-Primera
entrega de viaje a Praga, Viena y
Budapest marzo de 1997
Cada vez que
reviso papeles para ver que puedo tirar ya por viejo o inútil, encuentro alguno de los
relatos olvidados de los viajes de mi amiga Constanza Mopas. Con el fin
de que no se pierdan definitivamente, se me ocurre seguir incluyéndolos en este
blog.
Con el fin de completar algo tan interesante viaje,me he tomado la libertad de agregar alguna información de tipo cultural y artístico. Espero que me perdone.
Como siempre, hay una introducción en la que
me comenta cómo surgió la idea y ciertos pormenores de los preparativos.
Empieza disculpándose por lo resumido y
escueto del relato debido a que regresó del viaje el último día de vacaciones y
no ha tenido tiempo de extenderse más; pero con el fin de que no se le olvide
hace este resumen del que me regala una copia ,así como algunas fotografías.
En primer lugar, me dice, no me entusiasmó la
idea pues suponía dejar a mis hijos solos durante casi quince días. Sí, ya sé
que ya no son unos niños, pero va a ser la primera vez que se van a encontrar
sin mamá a la hora de irse a dormir. Últimamente es la mamá la que se está
teniendo que acostumbrar a irse a dormir sin que estén todos en casa. Como es
natural, cuando se lo comentamos les pareció estupendo. Ya me los imaginaba yo
haciendo planes para sus días de libertad.
Al fin me animé. Íbamos a ir un grupo de amigos,
todos de la profesión y la perspectiva era halagüeña. No obstante, seguía con
ciertas reticencias: mucho autobús, mucho avión, el idioma. Pero me
convencieron en cuanto al idioma con que llevábamos guía español desde aquí y
también en todos los países que íbamos a visitar. La verdad es que era
tentador: Praga, Viena y Budapest.
Por otra parte, iba a ser ¡mi bautizo
viajero! Fuera de España. Sin hijos de los que cuidar y conocer ciudades que
tienen tanta fama de bellas.
Perdona tanto preámbulo ya te cuento el
viaje.
Y
efectivamente empieza el relato del viaje.
Sábado 29 de marzo se inicia el viaje. En autobús de Murcia a Manises.
Durante el viaje se produce una vuelta al pasado a través de la música. (música
de los 60 y 70) ¿De quién sería la idea? ¿Del conductor o el guía acompañante
al ver la edad media de los viajeros o de alguno de los compañeros de viaje? Da
igual. Lo cierto es que todos cantamos recordando viejos tiempos.
Yo no conocía a casi nadie o los conocía muy
poco pero no importó.
Vuelo Valencia- Frankfurt. Muy bien... Anécdota:
al subir al avión en Valencia la azafata va saludando. Cuando llega a mi
marido: ¡Hola! Él: ¿cómo? La azafata: ¡Hola! Él: ¡Ah, hola!
A mí me entusiasmó la idea de tener el mundo
a mis pies, algo muy difícil en mí se mire por donde se mire. Me volví loca haciendo fotos desde el avión:
nubes y más nubes. Te mandaré alguna.
Y me mandó, de forma que
podré ilustrar este relato viajero.
Qué belleza |
Llegando a Frankfurt |
Cuando llegamos a Praga hace frío y está lloviznando, pero no importa. La boca del metro está muy cerca del hotel . Salimos a dar un paseo y cenar.¡ Hace mucho frío!.
Amanece ligeramente nevado. Tampoco eso
impide que realicemos la visita de la ciudad con la guía. Luego, tiempo libre y
nos largamos solos. La ciudad es impresionante. Tal vez lo primero que vimos o
nos llamó la atención fue el puente de Carlos sobre el río Moldava que cruza la
ciudad. El puente une la Ciudad Vieja llamada Staré Mésto con la Ciudad Pequeña
o Malá Strana. Treinta estatuas distribuidas a ambos lados del puente parecen
vigilar a los transeúntes.
A lo largo de él se sitúan artistas y
vendedores de todo tipo. Uno se quedaría allí pero hay que seguir pues queda
mucho por ver.
Torres del Puente de Malá Strana |
Es impresionante la Torre del Ayuntamiento, en la Ciudad Vieja, en la que se encuentra el curiosísimo Reloj astronómico. Procuramos estar en la plaza a las doce que es cuando más tiempo se disfruta. Es un reloj medieval y cuando da las horas desfilan por una ventana los doce apóstoles. Yo no había visto antes nada parecido.
Este es el famoso reloj |
Otras torres llaman poderosamente la atención. Así la Torre de la Pólvora, que constituye la puerta de entrada a la Ciudad Vieja. Es la más impresionante, aunque hay otras también muy bonitas. He leído que a Praga se la llama la ciudad de las cien torres.
Aquí la magnífica torre de Pólvora |
Es imposible describirte todo lo que vi y me gustó. La ciudad es todo un monumento. Palacios, torres, islas, fachadas de las casas totalmente decoradas con pinturas preciosas y esculturas. Ya te digo, no hay palabras.
Una de las magníficas fachadas que recorren la ciudad |
Una maravilla |
A las 7 hicimos una merienda-cena y nos fuimos al hotel pues
¡hacía un frío! Tanto que a mi marido se le congeló la cámara y
tuvimos que arroparla al llegar al hotel para que reaccionara.
¡Qué cansancio!
La mañana siguiente, la dedicamos a
visitar el Castillo, en compañía de otro matrimonio. Ya la entrada la deja a
una boquiabierta. ¡Qué maravilla!
Patio en la entrad del castillo |
Dentro vamos a ver la Catedral de San Vitus, el Palacio Real, el Callejón del Oro , la Basílica y el Monasterio de S. Jorge , varias Torres -
Luego un paseo por los miradores de los jardines
del Sur y con suerte un cambio de guardia.
No
responde este al concepto que tenemos de castillo. Se trata de un conjunto arquitectónico impresionante que
reúne palacios y edificios administrativos y religiosos.
Ahora es la residencia oficial del presidente de la República Checa. Si
se encuentra allí se sabe porque la bandera ondea.
En el antiguo Palacio Real, destaca la Sala Ladislao.
La Catedral, imponente, es la
mayor muestra de arte gótico de la ciudad.
Parte superior de la fachada principal de la Catedral |
Detalle de una de las puertas de la Catedral |
La magnífica torre |
Me explica Constanza que algunas fotografías no tienen la calidad que a ella le gustaría a causa de la luz pues no siempre podía hacerlas en el momento adecuado.
Detalles góticos
Bella imagen del interior |
No podemos olvidar las torres: la Blanca, que fue prisión de nobles y
aristócratas; la Negra ,llamada así por su color debido a un incendio; y la
Daliborka, prisión para los presos comunes. ¡Claro ,no iban a estar todos
juntos!
Curiosa es la callecita llamada El Callejón
del Oro que debe su nombre a que en el siglo XVII la habitaron los orfebres. Ya
en el siglo XX se ha convertido en un conjunto de tiendecitas de todo tipo.
Pero si es famoso el Callejón del Oro es porque en el número 22 vivió Franz
Kafka.
El Callejón del Oro |
La casa de Kafka |
Las guías recomiendan visitar estas casitas, sobre todo la de Kafka, por dentro, pero ¿crees que es posible? Habría que hacer cola no solo de varios minutos; por tanto, me conformé con el exterior.
Una indicación que no seguimos, como hacemos con tantas otras, es que se
debe subir al castillo andando por unas escaleras que te conducen allí desde
Malá Strana y que permiten ir intuyendo lo que te vas a encontrar al llegar.
Nosotros subimos en el tranvía y bajamos a pie por las escaleras lo que tampoco
fue tan malo pues las vistas de la ciudad son impresionantes.
Panorámica de Praga desde el Castillo |
Luego, ya solos, seguimos pateando Praga. Cada vez me gusta más. Hemos bajado a la orilla del río, isla. Hemos vuelto a sitios donde estuvimos ayer y que mi marido no pudo fotografiar porque se le congeló la cámara. Menos mal que al volver al hotel y entrar en calor se arregló sola. -
De las comidas, mejor no hablamos.
Por la tarde tomamos un café en una cafetería
que, al parecer, frecuentaba Kafka. Nos clavaron bien. Como nota exótica servía
y cobraba una especie de hurí rubia con aires de nosequé
De regreso, en la estación del metro (ese al
que se bajaba como a un pozo y luego me enteré que estaba bajo el cauce del río
¡qué miedo!) nos encontramos con un grupo de los nuestros. Al entrar en el tren,
tuvieron un conato de atraco. Al ser solo eso, conato, todo quedó en risas.
Nosotros nos libramos porque al subir yo me encontré con una especie de muralla
humana formada por tres fornidos jóvenes y por miedo a quedarme en tierra me
colé a toda velocidad por debajo de sus brazos (ventajas de ser bajita). Mi
marido que me ve al otro lado pega un empujón y pasa él también. Entonces
aquellos se dedicaron a intentar robar a nuestros amigos.
¡Ah! He comprado gatitos
de cristal de Bohemia. No podía faltar.
Para terminar, dos fotos de despedida.
Iglesia gótica de la Madre de Dios al atardecer. |
También la naturaleza nos sorprende en Praga . Antes de las 9 ya estábamos en la habitación. A la mañana siguiente salimos para Viena. Se pasó la noche lloviendo y por la mañana hacía menos frío. |
Como veo que a causa de las fotografías se me
hace muy extenso el relato, lo haré, como otras veces, por entregas. Viena será
la próxima.
Si os apetece podéis comentar algo.
Lleva razón tu amiga Costanza al decir que su relato es breve M e ha encantado poder recordar esa ciudad en la que estuve dos veces . La primera vez una semana y la segunda dos días porque visitábamos además otras ciudades centreuropeas como Brno, Bratislava, Budapest y Viena.
ResponderEliminarVeo que se detiene poco en el tema de los judíos.Me rrecorrí el barrio las dos veces con detalle, observando el reloj que funciona al revés, como la lengua hebrea,los museos del Holocausto, las sinagogas y el cementerio, sin olvidar a Kafka.Vi ua exposición del pintor nacional Alfonso Mucha del cual hay una vidriera de art nouveau en la catedral. Pude ver la ventana del Palacio Real desde donde tuvo lugar la "desfenestración" de Praga. Auellos católicos que no querían dar libertad de culto a los protestantes.En el segundo viaje pude asistir al Teatro Negro a las "Visiones de Alicia", que me pareció muy original, sin texto , solo fotos , dibujos y personajes que flotan en el aire sobre fondo negro y con música del checo
Dvorak.
No sé si cuando tu fuiste te acercaste hasta Nuestra Señora de la Victoria (Lepanto) donde está el Niño Jesús de Praga con el museo de sus 80 vestiditos que le cambian con frecuencia y que fue regalo español.
Dice Costanza que la comida no le gustó, a mi tampoco pero ¡Qué decir de la cerveza¡ buenísima,y no te mareaba.
Y por último las" casas danzantes" para quienes les guste la arquitectura moderna.
Te comento esto por si alguna vez repites. Yo nunca pensé que a mi me ocurriría. Nunca se sabe. Continuará.