Así pues,
el martes 1, salimos para Viena en un autobús algo cochambroso. El viaje
dura 5 horas y se hace algo pesadito. Cruzamos un paisaje, en general feo, por
la parte agrícola y quizá pobre de la República Checa.
Llegada a Viena a las 2´50. Nos llevan a
comer al Autoservicio Rossemberg, o algo así. Fue curioso que al intentar pedir
un café en inglés nos dice la camarera que hablemos nuestra lengua que es muy
hermosa y el que no la entienda que la aprenda. ¡Me encanta!
Volvemos al autobús a las 4 e iniciamos una
visita panorámica a la ciudad con la guía que es colombiana, se llama Fernanda,
se explica muy bien, un estilo muy pedagógico, enlaza muy bien los datos. Es
simpática, se ríe mucho y, a veces, parece que habla con sus antepasados. Va
vestida de austriaca.
Por fin llegada al hotel. La habitación
parece un apartamento o una suite pobre.
Nosotros no nos apuntamos a excursiones y nos
vamos a patear Viena durante dos horas.
Viena es una ciudad elegante, limpia, bonita
y muy cara. No en vano es una ciudad imperial
(Todo el viaje estoy durmiendo como un lirón.
Tal vez influyen los chicles contra mareo. Se me pasaron los mareos de las últimas
semanas de clase. ¡Yo no vuelvo!)
El miércoles a las 9 ya estamos en Shönbrunn.
El entorno es precioso: magníficos jardines con ardillas, lagos o estanques,
fuentes monumentales adornadas con grupos escultóricos magníficos, pero pocas
flores por el frío. Creo que en primavera es una maravilla. (Como la lluvia en
Sevilla)
No es de extrañar que se le conozca como el Versalles vienés. Y no solo es la mayor
atracción turística y cultural de Viena, es también uno de los más importantes
edificios históricos de Austria.
El Palacio era la residencia veraniega de la
familia imperial. Verdaderamente pasar aquí un verano, aunque fuera en una
tiendecita de campaña en el jardín tiene que ser casi pecaminoso de tan
extraordinario.
Arquitectónicamente es una impresionante
construcción barroca. Impresionante en todos los aspectos; por la belleza, por
la grandiosidad exterior e interior. No le apetece al visitante salir de allí.
Aunque parezca un poco pueril no me resisto a
contar que recordé aquellas románticas películas de Sissi. Todo en él la
recuerda, sobre todo en el interior: habitaciones, objetos ,etc.
Dos bellas imágenes de Shönbrun |
(No sé por qué apunté esto: mi marido me coarta la inspiración. Seguro que estaba intentando recordar el viaje y escribir algo con sentido y me ha interrumpido. Bueno, lo perdono.)
La visita, para mí, ha sido demasiado breve.
¡Es tan inmenso y tan hermoso! Pero ya se sabe que estos viajes organizados van
así. Con tanta prisa creo que las fotos no me han salido como me hubiera
gustado.
Lo que decía. A las 11 en el Palacio de
Belvedere. otro magnífico palacio de estilo barroco. En realidad se trata de
dos palacios: Belvedere de arriba y Belvedere
de abajo. Están unidos por unos espléndidos jardines en tres niveles y
que representan diversas alegorías.
Hoy están convertidos en museos, uno de Arte
Barroco austriaco y otro, de Arte Medieval
austriaco
Una de las monumentales fuentes con el Palacio al fondo |
Una de las fachadas del Palacio |
Como es natural, con las prisas no visitamos
los Museos. Voy a tener que volver también a Viena.
Nos queda otro palacio. El Palacio de Hofburg, que actualmente es la
residencia oficial del presidente de Austria.
Está situado en la parte antigua de la ciudad
a orillas del Danubio, que dicho sea de paso ,no es azul.
Es el más grande de la ciudad y fue
residencia de la mayor parte de la realeza austriaca especialmente de los
Habsburgo y de los Emperadores de Austria y Austria-Hungría. Sus más célebres
ocupantes fueron el Emperador Francisco José I y su esposa Isabel de Baviera a
la que conocemos más como Sissi.
El palacio alberga el museo de Sissi y
fantásticos salones imperiales.
Como todos
sus ocupantes quisieron dejar su huella, en los palacios podemos admirar
diferentes estilos desde el gótico al historicismo de moda en el siglo XIX.
Entre los edificios que componen este
complejo palaciego se encuentra la Escuela Española de Equitación que visitamos
en honor a una de mis hijas muy aficionada a los caballos e incluso le
compramos un video que le entusiasmó.
El Palacio visto desde la Plaza de los Héroes |
Yo no sé por qué las comidas siempre
ocasionan una pelotera. No sabemos encontrar el lugar adecuado, no nos ponemos
de acuerdo, tenemos miedo de que nos claven…el caso es que comemos mal y con
berrinche. Claro no tenemos costumbre y como no nos gusta ir en grupo…
¿Qué tal si nos vamos ahora de iglesias?
Empecemos por la Catedral.
La Catedral de San Esteban o Stephansdom está
situada en la Plaza de San Esteban en pleno centro de la ciudad. Como ocurre en
tantos casos, está edificada sobre las ruinas de una iglesia románica dedicada
a San Esteba. De aquella se conservan la Puerta de los Gigantes y las Torres de
los Paganos.
Está coronada por una gran torre gótica que
como ocurre con casi todas las torres de catedrales puede verse desde diferentes
puntos de la ciudad. Se puede subir a ella e imagino que habrá unas vistas
espléndidas, pero no teníamos tiempo.
Detalle de la torre |
Una curiosidad es el tejado de mayólica,
azulejos o tejas esmaltadas de diferentes colores. Al sur del tejado del Coro se puede observar
el escudo del Imperio austriaco y el monograma F I (Francisco I) Al
norte ,los escudos de la ciudad de Viena y de la Segunda República.
Dos detalles del curioso y bello tejado |
En el
interior conviven diversos estilos arquitectónicos. Así el gótico lo
encontramos en la nave central, capillas laterales y el coro. Sin embargo, hay
edificios laterales que son barrocos.
También en el
interior cabe destacar el púlpito de Pilgram, gótico y profusamente tallado. Está formado por tres bloques de arenisca. Se cuenta
que el autor se autorretrató asomándose por una ventana, como observando todo y
a todos, al pie del púlpito. Es la figura a la que se llama Mirón.
La base de la que arranca tiene forma de
flor. Se dice que todos los detalles que podemos observar en el púlpito son
simbólicos.
Parece ser que con el
tiempo se descubrió que no era su autor Pilgram y, por tanto, el Mirón no es él sino un maestro de
púlpito anónimo . Y el que casi se sale
por la ventana es el geómetra Mirón
Entre los denominados
Padres de la Iglesia se encuentra San Jerónimo con el sombrero y el libro
representando al anciano colérico -
Vista casi completa del púlpito |
San Jerónimo |
Veamos otras iglesias.
Me llamó la atención, por ser
diferente a todo lo visto y muy bonita, una iglesia ortodoxa griega. La iglesia
ortodoxa griega de la Santa Trinidad. Del siglo XVIII, situada en el centro de
la ciudad. Fue construida por un arquitecto danés afincado en Viena que había
estudiado en Atenas. Esta es la primera iglesia de Viena de estilo bizantino,
así como uno de los primeros templos no católicos construidos en esta ciudad.
Un detalle de la Iglesia Ortodoxa |
Otra hermosa e
interesante iglesia es la de San Carlos Borromeo. Está considerada una obra
maestra del eclecticismo barroco. Así, la fachada central representa un pórtico
griego. El frontón está coronado por la
estatua de San Carlos. Hay relieves de Giovanni Stanetti en los que se
describen los sufrimientos de la ciudad durante la peste de 1713.
Las columnas a su lado
son de inspiración barroca; están inspiradas en la Columna Trajana de Roma. La
decoración en espiral presenta escenas de la vida de S. Carlos Borromeo. En la
de la izquierda el tema es la constancia
y en la de la derecha el valor.
Sobre la entrada, una
gigantesca cúpula. Los dos pabellones laterales presentan influencias del
barroco romano y decoración oriental.
La escalera de la entrada está flanqueada por dos ángeles que
representan el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Por sus dimensiones es el segundo templo de Viena, tras la
Catedral de S. Esteban. Está considerada como símbolo del poder religioso y
político de la dinastía imperial de los Habsburgo.
-FIN VIENA Parece que al final algo se ha rebelado y no sale bien la escritura.
Hasta el próximo que será Budapest.
La ciudad es una maravilla, y lamento que no visitarais los museos. Los que llaman los gemelos son interesantísimos. Uno es una pinacoteca y el otro es de ciencias. El de Belbedere tiene el famoso "Beso" de Klim, y el Albertino las "manos" de Alberto Durero. Yo tengo que volver.
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