Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

viernes, 1 de noviembre de 2024

 

  Como las gaviotas


"Quiso volar igual que las gaviotas,”


Quiso volar igual que las gaviotas y la llamaron loca.

 Quiso construir castillos que en el aire se mantuvieran y los derribó el viento. Quiso alas y le fueron cercenadas.

 Quiso libre ser, y una maraña de alambres y espinos que no le permitieron escapar, creció a su alrededor  

¡Quiso volar! ¡pobre loca!


 Quiso soñar y que “los sueños, sueños son”, descubrió

Soñó y constató que despertar es morir

Quiso amor y halló indiferencia

Quiso amar y encontró fraude

Quiso algo, excelente y descubrió mediocridad.

Buscó sabios a los que imitar y sólo intelectualoides halló.

¡Quiso volar! ¡pobre loca!


Ante tales decepciones

Voló, se elevó y a los cuerdos en tierra dejó.

Y construyó, en las nubes donde nadie podía llegar, castillos de ilusión. 

Y soñó con el amor y fue feliz en soledad.

Y fue amiga de las flores, los pájaros y las fuentes.

Y durmió acunada por la luna.

Y jugó con las estrellas.

Y llegó a ser sabia.

Y ¡Quiso volar! ¡pobre soñadora!

Y sí, voló. 

Y la llamaron loca

Nora Albátor

Este puede ser el último texto que aparezca en este blog. Gracias a quienes han tenido la gentileza de leerme.


jueves, 3 de octubre de 2024

  

 

    La casa soñada y quemada

Me iré. Abandonaré esta maldita casa. Pero antes arderá.

Estoy sola y mi corazón se debate entre la pena, la rabia, el sentimiento de liberación, incluso la culpa. Un infarto en el lugar de trabajo. ¿Cómo es posible? Jamás dijo que estuviera enfermo o se sintiera mal; jamás un posible indicio de enfermedad. O acaso yo no lo vi porque, como me decía a veces, no le hice el caso que merecía. Pero si me he desvivido por él, si solo he vivido por y para él. Además, si estaba enfermo ¿por qué se le ocurrió la idea de vivir en este lugar tan apartado, como apartados nosotros de cualquier otro ser humano? Estamos muy bien así solos, repetía una y otra vez. Por otro lado, debía suponer que ante un ataque yo no podría reaccionar debidamente según me había ido anulando. Porque eso fue lo que hizo, anularme. Me retiró de mi trabajo, me alejó de familia y amigos y no quiso hijos. ¿No los quiso o no podía tenerlos y, me culpaba “delicadamente” a mí? No te preocupes decía, el mundo está lleno de mujeres que no pueden ser madres y no se hunden en la miseria por ello. En realidad, si alguna vez propuse una visita al médico no le pareció necesario. Bien es cierto que desde el primer momento se negó a la presencia de niños en nuestra vida, pero, ya se sabe, la esperanza es lo último que se pierde. Y yo puedo decir que he vivido sola. Sí, con un señor que se hacía llamar marido, que incluso, a veces, me dedicaba un “cariño”, o niña mía; así, como a una niña, además boba, me trataba, me ha tratado siempre. Indicio de enfermedad cardiaca ¡no! imposible según su forma de practicar el sexo. Con entusiasmo según él, con energía, vigor…a lo bestia más bien; pues sí, el amor, la ternura, la delicadeza, el respeto se los llevó el diablo. Y yo sola, siempre sola con las plantas, las flores, el agua de la fuente…mis plantas, mis flores, mi fuente. 

La casa que un día creí mía y lo fue solo a medias. Aún recuerdo, como si fuera ayer, cuando vimos la casita y nos entusiasmó. Algo alejada del mundanal ruido, con espacio para un pequeño huerto y jardín, sin vecinos incordiantes. Algo idílico, tan bucólico, que me pareció un sueño llegar a verla mía. Luego vino el tú no vas a trabajar, no lo necesitas, la casa la mantengo yo; tú vivirás como una reina, ocupándote de mí y de la casa…y de tu jardín. Ya te traeré yo la compra.  ¿Qué más puedes pedir? ¡¿Qué más podía pedir!? Si yo me atrevía a decir que quizá necesitara ver a alguien… no digas bobadas, cariño; me verás a mí; nosotros no necesitamos a nadie. Viviremos felices solos dedicados el uno al otro. Lo haremos todo juntos. Solo nos separaremos las horas que yo esté en el trabajo que como estarás entretenida con tus cosas ni te enterarás de que estás sola. Verás. Será magnífico. Pero yo me asfixiaba y no tenía con quien desahogarme como no fueran las flores, los pájaros o la fuente. Qué pronto arruinó mis sueños, mis ilusiones, incluso mi amor. Así pasaban los días, las semanas, los meses y pasaron los años, ¡treinta! ¡Treinta años de mi vida tirados por la borda! Y hoy, aquí estoy sola, triste, ¿liberada? ¿Sé acaso cómo me siento? Sólo sé que me he de marchar.

No puedo seguir en esta casa en la que he sido desdichada, de la que no puedo guardar ni un hermoso recuerdo, a pesar de los ilusionados principios.

 Sí.

Me iré.

Abandonaré esta maldita casa.

 Antes la quemaré.

lunes, 16 de septiembre de 2024

 

  

Recordando un hermoso pasado (memorias)

Habida cuenta de que hay unas personitas que necesitan conocer mi vida, bien aconsejado, he decidido escribir mis memorias.

Benedetto sia ’l giorno, e ’l mese, e l’anno,

  Es lógico que empiece estas memorias con estos versos de Petrarca pues supuso el poeta, siempre, un lazo de unión con mi querida Irene. Esta mujer que ha reentrado en mi vida ahora que soy un viudo de 60 cumplidos

  Los versos del soneto de Petrarca me llevan directamente a tres momentos cruciales en mi vida y mi relación con Irene

Primer momento

No sé por qué recuerdo el primero como si lo estuviera viviendo ahora. Parece algo mágico.

En fin, a lo que iba. Un año, aquel en que empecé la carrera de Filosofía y Letras. Un mes, octubre, principio de curso. Un día, trece, en que vi por primera vez a Irene.

 Llegué a la Universidad con dos compañeros del colegio mayor con los que pasados los años mantendría una sincera y estrecha amistad. Al acercarnos al panel de información para enterarnos de los horarios y la clase a que debíamos acudir, encontramos un grupo de cuatro o cinco chicas. Estaban contentas, hablaban divertidas y casi al mismo tiempo todas. Jaime que parecía, de hecho, lo fue siempre, el más lanzado de los tres, se acercó y les preguntó si eran de primero. Una de ellas que también parecía la que llevaba la voz cantante contestó que sí, y preguntó a su vez. Jaime se enzarzó rápidamente en conversación con ella que explicó como se llamaba cada una y dio alguna explicación “poco adecuada”. Ésta, dijo señalando a la que tenían casi rodeada como si quisieran protegerla o esconderla, ¡a saber!, es Irene, la empollona del grupo. Ya lo veréis. Para ella solo existe el estudio. La aludida protestó ¡vaya, ya me has cargado el sambenito! Quedé prendado de aquella criatura. ¡Qué voz tan dulce, a pesar de que respondió molesta! Al girase para seguir camino vi sus ojos y pensé que jamás había visto ni vería unos ojos, una mirada así.

. La voz de Irene fue prácticamente lo único que pude disfrutar de ella durante los cinco cursos de la carrera. Yo no sabía qué hacer para conseguir un cierto acercamiento, hablar, aunque fuera unos segundos. Me di cuenta de que era tímida, prudente, callada y muy inteligente. No empollona. Lo que no comprendía era ese encierro a que la tenían prácticamente sometida las amigas. Llegamos a sospechar que tendría algún novio estudiando fuera, tal vez pariente de aquellas amigas tan protectoras. Todo aquello y, también mi timidez, todo hay que decirlo, contribuyó a ciertos malentendidos y a no encontrar las situaciones propicias para llegar a ella.

  No obstante, a veces conseguía que trabáramos una breve conversación. Siempre aprovechaba para preguntarle por el trabajo que llevábamos entre manos, para pedirle alguna ampliación sobre lo que había expuesto en clase. Fue precisamente su trabajo sobre Petrarca lo primero que me ayudó. Tal vez por eso el poeta fue siempre un nexo de unión entre nosotros.

Me quedé entusiasmado cuando ella presentó su trabajo. Hizo un comentario tan completo, tan ameno e interesante. Y. sobre todo, lo expuso de una forma que nos dejó a todos atónitos. Qué voz, qué entonación, qué lectura de poemas…Tantos años y no lo he olvidado. Está claro que algo había en Irene Solá que me fascinaba.

No me miraba y yo me moría por ver sus ojos de cerca, por ver su mirada confundida con la mía. Ya por fin lo he conseguido. Ahora que, con más de sesenta años, nos hemos reencontrado y hemos perdido ambos aquella tonta timidez.

Sólo, pues, podía disfrutar de su voz y sus manos. Irene mueve las manos cuando habla como si fueran las alas de una mariposa. Yo las miraba y soñaba con poder rozar un poco una de aquellas, de estas, maravillosas manos.

  Precisamente un gesto y otra vez las manos por medio, fue lo que llevé grabado en el alma mucho tiempo, tal vez toda la vida, aunque sin saberlo. Fue nuestra despedida en la facultad. Ella, para mi sorpresa, también recuerda aquel momento. Yo tendí mi mano para despedirme, pero no pude evitar coger la suya con las dos mías. No la retiró. Es más, por primera vez me dirigió una mirada rápida, casi furtiva que no he olvidado. Ella recuerda, dice, que mis manos ardían.

Segundo momento

Fue cuando mi hija insistió en que visitara a sus tíos, mis cuñados (mi cuñada, hermana de mi difunta esposa, es psicóloga), a ver si me hacían

el primer encuentro y disfruto de sus dulces, bonitas y acariciadoras manos de hada. reaccionar y conseguía volver a vivir tras la muerte de Margaret.

Ya cerca de la hora de la cena, estábamos en el salón charlando mis cuñaos y yo, cuando a las diez en punto sonó el timbre de la puerta. Jeannette que estaba enzarzada contándome no recuerdo qué dijo: es Irene, ella tan puntual siempre, ¿le abres tú, Paul? Oír el nombre y lo de la puntualidad fue como si algo dentro de mí se hubiera movido. Abre Paul y una voz desde el pasillo dice: dejo el postre en la cocina y me quito el abrigo. ¡La voz de Irene! ¡No es posible! Fue oírla y dar un salto en la silla. ¡Poco se ha reído Jeannette con esta reacción mía!

El caso es que cuando Irene apareció en el salón yo salía hacia ella con los brazos abiertos, como un zombi, la vi y no pude contenerme la abracé al mismo tiempo que exclamaba ¿Irene Solá? ¡Irene! ¿Es posible? te casaste. ¿tienes hijos, nietos? En mi vida me había visto en una situación así. Lo más bonito es que ella reaccionó igual. Me reconoció al instante y con toda naturalidad me abrazó y contestó: no me casé. No seré antepasada de nadie. Hice oposiciones, saqué la cátedra y me fui a Soria.

 A partir de esa noche, pasaron muchas cosas, que iré contando, recuperamos la amistad del pasado, sufrimos por no atrevernos a rehacer nuestras vidas y ser felices, pasamos momentos mágicos y por fin…

Hace ya meses que convivimos. Ella y mis cuñados me han animado a escribir mis memorias y en ello estoy.

Sobre todo, hoy somos muy felices. Por fin me mira y puedo contemplar aquellos ojos y mirada que me fascinaron en

Hubo un tercer momento, Petrarca incluido, pero ese me lo reservo.

jueves, 27 de junio de 2024

 

 

El primer diario de Irene

Día 31 de diciembre de 1951

¡Hola diario!: Soy Irene. Hoy es el primer día que escribo en un diario, bueno, en el mío. Me lo han regalado mis hermanos mayores por mi cumpleaños. Cumplo nueve, ¿sabes?

Marisa dice que es para escribir mi vida o lo que yo quiera contar y recordar de mi vida. Dice que un diario es un amigo que siempre te escucha y nunca te riñe por lo que haces ni por lo que piensas.

¿Tendrá mi hermana también un diario? Se lo podría preguntar, pero a lo mejor no me lo quiere decir.

Me parece que Marisa no piensa, como mis padres, que soy algo torpe, despistada dicen, pero yo sé que quieren decir torpe, y que no me entero de nada.

Bueno, ya te iré contando cosas que ahora tengo que ir a dormir a Miguelín. Él es mi hermanito pequeño, tiene cuatro años y no se duerme si no es cogidito de mi mano. ¡Es más rico! Ya te iré contando cosas de él y de toda la familia.

Se me olvidaba. He tenido otros regalos. Mis papis me han regalado un libro que se llama “Mari Sol colegiala” creo que me va a gustar. No he podido leerlo aún porque he estado muy ocupada todo el día.

En mi cumpleaños, normalmente tengo pocos regalos porque cae cinco días antes de los reyes Magos y ¡Claro…!

¡Hasta mañana! Buenas noches, diario.

sábado, 15 de junio de 2024


   NECESITABAN UNA FAMILIA

 Habían pasado dos años de la canallada de Juan y Lucrecia. Arturo y Sofía intentaban superar el golpe y rehacer su amistad de tantos años. Los hijos de uno y otra, parecía que habían superado la pérdida, el abandono más bien, de sus respectivos madre y padre.

Una tarde en que los cuatro niños se había reunido a merendar en casa de Sofía…

_Uy, qué caras. ¿Qué pasa?

_Sofía, queremos hablar contigo de una cosa muy importante. Hemos hablado y hemos pensado que…bueno, los abuelos, todos, ya lo saben y les parece perfecto. Ahora falta qué vas a decir tú.

_A ver, a ver ¿Qué os traéis entre manos?, me estáis asustando.

_Verás, Sofía, dice el mayor de Arturo, es el caso que nosotros, lo sabemos todo. Además, necesitamos una mamá y tus hijos un papá y hemos pensado que…

_ ¿Estoy oyendo bien? ¿Es lo que parece?

_Sí. Nos gustas como madre y a ellos les gusta mi padre. ¿No podríais casaros y así todos seríamos felices? Tú nos quieres y no nos abandonarías nunca y mi padre también quiere a Juansal y Nico y no se irá nunca con otra señora. Y vosotros, a lo mejor también os queréis un poco ¿No?

_ ¿Habéis hablado de esto con los abuelos y con Arturo? Y todos están de acuerdo. Solo falto yo. ¿por qué yo la última en enterarme de este enredo?

_Es que dicen que te vas a asustar, pero además que eres la más importante, la que ha de decidir.

_ ¡Decidir! Vale. La idea es muy bonita. Me hace feliz que me queráis como madre pues yo os quiero mucho y lo sabéis. También que mis hijos elijan como padre a Arturo pues es el mejor que podrían tener. Pero… no puedo contestar hasta hablar detenidamente con Arturo y con todos esos abuelos que están confabulados con vosotros. Habréis de tener un poquito de paciencia. ¿seréis capaces de darme un tiempo?

_ ¡Uuuuf! Claro. Pero no nos dices que no ¿verdad?

_ ¡Mamáááá! Suspiran cuatro vocecitas ansiosas.

_Qué bichos sois. Abraza a los cuatro y los besa.  No digo que no ni que sí. De momento.

sábado, 1 de junio de 2024

 

 

 COLOQUIO IMAGINADO ENTRE DOS REINAS QUE NO LO PUDIERON SER

 Como las heroínas de la literatura clásica, se encuentran, paseando por los jardines del edén, dos mujeres que fueron reinas y víctimas. Reinas en el corazón de dos reyes, y víctimas de las envidias, de otras mujeres.

Son doña Leonor de Guzmán y doña María de Padilla. Las distancian 24 años. No obstante, las unen las circunstancias de sus vidas.

Pedro I conoció a María de Padilla en el verano de 1352.Hasta1359 tuvieron cuatro hijos.

_Pero vos le disteis a D. Alfonso diez hijos y yo solo cuatro.

_Criatura, si le disteis cuatro hijos en menos de seis años. Y no le disteis más a causa de vuestra prematura muerte. Prematura y sospechosa. Porque eso de su dolencia que dice el cronista, no era muy creíble, máxime cuando de la misma extraña dolencia murió poco después vuestro hijo. Qué curioso, cuando D. Pedro acababa de declararlo hijo legítimo y por tanto heredero al trono.

_ ¿Pensáis que nos pudieron asesinar? ¿Quién nos odiaba tanto? Yo no hice daño a nadie ni otra cosa que amar con locura a Pedro. Claro que mi hijo como heredero sí podía tener enemigos…

_Sí. Pero os aseguro que, en ese crimen, si como sospecho lo hubo, no intervinieron mis hijos. Aunque no sé, llegado el omento qué habrían hecho, al menos Enrique. El caso es que Pedro que no quería dejar a sus hijos en la situación que él había vivido con sus hermanos bastardos, en cierto modo al declarar a Alfonso heredero firmó su sentencia de muerte.

_Yo puedo comprender que otras mujeres aspiraran al amor de Pedro por ser el rey de Castilla, sobre todo, aunque también porque gustaba…tenía unos ojos tan hermosos …y por otras cosas, claro. Pero yo no me interpuse jamás entre ellas y el rey; yo comprendí que debiera casarse, incluso le perdonaba sus deslices amorosos porque siempre volvía a mí y era dulce, cariñoso, me quería. Creo.

_Claro que os quería. Lo que ocurre es que su afición al sexo, que no al amor, era casi enfermiza. A vos os quería, os adoraba, os lloró como pocos hombres lo habrán hecho y tratándose de él …Pero vos erais, en cierto modo, una niña. Dulce, cariñosa, adorable pero las otras le daban la pasión, que como hombre algo lujurioso necesitaba. Pero el amor fue siempre para vos.

_Veo que en estos asuntos sois algo sabia. En vuestro caso, aun dentro del parecido, tengo la impresión de que hay algo diferente.

_Claro, niña. Yo he sido una mujer ambiciosa, dura, supe darle a Alfonso lo que necesitaba, incluso los hijos de ambos sexos que su esposa legítima no le daba. Cuando nacieron Pedro y su hermano yo sentí mucha rabia, y luché para que mis hijos quedaran debidamente situados. Luego, bien es cierto que soñé con ver a Enrique rey de Castilla, pero jamás le habría aconsejado, ni insinuado que matara a su hermano.

_Pero, los hermanos ¿se odiaron siempre?

_Creo recordar que no. Pedro, perdonó más de una vez las traiciones de sus hermanos. Quien provocó ese odio mortal fue Doña maría de Portugal, la esposa y madre de reyes. Ella y Alburquerque infundían en el ánimo de D. Pedro las sospechas de traiciones por todos lados. Ellos decidieron mi muerte de la que luego culparon al rey. Se la imputaron como muchas otras acciones desdichadas de D. Pedro que en sus manos era casi un títere. Lo manipularon hasta la saciedad. Ellos hicieron de tu querido Pedro, ese personaje cruel del que hablan algunos cronistas. Pero él fue sencillamente un hombre de su tiempo. No eran, ni fueron, mucho mejores otros de sus contemporáneos, ni algunos cristianísimos posteriores.

 Este supuesto diálogo está inspirado en textos históricos rastreados en Internet y en la trilogía sobre “Pedro I. Reyes y bastardos”

miércoles, 15 de mayo de 2024

  

NO QUERÍA SER ESPANTAPÁJAROS

¡No quiero ser un espantapájaros!!

Quiero ser el amigo de todos los animales, sobre todo de los simpáticos pajarillos.

Quiero ser como esos árboles en cuyas ramas se refugian para dormir.

Querría poder darles parte de mí como alimento: una flor, una fruta…

Querría cobijarlos cuando llueve, entre mis ropajes…

He de inventar la forma de solucionar este problema.

He de conseguir que no se coman el grano de mis amigos los hombres, pero sin asustarlos.

Ahora, veo que, a pesar de mi aspecto, no se asustan y se detienen sobre mis andrajos.

Claro, ¡ya lo tengo! Como mi ropa recoge briznas de hierba y semillas ellos acuden a comerlas.

Me quedaré quietecito y así no se marcharán, me querrán, dormirán en mis hombros y en mi sombreo.

Seré un espantapájaros muy raro. Cumpliré mi cometido, pero sin hacer honor a mi nombre

Somnoroase păsărele /…/Se ascund în rămurele /Noapte bună!


miércoles, 1 de mayo de 2024

 

  

EL PROBLEMA FINAL Pérez-Reverte

Introducción.

Habrá quien al leer esta novela piense que la literatura debe mucho al cine. No

tanto, diríamos. Quizá al revés…El cine se lo debe casi todo, o tal vez todo, a la novela.

Quizá no deberíamos olvidar la intertextualidad entre las artes. Pintura y poesía; música y poesía; cine y novela…

Centrémonos ahora en la relación cine y literatura.

En alguna ocasión dijo Carme Martín Gaite: “Siempre he pensado que la relación entre cine y literatura es como la del hijo y la madre, por muy unidos que estén, no siempre se llevan bien. A veces quieren imponerse uno a otro y se establece el conflicto. Yo creo que hoy el hijo quiere imponerse a la madre y en muchos escritores lo ha conseguido.”

 Efectivamente el cine ha recibido de la literatura relatos, argumentos, formas y estilos. No solo esto, también técnicas: el flas back, la pantalla partida, todos los tipos de planos.

 Así mismo, la literatura, en los últimos tiempos, recibe del cine, de forma más o menos consciente, otros modos de mirar, una concepción narrativa distinta…

 Tanto una como  otro buscan la expresividad mediante imágenes. Visuales montadas, el cine; recursos literarios como la metáfora, la comparación, la alegoría …la literatura.

 En cuanto a la dependencia del cine respecto a la literatura cabría recordar las palabras de Virginia Woolf, acerca de que el cine debe dejar de ser un parásito de la literatura y pasar a   tener una entidad propia.

 A lo largo de la historia del cine ha habido influencias sobre sus modos narrativos que fueron tomados de la literatura y esta a su vez ha recibido influencias del primero.

 Es en el modo de contar donde se pueden descubrir semejanzas y diferencias.

Ambos lenguajes establecen discursos figurativos: mientras las imágenes fílmicas son esencialmente figurativas, un texto literario sugiere imágenes mentales. Y esto constituye la diferencia esencial entre ambos lenguajes: la que separa la “imagen visual” de la “imagen mental”.

El cine cuenta con imágenes y la novela con palabras. la novela es medio lingüístico y el cine, medio visual,

Las teorías fílmicas tradicionales han establecido los siguientes campos de determinación diferentes entre cine y novela:

Define el cine como: reflejo objetivo de la realidad; arte del espacio; utiliza la metonimia.

La novela en cambio supone interioridad subjetiva; es arte del tiempo y utiliza la metáfora

 

  El caso que nos ocupa, tal vez, demuestra ese maridaje cine-novela o ese retroalimentarse (se ayudan, se transmiten ideas, técnicas, imágenes…)

Encontraremos en esta novela, literatura y cine; novela policiaca y metaliteratura.

Parte el autor de una fusión cine y literatura: la serie sobre Sherlock Holmes   de Conan Doyle y las películas realizadas con ella.

La acción en 1960

La historia está narrada en primera persona por un actor, Basil Hopalong (Ormond) inspirado en el actor Basil Rathbone (recordado por su papel protagonista como Sherlock Holmes en catorce películas rodadas entre 1939 y 1946) al que dedica la obra.

Recurriendo a ese maridaje literatura y cine de que hemos hablado, cabría, tal vez insistir, en que los personajes de la historia conocen más y mejor al Holmes cinematográfico que al novelístico:” ¡Oh, sí, dijo ella, el señor Sherlock  Holmes en persona…” ¿Podría ser una alusión a la pérdida de interés del público por la lectura a favor del cine?

Cada capítulo lleva un título alusivo al problema que se va a plantear en él, que casi siempre se relaciona con casos, y se inicia con frases de los diferentes relatos de Sherlock Holmes alusivos al tema del capítulo o situación relacionada con los acontecimientos.

Pérez - Reverte juega en esta novela a mezclar cine, literatura y realidad. Y, tal vez, quiera en algún momento demostrar la intensidad con que la ficción puede actuar sobre los seres humanos, al hacer que los personajes lleguen a pensar que el actor es en realidad el detective que recuerdan de las películas.

Aunque escrita en primera persona, es Basil quien cuenta los acontecimientos en los que se ve envuelto, casi toda la novela es un diálogo entre el actor y Foxá, un escritor de novela negra o de intriga. ¿Ente de ficción o inspirado en un personaje real? No lo sé.

En este diálogo podríamos distinguir tres apartados. Por un lado, los vemos hablar amistosamente sobre temas más o menos triviales, por ejemplo, las mujeres, su vida y gustos…En segundo lugar sobre literatura y cine, dos temas presentes en toda la novela. En tercero acerca de todo lo concerniente a los sucesos, tres muertes, supuestos asesinatos que, como si fueran detectives se ven obligados a intentar esclarecer.

Los del primer plano, carecen de importancia. Se podría destacar que casi se nos da a conocer la vida artística del actor, todas las películas en que participó, además de las de Sherlock Holmes, los actores y actrices con quienes coincidió y mantuvo cierta amistad, o sea casi la biografía profesional de Basil. Algo aporta Foxá también de tipo personal.  

Es en sus coloquios sobre literatura y cine donde se encuentran las ideas fundamentales que el autor parece haber querido desarrollar en la novela. Si el actor es un conocedor profundo de la obra de Doyle, que casi podría repetir frase por frase, Foxá se revela como un admirador y lector de su obra desde la infancia. Confiesa haber vivido con el detective durante quince años.

Abordarán el tema general de la novela policiaca, con citas, literarias y cinematográficas, de autores (Agatha Christie, por ejemplo), y pasando revista a casi todo el cine del género.

Metaliteratura, algo que solemos encontrar en varias novelas de Pérez-Reverte. En el caso que nos ocupa, en torno a las novelas policiacas. Diferencia entre novela policiaca y novela negra. Un poco de crítica literaria…No deberíamos pensar que los personajes se resignan a permanecer encerrados dentro de los libros. Descubren ciertos trucos de la novela policiaca, por ejemplo, que en ella existen pistas trampa para jugar con el lector que acertará o se equivocará pues, evidentemente, querrá descubrir al asesino por su cuenta. Lo importante no es iluminar al lector sino cegarlo.

  No obstante, comentan que si la novela está bien construida será imposible que el lector descubra al culpable antes que el detective.

Insistirán en que en todo relato policiaco se dan tres misterios: quién es el culpable, cómo lo hizo y por qué. Y ese debe ser el orden para descifrarlos. Si el lector se encuentra con un crimen que parece irresoluble, estamos ante el hecho de que el autor ha omitido algún detalle esencial.

Dan en sus diálogos, uno como escritor, otro como actor que ha tenido que leer muchas veces y a fondo el papel que debía representar, mucha importancia a la actitud del lector. Podría esto ilustrarnos acerca de lo que piensa Pérez-Reverte como escritor respecto al posible lector. O sea, la relación escritor -lector, en la que es posible que casi nunca nos detengamos. Reflexionan los dos personajes sobre el hecho de que en la literatura o en la narrativa, en la novela policiaca, en este caso, el auténtico duelo se produce entre el autor y el lector. No entre el asesino y el detective. Es la lucha entre la imaginación del lector y la del novelista. Como decía, estas ideas son aplicables a cualquier género narrativo, no solo el policiaco. Incluso podríamos ampliarlo al cine y la televisión (telenovelas, series).

Concluyen en algún momento que un lector demasiado analítico es un peligro para el autor.

En otro orden de cosas, Basil, desde el punto de vista de su profesión, hablará de la relación que se establece entre actor y personaje. Por ejemplo, insiste en que hay que leer bien para entrar a fondo en el personaje. Pero sin olvidar que los personajes, aunque durante un tiempo te habiten, acabarán marchándose mientras el actor, el buen actor se entiende, permanecerá.

No obstante, alude al peligro que encierra representar durante demasiado tiempo al mismo personaje, que como le ha ocurrido a él, el personaje acabe con el actor. Él, desilusionado siente que Sherlock Holmes como si más bien fuera Moriarty, ha acabado con Basil Hopalong

Hemos visto como al aparecer en el hotel todos reconocen al personaje no a la persona. Es un fenómeno que suele darse con frecuencia, no solo en el cine sino, tal vez con más facilidad en el caso de las series televisivas. Algún actor se ha lamentado precisamente de este hecho, de que casi pierden su personalidad, razón por la cual, a veces, aunque estén disfrutando con el trabajo en una serie, la abandonan.

Esto nos lleva a otro de los temas abordados, sobre todo por Basil, el de la televisión en la que ha acabado refugiándose al haber sido casi olvidado por el cine. Es, por otro lado, un hecho constatable actualmente en la vida real. La televisión, según Basil está adueñándose de todo.

 Tres crímenes sin resolver.

El tercer plano lo ocupa la tarea detectivesca que se ven obligados a realizar ante los sucesos terribles que rompen la calma del hotel. Se trata de tres muertes misteriosas, posibles asesinatos que no se aclararán.

Hay que hacer notar que los coloquios de los que hemos hablado anteriormente se dan mezclados con los que se producirán en este que hemos llamado tercer plano. Se han deslindado por pedagogía.

Encontraremos ahora a todos los personajes que se alojan en el hotel, más la dueña y el servicio.

A raíz de la aparición del primer cadáver, los habitantes del hotel deciden que puesto que está entre ellos Sherlock Holmes que se haga cargo de la investigación.

Ya hemos señalado anteriormente la intensidad con que la ficción puede actuar sobre los seres humanos, al hacer que lleguen a pensar que el actor es en realidad el detective que recuerdan de las películas: ¡Oh, si, dijo ella, el señor Sherlock Holmes! en persona…

Ahora es cuando da comienzo la novela policiaca con que nos deleita esta vez Pérez-Reverte. Esta es la razón de que cada capítulo lleve un título alusivo a la situación y, a veces, a casos de la serie holmeriana, así como encabezados con frases tomadas de la obra de Doyle.

Basil y Foxá se verán obligados a jugar a ser Holmes y Watson. Muchos de los diálogos sobre el género policiaco que hemos recogido más arriba se dan en relación con estos episodios. Las situaciones serán a veces ridículas, o encerrarán sospechas tan generalizadas que todos y cada uno de los huéspedes, más el personal de hotel, podrían ser el asesino.

 Cabe, por último, detenernos en la descripción de los personajes. A veces auténticos retratos.

Destacaría el autorretrato de Basil, el protagonista. Empieza por la edad, estatura, el aspecto aún joven de su cuerpo (vientre plano), las leves arrugas de los ojos, el rictus ya de fatiga, color y aspecto de los ojos (oscuros y saltones), para terminar, haciendo mención de su carisma (casi de personaje de leyenda).

En cuanto al resto de los personajes insiste generalmente en los ojos, color forma aspecto… Grandes y oscuros, grises o azules; o tranquilos

Sigue una técnica distinta para los masculinos y los femeninos. En cuanto a los primeros destaca la envergadura, el aspecto general y lo que este sugiere valiéndose de comparaciones, como adjudicar a Malerba aspecto mefistofélico; o de rufián de cine mudo, o con aire de galán cinematográfico; corpulento y sanguíneo, otro; bajo y grueso; delgado; y otro más con manos de campesino o mano vigorosa. El color de la tez o el pelo y las cejas.

Todos, detalles que contribuyen a conferirles un carácter y personalidad determinados.

En lo que a las mujeres se refiere, insistirá en los rasgos físicos característicamente femeninos. Aparte los ojos, las piernas, la boca, el atractivo físico general, también el cabello y su modo de moverse o de desplazarse como Evangelia que anda silenciosa como una gata. Más algo que denote un rasgo de su carácter.

Estos retratos podrían completarse observando la actitud, los comentarios y acciones de cada personaje. Así Basil y Foxá quedan perfectamente definidos a través de sus diálogos, mediante los cuales conocemos su carácter, su modo pensar y entender el mundo, la vida, la literatura, el cine…

Hemos hablado al principio de como el cine ha recibido de la literatura no solo relatos, argumentos, formas y estilos sino también técnicas: el flas back, la pantalla partida, todos los tipos de planos. Hoy al leer una novela tal vez la mayor parte de los lectores se inclinen por pensar que en ella hay mucho cine. Así, también en esta, y con frecuencia en nuestro autor, encontraremos escenas que nos remiten al cine: la postura de una mano sujetando un cigarrillo o una copa, un primer plano en la descripción de unos ojos, un plano general…

Es así. No obstante, todo esto estaba ya en la narrativa, antes incluso de la novela, muy anterior al cine.

Me abstengo de reproducir fragmentos textuales pues es sabido que no se debe hacer. A pesar de que este texto no irá muy lejos. Mejor respetar las normas. Además, es bueno que el lector que se acerque a la novela intente encontrar esos detalles que se apuntan.

lunes, 15 de abril de 2024

 

 

 Pérdida inasumible

Nunca se van del alma quienes hicieron magia en nuestra vida (El Principito)

 Apenas unos días después de la trágica pérdida de su fraternal amigo Óscar, decidieron revisar sus recuerdos y encontraron una entrañable carta,

Como en las películas, si estáis leyendo esta carta será porque yo

ya no estaré con vosotros.

Apenas leídas las primeras frases, Viki rompe en un llanto desconsolado. Álvaro traga saliva. No quiere llorar, pero la pena lo ahoga. Poco a poco consigue reponerse y petición de Viki lee.

No querría causaros dolor, sólo deseo que sepáis lo mucho que os quiero y agradezco vuestra compañía, y comprensión; vuestro cariño. Tal vez me avergüenza que me veáis demasiado sentimental y por eso prefiero que sepáis, cuando ya no esté, lo que siento por vosotros. Más de una vez os he dicho que me habéis dado la vida, que sois mi familia y lo repito. No sé cuánto tiempo podré disfrutar de vuestra compañía. Querría que si un día el amor y la necesidad de ser madre o padre llama a vuestra puerta no se la cerréis. ¡Me gustaría tanto veros construir, como lo hacéis con los edificios, una familia como la que yo habría intentado crear si natura no hubiera sido tan cruel conmigo! Viki, tú serás la madre más maravillosa del mundo, cariñosa, dulce…y tú, Álvaro un padre excepcional. No en vano habéis tenido el ejemplo de la familia que os vio crecer. No me importaría veros salir hacia ese destino aun a costa de quedarme solo pues sé que, aun así, no me abandonaríais.

Chicos, siento si os he ocasionado dolor con estas letras. Sé que

me perdonaréis porque me queréis como nadie me ha querido jamás,

Os estaré eternamente ¡que paradoja! Agradecido.

Un fuerte abrazo a tres bandas.

 Vuestro siempre, Óscar.

Acabada la lectura los dos amigos, llorando se funden en un abrazo.

lunes, 1 de abril de 2024

 

    

La última función (Landero)

Para el lector habitual, medio, puede ser una obra entretenida, que se lee bien y de una tirada porque Landero escribe bien.

Para un lector ávido de hallar algo profundo en la obra hay mucha materia en la que detenerse.

Podría iniciarse el análisis caminando de lo general a lo particular.

Una vista panorámica y general de la novela nos lleva, casi de inmediato, al posible deseo de hacer un homenaje a García Lorca. Son muchos los momentos en que la historia contada nos conduce al poeta y dramaturgo granadino: citas de sus obras, referencias directas al poeta, y otros factores que se irán analizando a lo largo de este breve comentario crítico.

Subyace también la idea calderoniana de que la vida es sueño y el mundo un teatro.

Por otro lado ,la problemática de los pueblos vaciados que confían su salvación al turismo.

Todo ello se nos da a través de los personajes, como suele ocurrir con las buenas novelas. La autoridad paterna, las ilusiones perdidas, el amor, el arte, la actitud del actor, los libros…

Sin dejar, en cierto modo, lo general, cabría señalar que todos los personajes se conducen a lo largo de sus vidas, deambulando entre “la realidad y el deseo” como en “La casa de Bernarda Alba”.

La obra, como si fuera un drama, se estructura en actos.: dos, divididos en partes que podríamos considerar escenas.

 El primero, constituye el planteamiento. Presentación del lugar donde va a tener lugar la acción, de personajes (Tito, Paula, D. Ángel Cuervo) con momentos tanto de analepsis (retrospección de los hechos) como prolepsis. (interrumpe la narración para llevar al lector al futuro.)

Vayamos, en este sentido, pasando a lo particular, al caso de cada personaje.

Empecemos por el maestro que tuvo en su infancia Tito, el protagonista. Representa al enseñante vocacional. Se hace maestro con el deseo de ayudar a niños que sientan ansias de saber, de hacer algo especial, de aprovechar alguna cualidad que les concedió natura. La realidad lo abruma y desilusiona, casi lo deprime. Pero, por fin llega Tito, un alumno con unas dotes excepcionales a causa de su voz y de su ambición por hacer algo especial en la vida. Este alumno colma sus ansias, sus sueños. Concluye que aquel niño era su obra, como ese profesor que a fin de curso piensa que se conforma con poder dar un diez a uno solo de sus alumnos, o que alguno siga su línea, su rastro, tal vez, entre más de cien.

Hemos nombrado a Tito. A través de él siempre estará presente la obra de García Lorca, desde sus comienzos hasta “Poeta en nueva York”. Vocacionalmente se inclina por el mundo del arte. Su deseo gira en torno a cualquier aspecto artístico: escribir, actuar, montar obras teatrales, sencillas, atractivas, populares llevarlas (como Lorca) por los pueblos. Pero su padre, descrito con detalle, tiene otros proyectos para él, abriga otras esperanzas más materiales, positivas al menos económicamente hablando. La realidad se impone. Acabará dirigiendo la gestoría del padre, pero luchará toda su vida por mantenerse unido al mundo del arte. Acabará llevando, en cierto modo, una doble vida. También con este personaje hace el autor un guiño a Machado al hablar de su “torpe aliño”.

Paula a la que conocemos cuando se ha confundido de tren o de estación. Un claro símbolo de la lucha humana por encontrar su destino. También ella se debate entre, en este caso, la ciencia y el arte. La vida la lleva a enfrentarse a una realidad que la irá abrumando primero, casi anulando después…mientras ella sigue soñando, con el vivo deseo de encontrar su camino, de ser ELLA. ¿lo será convertida en Claudia por obra y gracia de la imaginación humana?  La estación donde se apea, un apeadero casi desierto que podría recordar el de Toro. A partir de ahí vivirá entre la sensación de soñar y la realidad absolutamente palpable.

Cualquiera de estos personajes, sus vidas, sus ansias de ser algo distinto a lo que les impone la realidad podríamos ser uno de nosotros. Dicho sea de paso, algo que suele ocurrir con todos, o casi, los del autor.

 En cuanto a los temas, es curiosa la visión que de los libros ofrece Tito en una de sus representaciones.

Aparece disfrazado de enorme libro y se queja del trato que recibe.  Hace notar lo difícil que es la vida de un libro. No obstante, se podría objetar que su queja debería ir encaminada al uso inadecuado que recibe, no material sino intelectualmente. Por ejemplo, se queja de que algunos lectores lo subrayan. Eso debería alegrarlo porque sería indicio de que lo leen con detenimiento buscando extraer de sus páginas toda su esencia sin quedarse en la mera superficie.

 Segundo acto

Sigue la historia de Tito y aparecen nuevos personajes, secundarios estos. También soñadores, ilusos, pesimistas, silenciosos, de todo hay.

Destacan: Francis Pinto ¿periodista?, Quinito Maya y Regina Casal.

Quinito se debate entre la literatura, la tienda de su madre y heredar el oficio de su padre. Todo más fácil que conseguir ser un buen escritor, con un estilo digno, etc. Aprovecha aquí el auto para hablar de lo que se necesita para ser escritor. A través de Quinito y su profesor de Lengua D. Leandro (Landero) Lobato.

Regina es diplomada en turismo. Considera, algo muy frecuente hoy, que el turismo es la salvación de pueblos vaciados como este.

Todo el acto gira en torno a la posibilidad de retomar el festejo de la Santa Niña Rosalba, como salvación para el pueblo. Reaparición de Paula, convertida en Claudia. Los ensayos y la obra y festejos aledaños.

Por fin, un final algo abrupto.

En cuanto al estilo cabría señalar metáforas, comparaciones, lenguaje sencillo pero poético a veces.

Destacaría el detalle en las descripciones. Se detiene mucho en la vestimenta, los ojos, la estatura, la forma de la cara. Toda suerte de detalles, en sus acciones más frecuentes, su forma de gesticular etc. A veces nos parece estar ante una acotación teatral o una escena cinematográfica.

Una idea que tal vez podríamos aplicar no solo a la literatura sino también a la vida es que, aunque haya muchas historias, en realidad todas son la misma pero contadas de forma distinta. De hecho, en esta hay algo que nos recuerda alguna de sus otras novelas, algún personaje que pasa por vicisitudes parecidas.

En fin, una novela digna de ser leída, como todo lo que escribe este autor. De la que se podría decir mucho más pero no es este lugar una tesis doctoral ni quien escribe está en situación de hacerla