Se ha dicho hasta la saciedad que “El
Lazarillo “es la primera novela picaresca en España. También que es la primera
novela moderna y que es una novela de formación o aprendizaje. Esto último en
el sentido de que el protagonista, a lo largo de la novela va creciendo como
persona, haciéndose hombre y aprendiendo en la “escuela de la vida” a vivir,
sobrevivir en el caso de nuestro personaje.
Esta última interpretación es la que
personalmente más me convence pero ahora se trata de analizar la postura más
defendida que yo, muy osadamente, voy a desmontar intentando demostrar casi lo
contrario. Veamos, pues:
Que trata de si Lázaro
era o no, verdaderamente, un pícaro.
A los ocho años se acaba la bucólica y
feliz infancia de Lázaro. Hasta entonces ¿qué sabia él de maldades, picardías y
sufrimientos? ¿Qué de ciertas sangrías
mal hechas de los costales de los que allí a moler venían?
A los ocho años, la vida que quizá
estaba soñando se le convierte en pesadilla. Él con toda sinceridad lo cuenta a
ese Vuestra Merced a quien va dirigido el relato, y en ello, en esa sinceridad,
encuentra los críticos el primer rasgo
picaresco.
Hijo de padres sin honra, dicen. ¿Sin
honra?¿Por qué?¿Porque un pobre hombre sisa algo de los que más tienen y no
dan? ¿No es una atenuante que alguien actúe bajo la presión del hambre, de la
drogadicción, la defensa propia y varias cosas más? Sí, es deshonroso caer en
ello pero ¡ojo, a la hora de juzgar.
¿Quién nos dice que aquellos que llevaban a moler no le regateaban hasta el
último céntimo? ¿Y si la acusación fue obra de algún otro molinero, envidioso
de su clientela, que veía en el bueno de Tomé una dura competencia? Tomé “confesó y no negó” se me podrá decir.
¡Ya, ya! Habría que ver en qué condiciones. Situémonos en la época.
Por otro lado qué gran diferencia con
el progenitor de Pablos. Éste sí es ladrón y bien ladrón, licenciado en la
ciencia de Caco como diría, más o menos, Cervantes. El padre de Pablos roba a
diestro y siniestro, roba por vocación y con placer; considera el robar como un
arte y apremia a su hijo para que aprenda y sea su sucesor: “ Hijo, esto de ser ladrón no es arte
mecánica sino liberal”…”Quien no hurta en el mundo, no vive….” Por eso, el
padre de Pablos muere ahorcado y no así el de Lázaro, lo que hace pensar que no
se consideró de tanta gravedad su acción. Tomé fue desterrado y luego acabó en
una guerra en la que no le iba nada, como tantos otros.
Hablemos ahora de las madres.La de
Lázaro es una pobre mujer que se encuentra sola con un hijo; no será una santa
pero tampoco, como le oí a un crítico de renombre, (no recuerdo si
italiano, alemán o de dónde) una puta.
La de Pablos es declaradamente bruja (“ Y si no temiera que me habían de oír en la
calle, yo dijera lo de cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado”) que, como el marido, aspira a que el hijo siga
sus pasos; muere en la hoguera. Además
por lo que dice el hijo “todos los copleros de España hacían cosas sobre ella”.
La frase se presta a interpretaciones.
El segundo rasgo picaresco consiste en faltar al Cuarto Mandamiento
declarando cínicamente los defectos y vicios de los padres, o sea, hablando mal
de ellos.
Tampoco en el caso de EL
LAZARILLO lo veo hoy tan
claro. Lázaro justifica en todo momento a sus padres: “Achacaron a mi padre ciertas sangrías…” No dice que las hizo
sino que lo acusaron de ello…
“En
este tiempo se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre,
que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de
acemilero de un caballero que allá fue. Y con su señor, como leal criado,
feneció su vida.”
También la madre cuando se lo entrega
al ciego hace hincapié en este detalle “diciéndole
como era hijo de un buen hombre el cual por ensalzar la fe había muerto en la
de Los Gelves”
En cuanto a su madre también la
justifica y no dice lo que cualquiera sin ser mal pensado pudiera interpretar
de otra manera.”Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó
arrimarse a los buenos por ser uno dellos, y vínose a vivir a la ciudad, y
alquiló una casilla, y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes, y
lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena….Ella
y un hombre de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento”.
Este hombre lleva a la casa comida y leña en el invierno. Esto se parece al
amor. Cuando más tarde nazca el hermanito “continuando
la posada y conversación, mi madre vino
a darme un negrito muy bonito el cual yo brincaba……”. Esto es lo más
parecido a una familia.
Pero la desgracia se cierne sobre
ellos. Sí, la desgracia de la miseria, el hambre y nuevamente se recurre a los
pequeños hurtos. Es ahora el Zaide quien sisa y es acusado y condenado al
destierro, así como la madre. También Lázaro justifica a su padrastro porque “fuile queriendo bien”. La justificación
la da un Lázaro adulto, un hombre maltratado por la vida y bien conocedor de
ella, capaz de comprenderlo todo “no nos
maravillemos de un clérigo ni un fraile porque el uno hurta de los pobres y el
otro de casa para sus devotas y para ayuda de otro tanto, cuanto a un pobre
esclavo el amor le animaba a esto…”
Se ha dicho también que la madre de
Lázaro lo abandona a su suerte” criado te
he….:válete por ti” le dirá al despedirse de él. Pero, una vez más es el
mismo Lázaro quien nos saca del error:”... la
triste se esforzó cumpliendo la sentencia”. Nuevamente sola y con dos hijos
se va a servir al mesón de la Solana. “Y
allí padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi hermanico hasta que
supo andar y a mí hasta ser buen mozuelo…”
Precisamente en ese momento crucial
aparece el ciego “vino a parar al mesón
un ciego….el cual pareciéndole que yo sería para adestrarle, me pidió a mi
madre…” Y ella ¿qué iba a hacer? No
le queda más remedio que entregarlo al ciego.” Ella me encomendó a él…..le rogaba me tratase bien y mirase por mí pues
era huérfano”. Contemplemos la
situación situándonos en el entorno social de la época. El niño debía tener
unos diez años y esa edad, hasta no hace mucho, incluso en países de los que
ahora nos llamamos desarrollados, civilizados, defensores a ultranza de los derechos de los niños, se consideraba
apta para que el niño trabajara y ayudara a la manutención de la familia. Es
más, curiosamente mientras escribo esto leo al principio de la novela de
Fernando Aramburu AÑOS LENTOS:”….mi pobre madre,
desamparada por aquel mal hombre que fue su esposo….no podía mantenernos ni a
mí ni a mis hermanos; buscó ayuda en el pueblo, no la encontró y en
consecuencia no tuvo más remedio que darnos a la Casa de Misericordia de
Pamplona,….” Esto
ocurría en la década de los sesenta (siglo XX) Pero este es un tema que daría mucho de sí y no es el
lugar.
Se va con el ciego y aún viven un
tiempo en Salamanca pero cuando ya van a iniciar sus correrías “yo fui
a ver a mi madre y ambos llorando me dio su bendición y dijo. Hijo sé que no te
veré más. Procura de ser bueno….”
Escalona .Plaza mayor. Aquí tuvo lugar el episodio de la
longaniza.
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Empieza ahora ese peregrinar de Lázaro
de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad y de amo en amo. Otro de los considerados rasgos de la picaresca: criado de varios
amos. Ante éste, no tengo nada que objetar.
Da comienzo para nuestro muchachito un
duro aprendizaje que, por desgracia, le va a servir de poco. Ahora bien, eso de
que Lázaro es ladrón (cuarto rasgo picaresco)……merece un análisis detallado. Lázaro solo roba, mejor
cabría decir sisa, cuando tiene hambre y habiendo comida no le dan; cuando se
siente engañado y casi robado. Le quita alguna moneda al ciego, se le come la
longaniza que debía vigilar mientras se asaba y de la que sabía no probaría
bocado; se las apaña para beber vino del que el ciego protege y guarda solo
para él; come las uvas de tres en tres a pesar del acuerdo al que habían
llegado de comerlas de a una, porque se da cuenta de que el ciego las come de
dos en dos “…mas luego el segundo lance,
el traidor mudó propósito y comenzó a tomar de dos en dos….”
Del ciego pasará al clérigo de Maqueda
“toda la lacería del mundo estaba
encerrada en este…” lo mataba, literalmente, de hambre y a él no le queda
otro recurso que el pequeño hurto: unas migajas de pan.
Con el resto de los amos no robó.
Tendrían sus defectos pero le daban de comer y si los dejaba no era el motivo
el hambre. Con el hidalgo todo era distinto. No le daba porque no tenía ni para
él pero si había algo lo compartían como hermanos. Lázaro a veces pedía, y en
su ayuda llegaban las vecinas que conocían su situación.
En cuanto le fue posible optó por un trabajo
remunerado y así es como llegó a “la
cumbre de toda buena fortuna” con un oficio real “que no hay nadie que medre sino los que le tienen….: pregonero,
hablando en buen romance.”
Tras estas reflexiones, me atrevo a
pensar aunque solo sea para mí, que Lázaro no es tan pícaro como lo pintan.
Pinares en las cercanías de Almorox
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Cuando leí la novela una de las cosas que más me conmovió fue cuando la madre de Lázaro se despidió de él diciendole que sabía que ya no lo vería mas y que fuera bueno. Esto para mí, (y coincido contigo) indica muy a las claras que la familia de Lázaro era gente honrada y muy trabajadora. Sólo que el contexto era muy duro. Más que Lázaro fuera un pícaro yo diría como muy bien reflejas en tu comentario que hacía lo que podía por la supervivencia hasta que finalmente consiguió esstablecerse. Más que pícaro un buen ejemplo de superación de adversidades.
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