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Acabo de
leer en “El País Semanal” del 27-7 el artículo de Javier Marías “ Si sólo
vivieran los vivos”. ¿no dice la última ortografía de la RAE que ya no se
acentúa solo aunque sea adverbio?
No es este
señor santo de mi devoción, pero siempre que se me pone ante los ojos algún
artículo suyo lo leo y así confirmo mi opinión. Me ha llamado la atención el
título, como siempre he intentado adivinar de qué hablaría y no me he acercado
mucho a la realidad.
Resulta que
dedica el artículo a hablar de los escasos conocimientos que sobre nuestro
pasado más remoto tiene los jóvenes, estudiantes ya universitarios, en la
actualidad. Arranca el artículo con anécdotas, acaecidas algunas hace ya casi
20 años, contadas por su hermano catedrático universitario de Historia del
Arte: Parece ser que algún alumno no supo dar a la “Pietà” su nombre o explicar
que es la Virgen María llorando la muerte de su hijo, Jesucristo, y dijo “mujer
llorando la muerte de un hombre”. Bien, diría yo, al menos supo interpretar la
escena. Si nos vamos a la cultura popular hay un refrán que reza: una
golondrina no hace verano”, es decir que el hecho de que un profesor encuentre errores,
incluso disparates en algunos exámenes no significa que todos los alumnos sean incompetentes,
necios, ignorantes, etc.
Reflexionemos.
Para empezar, un profesor nunca debería olvidar que también fue estudiante, un
poquito ignorante. Que no nació sabiéndolo todo, ni siquiera los hermanos
Marías aun habiéndose educado en un ambiente muy culto. Este es un defecto que
he podido observar con demasiada frecuencia entre el profesorado y, por
extensión entre los padres.
“Todas las
personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan)”
Leemos al principio de “EL PRINCIPITO” de Antoine de
Saint-Exupéry. Una verdad como un templo
En segundo
lugar. El hecho de que hoy muchos alumnos no cursen religión o no tengan un
gran conocimiento de nuestra ancestral cultura religiosa no hay que achacárselo
a desinterés por su parte, ni hay que pensar que esa sea la causa de su
desconocimiento, por ejemplo en cuanto a la anécdota relatada. La causa habrá
que buscarla, por ejemplo, en el sistema educativo, en esos programas oficiales con los que se pretende
que el alumno en unos pocos años conozca a la perfección mucho más que 21
siglos de historia. Si solo la historia de nuestro país ya es inabarcable ¿Qué
no será, además, la universal con su prehistoria, sus religiones, sus mitologías…?
En tercer
lugar, todos los seres humanos no tenemos la misma capacidad, ni estamos siempre
en las condiciones óptimas para captar toda la información que nos llega. A
los alumnos ,en cada hora de clase les llega un diluvio de información: ahora
de matemáticas, a continuación de Historia, luego de lengua y/o literatura ..y
así durante varias horas. Cabe suponer que cualquier profesor/a que se precie,
si muestra a sus alumnos la Piedad de Miguel Ángel, les explica algo en torno
al autor, a la técnica y a la historia allí reproducida. De la misma manera que
si muestra “la fragua de Vulcano” hablará de Velázquez y de la historia
mitológica a que hace alusión. Otro tanto ocurre con la literatura, llena de
alusiones, metáforas, citas, que hay que aclarar porque el alumno no puede
saberlo todo. ¿No es normal que a alguna de esas criaturas se le escape parte
de la información recibida?
Más
adelante se queja de que algunas personas hoy se enteran de quién era Noé, por
ejemplo, gracias a una película; y sigue aportando ejemplos en este sentido, y
de paso ataca a los traductores considerándolos culpables de que mucha gente
piense que “Noah” es un señor distinto de Noé. Estoy de acuerdo en que los
traductores, a veces, dejan bastante que desear, pero a él se le olvida que
escribía bastante mal el castellano cuando volvió de sus muchos años de
estancia por Inglaterra o Estados Unidos (no recuerdo) .
Además ¿qué
tiene de negativo que una persona, joven o mayor, descubra a través de una
película o de un cómic quién era Noé, o Abrahán, o Aquiles? Lo importante es
que llegue a saberlo.
¿Es
negativo que conozcamos ciertos episodios históricos a través de novelas, de
las llamadas históricas? ¿Tan grave es que los niños y jóvenes conozcan parte
de la historia del Imperio romano por la lectura de “Asterix”? ocupación romana
de la Galia
¿Qué un
alumno de un curso de cine cree que este arte se inició con “El padrino? Pues
que lo saquen de su duda. Ha ido a un curso de cine porque quiere aprender no
porque ya lo sabe todo.
El caso es
que apenas un chaval tiene determinada edad o ha cursado determinado nivel ya
lo debe saber todo. Una anécdota personal. Una familia está con los niños de
paseo y, no recuerdo por qué, alguien nombra a Isabel la Católica; el niño
mayor, a la sazón estudiante de primero de ESO pregunta quién era esa
señora. Reacción de sus padres:¡No si no
lo sabrá, si no se entera de nada …..! Le llovió al chaval una serie de
descalificaciones y el pobre casi se queda peor que estaba. Para empezar, solo
la edad o el curso no acredita que deba tener determinados conocimientos; en
segundo lugar lo positivo es que si el chaval ante algo que desconoce pregunta,
es porque tiene interés. Pues, expliquémoselo.
No hace mucho cayó en mis manos, más bien en mi
correo, un artículo de un profesor de literatura titulado “el Cantar del Mío Cid
es un coñazo” proponía una forma nueva de presentar la obra a los alumnos. Al
principio casi del artículo propone que “dado
que las cosas no están funcionado ¿por qué no ensayar algunos cambios?” (no
puedo dar el nombre del autor porque no lo tengo). Plantea entre otras cosas
dejar de estudiar la literatura con criterio histórico, empezar por el final,
es decir por la literatura actual e ir poco a poco hacia atrás hasta llegar al
Cantar (por ejemplo) cuando el alumno esté preparado para ello. Propone llegar
a la lectura del Cantar partiendo de la
lectura de algún cómic con figura de héroe para de ahí llevarlo a otros héroes
hasta llegar al medieval. No es mala idea. No señor. A este respecto habría
mucho que hablar y escribir en lo que al estudio de la Literatura se refiere. .
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Lo
importante es saber, cuanto más mejor, desde luego; buscar la excelencia (ese término tan en boga y que casi me da
miedo) en lo que se pueda, pero no nos excedamos en los juicios sobre los
demás. El mundo no tiene por qué estar poblado por cerebritos, brillantes,
seres excelentes ,. En el mundo estamos todos y convivimos: brillantes y menos,
mediocres y poquitas cosa y todos igual de respetables. Y ¡Ojo! Muchos
brillantes fracasan en las cosas cotidianas de la vida, a veces tanto o más
importantes que los conocimientos científicos, etc.
Yo no he
olvidado, y me alegro de ello, que cuando entré en la universidad sabía mucho menos de lo que creía
saber; cuando salí tampoco lo sabía todo y hoy sigo ignorando más de lo que me
gustaría y de lo que sin duda me obligarían saber los hermanos Marías y
otros.
¡Ah! Y si a
eso vamos, tan deleznable debe ser ignorar algún hecho de nuestra prehistoria
como todos los detalles sobre los últimos estrenos de cine, música….
Como dice mi
nieta “El tiempo pasa y las cosas cambian” Así también es lógico que cambie el
concepto de enseñanza, de cultura generala, etc.
No seamos tan negativos. A pesar de las apariencias
el mundo está lleno de seres con hambre de saber.
¿Qué diría
el autor del artículo sobre este comentario que aparece en la contraportada de
la edición de STONER novela de John
Williams?
"Se trata simplemente de una
novela sobre un tipo que va a la universidad y se convierte en un maestro. Pero es una de las cosas más
fascinantes que jamás he encontrado" Tom
Hanks (Times).
¿Algún sustancioso comentario? Gracias.
Muy interesante la entrada sobre el artículo de Marías (que yo también leí en su día). Detesto a los profesores que se mofan de la ignorancia de sus alumnos. Porque en cierta medida la ignorancia de estos es parte de la incompetencia de los otros. No se puede saber todo, efectivamente. Allá donde aparezca la ignorancia sobre algún concepto tendremos todos una oportunidad para combatirla. Gastemos las energías en sacar de la ignorancia al ignorante y no en crucificarlo, en sentido figurado, claro, es que como hablamos de la pietá...El campo del conocimiento es casi infinito pero lo que sí es seguro es que cualquiera, por mucho que sepa, puede aprender de los demás, por poco que estos sepan, sólo hace falta abrir bien los ojos y bajarse del pedestal de la prepotencia. Excelente puntualización al artículo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Es muy bonito e interesante.
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