Hablamos en metáforas
Pensamos o tenemos asimilado que la metáfora es un
recurso literario y no sabemos o no nos damos cuenta, pero usamos con más
frecuencia de lo que sospechamos las metáforas en nuestra vida cotidiana, en
nuestro hablar de cada día. No lo hacemos buscando la belleza expresiva como
ocurre en la Literatura, pero sí aportamos a nuestro mensaje más contenido,
expresividad, ingenio etc...
Empezaré por recordar la definición de
metáfora, aunque estoy segura de que todos la recordamos de nuestros tiempos de
estudiantes. Existen algunas variantes en la definición.
La palabra metáfora deriva del latín
metaphora, derivada, a su vez del griego μεταφορά, que significa traslación,
desplazamiento…
Es, pues un
tropo, o sea cambio, que consiste en trasladar el significado de un
concepto a otro con el que tiene algún tipo de semejanza o analogía. Puede
aplicarse a cualquier categoría gramatical y tanto a objetos materiales como a
ideas.
Para designar
esos dos elementos, conceptos, el original y el evocado se ha establecido
tradicionalmente un breve esquema. Cada cual recordará de sus estudios uno u
otro; veremos también alguno más reciente.
Algunos textos
llamaban A al concepto original y B al evocado
Otros hablaban
de TR=termino real/ T I= Imagen
En textos más
modernos he encontrado que al TR se le llama tenor; al TI, vehículo; y a la
semejanza establecida o existente entre ambos, fundamento.
Yo, si he de hacer referencia a estos
elementos seguiré mi costumbre y les llamaré TR/TI. O simplemente R, I
Si bien es
cierto que, en el caso de la Literatura, el concepto que representa la metáfora
puede no ser totalmente explícito, puede variar dependiendo del lector tal vez,
no lo es menos que en las metáforas cotidianas puede ocurrir algo semejante. La
relación que el emisor ha visto y establecido entre dos términos puede no ser
la misma que detecte el receptor; incluso es posible que el receptor no capte
que su interlocutor ha utilizado una metáfora, por razón de cultura, formación
académica, edad, etc.
Recordaré brevemente los tipos de metáfora
que existen, aunque a la hora de citar ejemplos de su uso en nuestro hablar
cotidiano, en que incluyo los medios de comunicación, no sea fácil, incluso
resulte inútil hacer una clasificación exhaustivamente exacta.
Veamos pues los tipos de metáforas: Pura,
sinestésica, de segundo grado, visio naria, aposicional, simple (R es I), complemento preposicional del nombre (R de I) (I de R); negativa
(no I, R; no R, I) una de las aportaciones técnicas del surrealismo;
Impresionista o Descriptiva (R, I, I, I, I…) de segundo grado (García Lorca).
No debemos confundir las metáforas con las comparaciones,
a veces metafóricas e hiperbólicas que también abundan en nuestra habla
Al usar las metáforas damos al lenguaje mayor
posibilidad de expresión y lo enriquecemos. La metáfora hace más fácil expresar
las emociones y ayuda a comprender las ideas abstractas. También economiza
explicaciones y como por arte de magia despierta la imaginación de quien la
escucha (también de quien la usa)
Pasemos ya a los ejemplos.
En
el habla cotidiana:
A veces el término imagen pertenece al reino
animal o tiene relación con él:
Ser un búho, ser una cabra, ser un asno o un burro, ser
un gallina, arrancá de caballo y pará de burro, dar coces, ser un león, ser un
gallito de pelea, perro ladrador poco mordedor, tener memoria de pez, o de
elefante, estirar la pata, meter la pata, ser un lince y tener vista de lince,
volar o ir volando, una persona muy delgada puede ser o parecer una lombriz (he
oído: parece una lombriz embarazada); una persona inquieta, será una lagartija
o tendrá rabo de lagartija.
Hay metáforas
relacionadas con el ambiente taurino: coger el toro por los cuernos,
cambiar de tercio, menudo puyazo le ha metido (por…)
También con el
deporte como meter un gol cuando hemos hecho callar a alguien o le hemos
rebatido una idea.
Algunas partes
de nuestro cuerpo las nombramos con alta frecuencia de forma metafórica. Quien
se lleva la palma es la cabeza: perol y perola, chola, azotea, melón,
calabaza, crisma, testa, tiesto. Y frases metafóricas como perder la cabeza,
por enamorarse o alguna emoción fuerte; ir de cabeza, si tenemos una
preocupación o mucha prisa; sentar la cabeza, cuando un cabeza loca o un
soñador deja de serlo; perder un tornillo, o cruzarse los cables, etc.etc.
Unas orejas grandes pueden ser soplillos o bien orejas
de elefante. La zona constituida por los huesos del carpo la llamamos muñeca,
La boca, morrito; la lengua, la sinhueso; estar de morros es estar enfadado por la
forma en que cerramos o colocamos los labios.
Las hay relacionadas
con la naturaleza: tener un mar de dudas, tener lagunas mentales, estar
hecho un mar de lágrimas, salir del trueno y dar en el relámpago (su origen en
la literatura y se relaciona con la imagen bíblica ir de Herodes a Pilatos) que
significa ir de mal en peor. Una persona muy fuerte será un roble, y si alta un
pino; una persona arisca puede ser un cardo borriquero,
En muchos caso
se trata de frase metafóricas, algunas de difícil filiación como: matar
el tiempo, andar con pies de plomo, andar pisando huevos, dar carpetazo, cantan
los pies(huelen) o duelen y entonces cantan saetas, por ejemplo), cantar por
confesar, tener humos, abanico de pensamientos, sacar los pies del plato, o del
tiesto. El día está mimoso, está criador el día
(barrunta lluvia); desternillarse de risa; salir con los pies por delante
Alguien
nuevo trae aire fresco; vivir una odisea, estar en las nubes, pensar en las
musarañas, costar un ojo.
Es
curios que en general no son metáforas embellecedoras, sino que tiene un valor
fundamentalmente intensificador del significado.
No obstante, también tenemos un cierto
repertorio de metáforas de tipo afectivo, estas tal vez, inspiradas en
la literatura. Ser un cielo, un tesoro, valer un potosí, valer su peso en oro,
ser un pozo de ciencia o sabiduría, ser un ángel, ser un sol.
En los deportes:
En el deporte abundan las metáforas
agresivas. El deporte se concibe como competición, lucha. Hay que vencer,
incluso humillar, al contrario. Estas metáforas las he leído y escuchado en los
Medios. No obstante, he observado, al menos en Televisión Española, que ya no
las usan tanto. Incluso hay un comentarista que no las usa jamás. Me gusta.
Ahí
va un buen repertorio:
Nadal cuando huele la sangre de la presa que
está en plena hemorragia….
El australiano (Stoner) ha venido a Le Mans
sacando los dientes…
Nos vamos a comer al león hasta la cola.
Los leones afilan garra. El Atletik vela armas en el hotel. Saldremos a morir. Saldremos
a matar. El objeto del deseo es la copa. Ha
fusilado la portería. Sube la
temperatura deportiva. Falla un gol por la no puesta a punto de su rifle. Con la
escopeta cargada en el área. Quemar o agotar hasta el último cartucho.
Entrenadores que
salvan la cabeza. El Zaragoza empieza a notar en la nuca el aliento del
descenso. Imposible superar la telaraña roja. Dos equipos que tienen dinamita arriba.
Un
futbolista puede: ser un ciclón, un tornado. La saeta rubia (Diestéfano).El portero
puede ser: cerbero.
La
Roja. Merece mención aparte. Se la empezó a llamar así creo que, tras ganar
el Mundial en Sudáfrica, por el color del equipo oficial. Es curioso que todo
aficionado cualquiera que sea su ideología adora La Roja. Hace años,
allá por los 40 y cincuenta del siglo pasado, el adjetivo rojo era en nuestro
país palabra tabú. Hasta tal punto que la entrañable Caperucita roja, aquí era
Caperucita encarnada. ¡Qué cosas! ¿No?
También podremos escuchar que se ha hecho una
entrevista a corazón abierto a Contador, o sea, apenas llega a la meta, sin
darle tiempo a respirar.
¡Ah! La copa de la Champions League es la
orejona (por el tamaño y forma de sus asas.)
En la política. Se suele recurrir a la metáfora deportiva, taurina y, por desgracia
menos frecuente, literaria.
El empleo de metáfora
en el lenguaje político tiene como función elevar el potencial argumentativo.
Según Rodríguez
González, la importancia de la retórica ye n especial de la metáfora en el
discurso político persigue una doble finalidad: afán estético y didactismo.
Recuerdo con
nostalgia, las primeras sesiones del Parlamento que me encantaba escuchar por
el lenguaje. Entonces eran auténticos juegos de retórica y estilo. Alfonso Guerra,
Pilar Rahola, por ejemplo. Hoy escuchamos casi
exclusivamente insultos y exabruptos.
Según J.A. Díaz Rojo a través de las metáforas,
en el lenguaje político, se busca un fin “expresivo”, es decir, dar salida a
las emociones y otro “impresivo” o sea deslumbrar y convencer a la audiencia,
sobre todo, al contrario. Considera que habría que agregar otra finalidad,
según él no tan evidente, la manipulación.
Del mismo modo que hemos ido asociando las
metáforas coloquiales al mundo animal la naturaleza, etc. podríamos hacer con
las de la política según el concepto de ella con que se juegue en cada momento.
La política también se suele ver como un
edificio, un juego, una batalla, una enfermedad, etc. Algunos ejemplos:
Sentar
las bases, cimentar, o caminar sobre escombros, los bajos de la administración,
las cloacas del gobierno.
“Tal partido venció al otro”, “la política presta servicio a la sociedad” o
“vamos a luchar hasta ganar esta batalla” el paro es el enemigo a batir.
“Las reglas del juego”, “se está jugando la
última carta” o “el estado está moviendo las últimas piezas para ganar la
jugada”. mover piezas.
“El estado de la nación se encuentra en
pronóstico reservado”, o “el estado está cerrando las heridas de gobiernos
anteriores”. Crear un cordón sanitario.
Hemos
discutido a “uña de caballo”,
“romper la Constitución”, “rosario de casos”,
“España avanza con pie firme”, los que quieren romper España, España no se rompe, mi voto no es un cheque en
blanco, ley mordaza, soplan
vientos de cabio, enderezar el rumbo, tirar por la borda, brotes verdes,
producir frutos, final del túnel, un discurso con música agradable pero poca
letra, el zarpazo del terrorismo o del COVID, barrer las calles de delincuentes,
no efecto llamada sino trompetazo, terreno resbaladizo..
Cada cual
puede agregar las que guste con solo ver o escuchar noticias.
En los Medios de
Comunicación:
En
realidad, es en los Medios donde encontramos un gran número de metáforas. Unas
son propias, específicas, creados por ellos, pero también a través de ellos
conocemos las del deporte y las de la política. Como es natural también es
frecuente oír a los locutores de radio y contertulios metáforas propias del
habla coloquial.
Recojo
algunos ejemplos de los que me han parecido más significativos.
Creo
que esta la escuché en la radio:
La lengua es un arma de destrucción masiva.
“HB vendió Ternera a Interior.” ¡Fantástico!
¿Cómo la quieren sus Señorías, a la plancha, en su jugo…? Querían decir: J. Ternera delatado o
entregado por HHB a Interior. No sé si tomarlo como metáfora inintencionada o
frase desafortunada.
Detenciones
acordeónicas en la carretera,
La serpiente multicolor (los
ciclistas en fila por la carretera en una vuelta)
Diarrea mental, o menos
escatológica ensaladilla mental
campo de minas (una
situación bastante escabrosa),
terreno abonado (situación
propicia).
No olvidemos las ya casi olvidadas Telón de
acero, guerra fría,
«Esto es un agujero negro»
«Nos ha caído la noticia como un jarro de agua fría» .
Estar al borde del abismo; salir del atolladero
Dar la baza, perder
la partida o ir de farol; el fantasma de la guerra; surfear esta ola; la punta
del iceberg.
Intentar
ampliar el repertorio sería el cuento de nunca de acabar y como no querría
resultar prolija, lo dejo aquí. Creo que tenemos suficientes ejemplos.
Hay que tener en
cuenta que muchas de las metáforas que hemos reseñado son comunes a diferentes
niveles del lenguaje: político, medios incluso cotidianos.
Conclusión. Lakoff y
Johnson, señalan que las metáforas no
son un fenómeno meramente lingüístico, pues una de sus funciones primarias es
cognitiva. Por tanto, ocupan un lugar central en nuestra habla cotidiana.
Para concluir,
las metáforas conceptuales están profundamente arraigadas en los hablantes, que
no solo las utilizan por “economía lingüística”, sino como herramientas para
comprender el mundo que los rodea. La función de la metáfora es la de permitir
pensar en una cosa en términos de otra, para ayudar en el proceso de
comprensión.
Si a alguien le apetece, puede ampliar el repertorio.
Se puede consultar “usos metafóricos del lenguaje político español.” ..
!Qué lección magistral sobre las metáforas¡. No solo has anotado las literarias sino las que son fruto de tu observación cotidiana, en los medios de comunicación, en los deportes, en la vida diaria. Supongo que será el resultado de muchas horas de dedicación al tema. Yo recuerdo las que nos comentaba Baquero del cuerpo humano, concretamente los huesos del oído, martillo, yunque y estribo. Sigue por ese camino, que vas muy bien y tus seguidores te lo agradecemos.
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