poco esmerado, una higiene algo laxa y
un breve menú escrito en un pizarrón con tiza y faltas de ortografía….”
La casa del portero: …” un apartamento oscuro, limpio, adornado y
amueblado con pulcra sencillez. Un aroma de guiso y humedad flotaba en el aire
estanco de la sala, al fondo de la cual había un jergón y una mesilla de noche,
y en un costado un hornillo eléctrico y una pequeña nevera. Un tresillo y un
televisor con antena de cuernos completaban el conjunto”…
Los personajes
Son tantos que no estará
de más hacer una relación de ellos. Además es interesante ver algo de su
psicología, costumbres y disfrutar con las descripciones de ellos hace el
narrador.
El protagonista. Anónimo en el sentido
estricto de la palabra. Un hombre absolutamente estrafalario. Un personaje que
es el narrador, siempre al servicio de alguien,
“No era esta la primera vez que la insondable bajeza del comisario
Flores le llevaba a recurrir a mis servicios”, tan pobre que por no
tener no tiene ni nombre. Evidentemente lo tendría com persona pero el autor ha
recurrido a este artilugio que, una vez más, nos lleva a pensar en la fijación
y admiración de Mendoza hacia
la novela picaresca, concretamente EL LAZARILLO.
No obstante, para sus pesquisas adopta uno u
otro nombre, según le conviene, con la peculiaridad de que a veces el elegido
al azar, suele coincidir don el de algún otro personaje de la historia,
absolutamente distinto a él, lo que dará lugar a continuos malentendidos y
enredos. Por ejemplo Asmarats, que es el
auxiliar de Flores pero también el presentador de un programa de televisión
Ya en el primer capítulo una señora lo
califica de esperpento. Nació como personaje novelesco en EL MISTERIO DE LA
CRIPTA EMBRUJADA. Por la descripción que
obra tras obra, de todas en las que aparece, nos da el autor ,no podemos evitar
el recuerdo del Teniente Colombo, con su gabardina vieja y demasiado grande
,con una cara que más hace pensar en delincuente que en policía y con unas
salidas de tono que dan un sentido hilarante a las situaciones que vive.
. Así por ejemplo en boca del mismo personaje:”Las zapatillas de fieltro se habían resentido de la fricción
y los dedos de los pies asomaban impertinentes por las rasgaduras,…. y la goma
de los calzoncillos se había dado y me veía obligado a correr sujetándolos con
una mano.. Eso por no hablar del nimbo de sudor, babas, mocos y otros jugos que
me circundaba…” De esta guisa corre
simulando que hace footing por el parque.
Al resto de los personajes los presenta el personaje-narrador
Cándida. Su hermana.. Aparece ya en EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADA donde se la presenta como prostituta que trabaja
en un burdel. También en EL LABERINTO DE LAS ACEITUNAS. Volverá a aparecer en LA AVENTURA DEL TOCADOR DE SEÑORAS en la que su marido ofrece al protagonista
trabajo en una peluquería que regenta. No aparece, sin embargo, en EL ENREDO DE LA BOLSA Y LA VIDA.
Reaparece, pues en esta
quinta entrega, con el mismo oficio, pero ya más vieja y pobre. Se nombra al
marido del que se dice que está en la cárcel.
Como siempre, su función es servir de ayuda al hermano.
Vuelve el comisario Flores que también
apareció por primera vez en EL MISTERIO DE
LA CRIPTA EMBRUJADA. Reaparece en EL LABERINTO E LA ACEITUNAS y en LA
AVENTURA DEL TOCADOR DE SEÑORAS” ya jubilado por la fuerza, razón por la que no
aparecerá en EL ENREDO DE LA BOLSA Y LA
VIDA. Pero hay que pensar que la aventura que se
relata aquí es el recuerdo de algo que ocurrió años atrás, razón por la que reaparece;
pero al final conoceremos la vida actual de Flores.
Doctor
Sugrañes, director
del manicomio siempre presente con más o menos constancia.
Toñito compañero del
manicomio que solo aparece en el primer capítulo.
Rupert
von Blumengarten alias de José Rebollo el falso policía de la secreta que lo saca
del centro y que forma parte de la banda de delincuentes que lo intentan hacer
pasar por el asesino de la modelo. Era joven, apuesto y
robusto; ostentaba un poblado bigote que descendía por ambos lados de la boca y
su mirada habría sido incisiva si unas gafas oscuras no la hubieran velado”
Los
Carlitos .Familia
de Carlos Linier propietario de los electrodomésticos de dicho nombre cuyos
hijos se llaman Carlos, Charles y Karl.
Blancaflor
La doncella de los Carlitos que reaparecerá en la Coda
Portero de la casa donde ha sido hallado el cadáver.
Asmarats Ya citado
Pelayo y
Marcial dos
agentes de poca presencia en la obra.
La
señorita Westinghouse*. Compañera de piso de Cándida. “resultó ser un travesti de mi misma edad y estatura, enteco de carnes y
cargado de espaldas…” Es calvo y lleva peluca.
*(Este era el nombre de un frigorífico o nevera como
se llamaba entonces)
“En su actividad profesional había adoptado la lengua inglesa, convencida
de que para prosperar, tanto a nivel individual como a nivel de país, debíamos
abrirnos al comercio internacional…”
Prestará una magnífica colaboración a nuestro hombre
en la búsqueda de la verdad del caso que lo ocupa. Personaje digno casi de un
relato particular,
“…de mujer voy de lagartona, pero de hombre, estoy más bien in the twilight
zone…”
Mikel Larramendi. “…afamado chef de cocina….honra la cocina de un restaurante…no les costará
identificarlo por su elegancia y categoría….” También
conocido como Magín. “Mi nombre es otro. En algunos sitios me hago pasar por cocinero vasco
para darme pisto. Cuando digo pisto me refiero a jactarme de preeminencia
social, no al guiso.”
Personaje algo
misterioso y muy importante a la hora de resolver el caso.
Normalina Callado. La chica del gimnasio, supuesta amiga de la
asesinada. Se presenta ella misma. Será una pieza importante en la resolución
del caso. Presenta a
Olga Baxter la modelo desaparecida. Normalina la describe y
cuenta toda su historia como si la conociera de toda la vida. Nombre auténtico,
según aparece inscrita en el Club, es Rosario Perales
D. Bernabé de Paquito. Director del Sporting Club Santa Clara. “….en este
país, mucha libertad, mucha libertad, pero la burocracia sigue siendo kafkista”.
Cita al Cardenal Ratzinger. “…incluso entre la curia hay algún choricillo…”
Mingo. El recepcionista del Club. “Era un muchacho atlético embutido en una camiseta
roja con el log del club y un distintivo de plástico con su nombre escrito.”
Cecilia. La dueña del local de cocina riojana donde trabaja
Larramendi. El narrador: “mujer joven pelirroja, lozana y sonriente” .La
propia Cecilia “Yo crecí en la buena
época. Guapetona, resalada y señoritinga…” Ve
“Los ricos también lloran” telenovela
Travestis amigos de la señorita W…:
Raúl, (lleva siempre en un maletín
aditamentos de hombre y mujer para aparentar una u otra cosa según lo requieran
las circunstancias; La Filo, considerado una santa había dedicado su
vida a ayudar a los desvalidos; Fortunata antes Mariquita solomillo y antes
Lolilla la Farolera (Va a colaborar bastante con nuestro detective).; La
Tifus (sobre la que no sedan muchas explicaciones)
El señor Muñoz. Dueño de una corsetería especializada en tallas
grandes. “Hombre
de mediana edad, con un bigote fino, un bisoñé de color caoba y un ojo
ligeramente vuelto hacia arriba”
Pedro Portusachs Regenta una escuela de modelos. “..Como soy guapo y
trabajo rodeado de titis, unos piensan que soy gay y otros que soy un vivales
.Ni una cosa ni otra”. Repite
constantemente “no soy gay”. Personaje muy
importante. Más tarde aparecerá con otro nombre.
El grupo de mafiosos: Willy; el dueño de la casa que parece el jefe del grupo; un
caballero de
aspecto aniñado, mirada extraviada y cara de liebre; un
caballero de recortada barba roja; un caballero de edad avanzada; un caballero apodado
Tarzán; un caballero flaco, de aire enfermizo, con una nariz muy colorada;
Cornudella;
Ubach de Bután, el cocinero oriental-ninja de casa Cecilia
Marco
histórico y social.
En toda novela hay un marco histórico social en el que el autor sitúa la
acción. Si hemos dicho que en esta, como en casi todas las de Mendoza, el
entorno físico, geográfico es Barcelona, lógico es esperar un visión más o
menos crítica, más o menos objetiva de la vida e historia de la ciudad en el
momento en que suceden los hechos narrados.
Para ello se valdrá, dado su innegable ingenio, de sutiles alusiones
unas veces, de atrevidas hipérboles otras, de paradojas, o del sarcasmo….
En este caso no podemos obviar la superposición de dos tiempos. Así en
la primera parte, la del caso recordado, encontramos “Barcelona tiene un gran futuro comercial”.
Se cita al Cardenal Ratzinger, lo que nos sitúa claramente en los
últimos años del siglo XX. Además Cecilia ve el serial radiofónico “Los ricos
también lloran” que se emitió entre octubre de 1979 y febrero de 1980.
D. Bernabé de
Paquito se queja:”. ….en este país, mucha libertad, mucha libertad, pero la burocracia sigue
siendo kafkista”
“una
planicie destinada a la infancia y sus
juegos inocentes, dotada de columpios, balancines y toboganes y
alfombrada de cagarrutas, botellas rotas y jeringuillas…”
“En los
barrios ricos la actividad no empieza de madrugada...”
“En
aquellos años se había impuesto la moda de correr solo
“..Suerte que en este
país todo se arregla aflojando la mosca, que si no, no sé cómo lo haríamos los
pobres.”
...”la deuda habrá prescrito con arreglo a la actual
legislatura..”
Es la
época en que Núñez fue presidente del Barça (de 1978-2000)
También en algún momento se habla del pasado.
Así::…” les instaba a
invertir el capital acumulado en los nuevos sectores, cual eran la
construcción, los transportes y el turismo, y, arrostrando los riesgos que
comportaba el desacato a la dictadura, llevarse todo el dinero a Suiza. Así
nació APALF…” Este momento
histórico es anterior al de los hechos (Tiempo pasado, que se mezcla con el
presente del caso)……”el plan de desarrollo destruyó buena parte del tejido
social de esta próspera región…
Parodia del turismo religioso con
extranjeros y mayores.
Normalina:”Hoy en día mucha gente busca promocionarse
divulgando chismes y exhibiendo intimidades en zafios programas de televisión….” Un comentario crítico que tanto vale para
los años noventa como para hoy. Así como: “-Yo soy del
Telediario, y el secreto sumarial me lo paso por el forro”…
En la
segunda parte, hemos cambiado de tiempo. Ya andamos en el siglo XXI y encontramos entre otras perlas:
_”….si encuentras el estudio de Televisión y tienes ocasión
de hablar con el bujarrón, le dices que lo de la independencia está hecho,
tanto si le gusta como si no. Y que si los españoles dejan de comprarnos cava,
arrancaremos las cepas del penedés y plantaremos cannabis”
” Todo está en
desuso. Sin que nos demos cuenta, bajo la apariencia de libertad de expresión,
nos han borrado de la cabeza las pocas ideas sólidas que tuvimos en un
tiempo….”
..”Esta ciudad ya no es la mía…” en referencia a todos los cambios unos para bien otros no tanto.
“Hoy en día todas las personas prominentes van a parar a la
cárcel...”
“…quién más, quién menos,
todo el mundo tiene una fundación…”
Se cita la
jubilación de Benedicto XVI (febrero de 2013)
Como vemos todo el mundo circundante pasa
por estas páginas en boca de uno u otro de los personajes, tras los que se
oculta discreta y juguetonamente el autor.
También
el mundo literario, así como los Medios de Comunicación y el cine están
presentes en la narración o en los diálogos.
Veamos
algunos ejemplos:
Con estos
ingredientes y un poco de talento, se podría escribir una novela de Agatha
Christie…..-o una miniserie…”
El recuerdo casi inevitable del teniente
Colombo y el Superagente 86.
Las reminiscencias de novela a lo Agatha
Christie y del cine que tiene escenas como la que ocurre en la casa donde se
reúne el grupo mafioso, con sus matones a sueldo esperando órdenes.
La presencia de algún elemento
importante a la hora de localizar a los delincuentes, como el coche negro.
Dicho sea de paso, el coche es en este sentido, un elemento casi constante en
las novelas de Mendoza. Lo vemos en “El enredo de la bolsa o la vida” por
ejemplo
La Srta.
Westinghouse comenta: “De un tiempo a esta parte los medios de difusión se lanzan
como aves de rapiña sobre los sucesos dramáticos…” “Triunfa y prevalece el que halaga los bajos
instintos del populacho y no hay autoridad que pueda ponerle freno o que, pudiendo,
se arriesgue a enajenarse al electorado…”
Magistral uso del idioma
Se ha dicho
con toda propiedad que en el terreno del idioma, alcanza cimas de virtuosismo
expresivo al utilizar con deliberada impropiedad distintos niveles de lenguaje.
Lo podemos ver tanto en la narración como en
los sabrosísimos diálogos. (Ya hablamos del valor del diálogo).
En boca de los personajes encontraremos
ejemplos de: .lenguaje formal (que llama la atención dado el nivel
cultural de los personajes: En boca del detective:”…algunos
sostenían vasos de Whisky; algunos fumaban cigarrillos; algunos, gruesos puros…”). Lenguaje ¿coloquial cursi?. “-¡Ay
mísero de mí, joder, ay infelice!-exclamó haciendo gala de su proverbial
erudición (Flores)”
Lenguaje vulgar: “¡Me
cago en el 20-N! bramó Flores (en referencia al 20 de
noviembre fecha de la muerte de José Antonio y de Franco)
Lenguaje incorrecto:” necesito
ir centro ciudad. No pagando. Pobre como rara. Rata. Dícese de quien está
momentánea o permanentemente impecune..”
Además catalanismos: “aprende, fill meu, aprende” y anglicismos.
Veamos algunos ejemplos: La señorita W. es
capaz de citar a Parsifal, venga o no a
cuento; y ha decidido usar el inglés como idioma de trabajo por ser más
universal.
En cuanto a los diálogos cabría agregar como
algunos se convierten en extensos parlamentos, como por ejemplo cuando un nuevo
personaje decide contar su vida. En tanto otros son rápidos, ágiles y llenos de
chispa y encanto:
“Desenfundaron al unísono sus armas, me
apuntaron con ellas y uno gritó:
-¡Estás
rodiau!
Y otro..
-¡No tiés
capatoria!
y un
tercero
-¡Las manos
ande podamos verlas!”
O este otro:
“- ¡Pelayo,
vigila, que va hacia el coche!
-¡Oído,
barra”
(como contesta el cocinero al barman cuando le hace un pedido)
A veces parece que estamos viendo una película: Preferí no
saber cómo acababa la secuencia.”
También los nombres de los
personajes guardan relación con este juego idiomático. Por ejemplo la hermana
del protagonista se llama Cándida, y lo es aunque sea prostituta. Normalina
Callado, personaje que tiene mucho que callar. Larramendi apellido vasco que
significa pastizal
del monte. Los tres hijos de la familia de Carlos Linier que se llaman Carlos, Charles y Karl.
Unos, pues,
son motivados, otros tienen valor irónico, otros encierran una paradoja, etc.
Acabaremos
con que juega
con el idioma al igual que lo hace con la historia, el tiempo, los personajes…
Podríamos continuar pues una novela de Mendoza nunca deja de
sorprendernos, párrafo tras párrafo, línea tras línea, palabra tras palabra.
He seguido la edición de Seix Barral.
2015
También una extensa bibliografía, por
ejemplo:
Entrevistas al autor en prensa, revistas
y radio.
Artículos varios sobre su obra
Estructuras de la novela actual de D.
Mariano Baquero
Crítica literaria de A. García Berrio y
Teresa Hernández Fernández
Espero que sirva este comentario para que
alguien disfrute más y mejor de la
novela de E. Mendoza.
Esta novela que tan bien reseñas la compré en Diciembre en Huelva y la tengo en pila de espera. No digo lista, digo pila por que los libros que esperan ser leídos los voy juntando haciendo montoncitos y cuando estas pilas quieren convertirse en pilastras entonces me obligo a comprar menos y leer más. Creo que este verano le llegará su turno.
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