Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 20 de junio de 2012

Otra vuelta de tuerca III


Otra vuelta de tuerca III


Ambientación y descripciones.-

     La ambientación es puramente romántica. Un caserón casi castillo con sus torreones y todo, un lago casi cenagoso , naturaleza casi salvaje, repentinos vendavales que mueven las cortinas introduciéndonos en la escena de terror, velas que se apagan, impresionantes noches de luna y la presencia casi constante, de una u otra forma, de la muerte.
Aquí lato la foto fantástica II


 
Interpretaciones.-

     Decía Unamuno que la novela no la hace el novelista, la hace el lector  y qué razón tenía.

   Eric Solomon  venía a decir que OTRA VUELTA DE TUERCA es una historia tan rica en posibilidades, que cada lector ha de hacer su propia lectura….La suya es que "se trata simplemente de un caso criminal, de un relato de serie negra…, bajo la apariencia de muertes accidentales se han cometido muchos crímenes: Quint, la señorita Jessel y por último el pequeño Miles….el asesino, la señora Grose, por celos."
      
     Ya hemos señalado antes los indicios que apuntaban a la señora Grose como autora de dos crímenes, pero no queda claro,  creo yo,  y menos aún que haya matado al niño. Con todo, podría ser.

     Edmund Wilson dio en los años treinta una interpretación freudiana de la obra. Considera que la institutriz era una mujer neurótica, una solterona reprimida…….no se trata, pues, de una historia de fantasmas sino de un relato psicológico, del análisis de una mujer mentalmente desequilibrada.

     Estoy, hasta cierto punto de acuerdo, en la interpretación psicológica pero no en que la institutriz sea una solterona reprimida pues varias veces en la obra se habla de una joven bonita. Que se enamora del amo, así parece, pero que todo lo demás sea producto de su neurosis……más bien de su imaginación y de los miedos que pudo producir en ella el caserón, el ambiente y la responsabilidad….

     Ramón Buckley considera que el punto de partida para la interpretación de la obra debe ser la figura de la institutriz. Parte de la idea de que James era un gran teórico de la novela y como tal tenía siempre muy en cuenta el punto de vista desde el cual  narraba su historia. Que había señalado en su TEORÍA DE LA NOVELA que cuando se escribía en primera persona "el narrador no solo es el sujeto, sino también el objeto de la narración" O sea que la institutriz se está narrando a sí misma.
      
     Le da el crítico una buena vuelta de tuerca al relato convirtiéndolo en un análisis psicológico de tipo freudiano y terrorífico. Quin, alter ego del amo al que se parece y de quien se ha enamorada la institutriz; Jessel, algo similar respecto a la protagonista; la relación entre ambos, la degradación del amor platónico que la institutriz siente por el amo. Los fantasmas son, pues, nos dice, representaciones del trasmundo, del subconsciente, de la "otra realidad" que todos llevamos dentro. Y concluye: no es ni más ni menos que una escalofriante novela de terror.

     Como no creo en los fantasmas me inclino por la metáfora de los fantasmas internos de la protagonista, de esos que todos  arrastramos aunque no lleven cadena (a veces sí) ni nos asunten apareciéndosenos por los rincones. ¿No cabría pensar que inventó una historia partiendo de una realidad que pudo ser traumática pero que ella la recupera años después y la transforma en la metáfora de una pesadilla vivida? No tenía por qué haber fantasmas reales, esos fantasmas que ahora inventa son sus múltiples responsabilidades, tener que educar y dar cariño a unos  niños tal vez difíciles, ese miedo a perder el trabajo si no lo hacía bien o peor aún a perjudicar a los niños si equivocaba el camino para su educación, siendo así que no tenía a nadie en quien apoyarse ni a quien  consultar.

     Más que terror, yo veo intriga, misterio….Aunque tal vez sea ,simplemente ,un divertimento del autor, eso sí, un magnífico divertimento.


Otra vuelta de tuerca y el cine.-

     Las descripciones de paisajes, ambientes, personajes, expresiones faciales…son tan completas, tan detalladas que pueden ser lo que más contribuye a la facilidad para llevar  esta novela al cine. Se podría hacer sin cambiar nada, está todo dicho y hecho. Algo parecido a lo que ocurre con las novelas de Galdós y  Delibes, por ejemplo.

   Llevar una novela al cine debe ser también dar otra vuelta de tuerca al asunto.Ya he señalado las virtudes cinematográficas que encierra. Ello supondría llevarla al cine tal cual. Pero los cineastas, directores, guionistas etc. prefieren "basarse en" y es un acierto.
En alguna parte he leído que  "De acuerdo con una definición ya clásica, toda novela es un espejo que se pasea por un camino reflejándolo todo. Desde hace cien años ese espejo literario coincide con el espejo en que se ha constituido también el cinematógrafo."

    Se ha dicho que entre  cine y  literatura es posible encontrar  grandes diferencias, una de ellas es la capacidad de síntesis del cinematógrafo que puede cubrir en una sola secuencia lo que a una novela le llevaría páginas enteras. Fijémonos en un solo ejemplo:”…En primer lugar, un golpe de viento apagó el candelabro que sostenía en la mano, y pude ver, a través de la ventana, que la noche daba paso a las primeras luces del día. En segundo lugar me percaté al instante de que una figura se hallaba en el rellano de la escalera” Comparemos conla escena en una película.

     Hay quien piensa que si la Literatura siempre ha tenido mayores recursos para recrear mundos interiores y hacer grandes reflexiones, el cine se ha centrado más en la acción y en las anécdotas. También podríamos señalar como el maridaje entre  ambos medios crea un campo de convivencia con el préstamo en  doble vía de descripciones, ordenación de elementos narrativos o articulación de puntos de vista  y también con la aceptación de similitudes como la que se presenta entre la sucesión de las imágenes en el cine y la de palabras en la  literatura……..O sea que podríamos definir momentos de la acción novelesca, sobre todo de los ambientes con términos que han nacido con el cine . Así, hoy al comentar escenas de una novela se suele hablar de primeros planos, plano americano, Técnica cinematográfica, etc.

      Muchas películas se han inspirado en esta novela o han tomado elementos de ella. Según Tesa Vigal la mejor versión es  LOS INOCENTES. También comenta que es un tremendo error editar esta novela para niños. Estoy de acuerdo.

” La luna,grande y redonda aquella noche, parecía propiciar aquel encuentro "

Sobre este tema hay mucho material en Internet. Particularmente interesante creo que es 

La próxxima entrada será sobre LA ROJA
 Espero vuestros comentarios.












lunes, 18 de junio de 2012

Otra vuelta de tuerca II





 Otra vuelta de tuerca II

La institutriz.- 

     Un personaje que recuerda a otras mujeres de la novelística inglesa, por ejemplo todas las protagonistas de las novelas de las hermanas Brontë.

       Es la típica heroína romántica :“¿Era realmente aquella mansión un castillo de hadas y estaba yo soñando?"; sensible, casi en exceso:“era la criatura más adorable que jamás había conocido”…. “Lo único que quiero, querido niño es que me ayudes a salvarte…”) vulnerable, le afecta en extremo todo lo que ocurre, sobre todo la presencia de los  otros;   se enamora platónicamente del tío y tutor de los niños a los que debe cuidar. Comenta Douglas: el, caballero que la atendió era un joven, elegante y atractivo, en la flor de la vida. Componía una estampa tal que a los ojos de la jovencita de Hampshire más parecía salida e un sueño o de las páginas de una vieja novela...”…..”Al poder estrechar su mano, sintió que ya había sido recompensada……”. Y ella confesará a la señora Grose: “alguien me cautivó en Londres”…     Afectiva , necesita el cariño y la protección de quienes la rodean, los niños y la señora Grose, el ama de llaves.

      De ella dice Douglas: “Era una persona encantadora”. Hay que tener en cuenta que él la conoció siendo ella ya algo mayor. “Yo la encontraba seductora y encantadora” “Estaba enamorada, pero no de mí. O mejor dicho, había estado enamorada”. “Era la más joven de las siete hijas de un pobre vicario de aldea. A los veinte años marchó a Londres, al reclamo de un anuncio en un periódico.”

      Es una persona a quien gusta la tarea que le han encomendado y disfruta con ella; no hay más que leer sus reflexiones sobre la enseñanza: “Aprendí que la enseñanza es un juego, un juego en el que participan por igual el profesor y el alumno”. “¡Qué placer es la enseñanza cuando se huye de la diaria rutina y cada instante proporciona nuevas sorpresas!” 

      Para Edmund Wilson la institutriz era una mujer neurótica, una solterona reprimida… ¿Solterona  a los veinte años? Quizá hace años se vieran así las cosas pero no hoy. Además  varias veces en la obra se habla de una joven bonita. Que sea producto de su neurosis, más bien de su imaginación y de los miedos que pudo producir en ella el caserón, el ambiente y la responsabilidad, todo el asunto de las visiones, tal vez.

     Veamos otro aspecto. La institutriz es un personaje-narrador. Es la autora del manuscrito que, curiosamente versa sobre ella, sobre un periodo de su vida. Es decir que, como  comenta Ramón  Buckley “la institutriz se está narrando a sí misma”. 

     Pero ¡ojo! No se trata de un diario por más que se presente en primera persona. Fijémonos en la primera palabra del texto: “Recuerdo”. Y la encontraremos varias veces. O sea, que no relata los hechos en el momento en que ocurren, impresionada por tan terroríficos sucesos, si no que lo hace, pasado un tiempo, quizá años ¿precisamente durante el periodo que fue institutriz de la hermana de Douglas? Quién sabe. Tal vez pensaba, romántica y soñadora ella, que su vida era demasiado normal, incluso anodina y, influida por sus lecturas, decidió inventarse otra más emocionante en la que ocurrieran cosas fantásticas, en la que apareciera un hombre atractivo del que enamorarse. “Somos lo que recordamos” dice  Italo Calvino. 

     Sin embargo tampoco podemos olvidar lo que dice Rosa Montero en uno de sus artículos que titula RECORDAR ES MENTIR. “Mucho peor es no recordar los hechos de tu pasado…A fin de cuentas nuestra identidad se basa en la memoria que tenemos de nosotros mismos. Si tú quieres explicarle brevemente a un desconocido quién eres, le haces un resumen de tu vida. O, mejor dicho, le haces un relato de lo que tú crees que ha sido tu vida. Porque…..todos nos reinventamos el pasado, todos reescribimos mentalmente nuestras biografías como si se tratara de una novela” 

     También podríamos traer aquí a colación una frase de G. García Márquez:” La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.” Y, quizá sobre todo, esta de A. Trapiello "Todo el que tiene una vida, tiene una novela”. Porque hay otro detalle en el texto de la institutriz que no debemos pasar por alto. En un momento dado leemos” “Estoy entreteniendo al lector con el relato de todas estas exquisitas divagaciones” y más adelante:”mis lectores podrán adivinar mi estado de ánimo…” Como se ve, la autora pensaba en unos lectores cuando escribía, luego estaba escribiendo una novela. Estaba inventándose una vida.
                                                                            

Los niños.- 

     Formarían parte de la pléyade de niños huérfanos, o abandonados que pueblan la literatura, universal de casi todos los tiempos. No obstante bastante distintos de todos ellos.

    Por un lado, está el niño tipo Oliver Twist (1837-39). El niño que cae en manos de desalmados que abusan de él, lo utilizan, que sobrevive como puede.
      Por otro, los de los cuentos de hadas, infantiles. Niños como Pulgarcito y sus hermanos abandonados por unos padres que no pueden alimentarlos y se salvan gracias a la heroicidad de Pulgarcito que propicia que el ogro mate a sus propias hijas. O esas desdichadas niñas que al perder a su madre la ven sustituida por una madrastra cruel.
     Incluso los más modernos a los que la orfandad confiere una libertad que no tendrían junto a sus padres: van a donde quieren, hacen lo que les viene en gana, corren aventuras.

      Estos, son niños absolutamente distintos, idealizados tanto para bien como para mal. No responden en general a la idea que, al menos hoy, tenemos de niños de la edad que se nos dice que tienen. Se comportan siempre de forma extraña. A fin de cuentas ¿son víctimas de los fantasmas de esos siniestros personajes que antes convivieron con ellos o de la actitud histérica de su nueva institutriz? ¿Ven o no ven a los famosos fantasmas? Hasta cierto  punto sería lógico que vieran fantasmas según el ambiente que les rodea. Y si los ven ¡qué diferente su actitud a la de los niños de “El fantasma de Canterville”!

     Curiosamente nunca hablan de sus padres ¿no recuerdan nada de ellos? ¿Tanto tiempo hace que son huérfanos? Su tío dice que son hijos de su hermano. ¿Qué ha sido de la madre? Nadie habla de ella. 

     Otra duda nos surge. ¿Son inocentes o crueles y embusteros? ¿Están confabulados y lo han estado siempre o es solo apariencia? En una palabra ¿Son víctimas o verdugos?
De Flora se dirá:” Enseguida caí bajo el embrujo de aquella pequeña criatura…..Era la niña más adorable que yo jamás había conocido…….”
     Y de Miles:”Desde el primer momento en que lo vi,  …….me percaté al instante de que estaba hecho con el mismo molde que su hermana, que su presencia emanaba la misma pureza, la misma dulzura, que su figura estaba aureolada con el mismo misterios resplandor que desde el primer momento advertí en Flora.“ Sin embargo, no deberíamos olvidar que el niño ha sido expulsado del colegio por no se sabe qué malas acciones. Y más adelante se nos hablará de “la diabólica astucia del joven Miles”


      
La señor Grose.-

     En el mejor de los casos es un personaje enigmático, misterioso. ¿Está realmente al lado de la institutriz, la comprende, o la cree una loca? Hay algún momento en que con su actitud nos lleva a sospechar que puede ser ella la asesina tanto del señor Quint como de la anterior institutriz señorita Jessel. 
    Por ejemplo, su expresión cambia radicalmente en fracciones de segundo, de la mirada escudriñadora a la ingenua, de entusiasmarse hablando de los niños a no querer hablar más del asunto. A veces dice frases con las que parece querer estudiar a la institutriz como cuando le dice refiriéndose a la relación de las institutrices con el amo "no ha sido la primera ni será la última" después de dar a entender que a él, a "nuestro amo" gustan así: jóvenes y bonitas. Su manera de recibir la noticia de las visiones de la institutriz y su  seguridad de que el fantasma masculino es el antiguo mayordomo  del que afirma "está muerto”. Lo dice de tal manera que diríamos que ella lo mató. En otro momento, responde aterrorizada” ¡No pude, no pude….! “ Y cuenta que el cadáver del mayordomo, Quint, lo encontró un campesino una madrugada, parecía que había caído por un terraplén y se había golpeado con una piedra pues tenía una "profunda herida en la cabeza". Indicios parecidos se aprecian cuando el fantasma que se deja ver es el de la señorita Jessel.
     Otras veces, en cambio, parece la dulzura y candidez personificadas. Cabe pensar que esta sea su verdadera personalidad y que adora a los niños, y que si cometió los crímenes pudo ser por salvarlos; incluso la rapidez con que acepta  llevarse a Flora cuando los acontecimientos se precipitan tiene la misma intención.

     Por otro lado, es la única que parece haber conocido, aparte los niños, y muy bien a los dos personajes-fantasma. La única visión que tenemos de ambos es a través de ella. No hay ninguna otra referencia para sacar conclusiones. Nos hemos de quedar con su versión.
     No obstante, por más que releo el texto, no llego a ver con claridad su personalidad. Tal vez esto es lo que deseaba el autor.


 La próxima entrada,el final.
¿Algún comentario?


domingo, 17 de junio de 2012








Releer un libro

“Otra vuelta de tuerca” I

     La primera vez que leí esta novela, por razones que no vienen al caso, no le encontré nada extraordinario.
     Hoy, gracias al blog de mi sobrino Juanma, la he releído ,disfrutado y, además, le he dado algunas vueltas de tuerca más.
     Salvando todas las distancias, que son muchas, me ha ocurrido lo que a, mi nunca suficientemente admirada, Carmen Martín Gaite cuando la editorial Taurus le encargó hacer un prólogo para una edición de “Pepita Jiménez”. Dice así: “Instada por la editorial Taurus a escribir un prólogo sobre esta novela, que leí en mi primera juventud, yo misma me he quedado sorprendida del caudal de sugerencias inéditas que ha provocado en mí su relectura”
     Yo disfruto leyendo a modo de detective con su lupa, enfocando todas y cada una de las palabras hasta extraerles todo su jugo. Por eso digo que en esta segunda lectura he dado algunas vueltas más de tuerca.

     El autor hace suyo el conocido recurso de los papeles encontrados o recibidos de mano de alguien. En nuestra  Literatura tenemos varios ejemplos. Cervantes en “El Quijote” hace referencia a un manuscrito encontrado por casualidad y a lo largo de la obra  cita a un tal Benengeli como narrador de las aventuras de su héroe. Así:” Cuenta el sabio  Cide Hamete Benengeli que, así como D. Quijote se despidió de sus huéspedes…..”
     En “Cartas marruecas” de Cadalso hallamos idéntico recurso: “La suerte quiso que por muerte de un conocido mío cayese en mis manos un manuscrito cuyo título es……” y más adelante “Acabó su vida mi amigo antes de que pudiese explicarme si eran efectivamente cartas escritas por el autor que sonaba, como se podía inferir del estilo, o si era pasatiempo del difunto….”. Obsérvese que hay una cierta semejanza entre este caso y el de la novela que nos ocupa. Una persona antes de morir se la entrega a otra, y esta a una tercera; es más se dice que se trata de letra femenina, lo que ya nos lleva a un estilo determinado.
     También en “Pepita Jiménez” se recurre a reproducir las cartas de Luis de Vargas y algunos fragmentos de las de su padre.

     Además, usa la técnica del relato enmarcado o cuento de cuentos, conocida por nuestro “Conde Lucanor” o El Decamerón”, entre otros ejemplos.

     De aquí arranca el problema del narrador. Hay en esta novela tres narradores.
     El primero, que podría ser el autor pues nos promete transcribir la historia fielmente y nos introduce en la situación que dará lugar al resto del relato.
     El segundo, Douglas.  Cuenta que obra en su poder un manuscrito en que se cuenta una historia terrorífica. A petición de los compañeros de reunión promete leerlo pero antes nos introduce en la historia pues la acción del manuscrito comienza in media res.
     Por último la institutriz, autora del manuscrito en cuestión.

     Podríamos considerar, pues, la novela estructurada en tres núcleos.
     I. Empieza el relato en primera persona. Un personaje (el autor ¿?) nos introduce en una situación típica y tópica de la literatura. Un grupo de amigos (de ambos sexos) reunidos en torno a la lumbre en una noche de Navidad. Alguien cuenta una historia en la que un niño ve un fantasma. Se comenta que nunca se ha sabido de niños que vieran fantasmas. Todos quedan sobrecogidos por el relato, sobre todo Douglas que, tras desmentir el hecho de que sea la primera  vez que los fantasmas se hacen visibles a niños, cuenta como él conoce un hecho anterior y real pues está en un manuscrito que obra en su poder (otro tópico). Ese manuscrito tiene letra de mujer y se lo envió poco antes de morir la que fuera institutriz de su hermana pequeña, dama a la que le unió una sincera amistad.
     Le piden que cuente la historia pero se niega pues prefiere leérselo. Incluso queda aplazada la lectura para la noche siguiente (¿Cómo no recordar "Las mil y una noches"?)
     En el primer narrador se vislumbra un cierto antifeminismo cuando ante la ausencia, la segunda noche de reunión, de dos de las damas, comenta:”Así, el auditorio, aunque reducido era más selecto”.
    II. Douglas, antes de la lectura, también en primera persona, introduce a su auditorio y con él a los lectores en el personaje, autor y protagonista de la narración principal, la institutriz. En esta presentación, casi a modo de autor omnisciente,  deja entrever algún detalle de la personalidad de la institutriz. Rasgos que se irán confirmando a través del relato de la autora. Douglas, a su vez, regalará el manuscrito al primer narrador-autor.
     III. El manuscrito, escrito en primera persona, en que se narra toda la terrorífica historia a la que aludió Douglas.

     Podríamos preguntarnos ahora  por qué el autor ha elegido la alternativa de la reproducción exacta del texto.  Tal vez, según algún crítico, por dar justamente la perspectiva de su autora, sin introducir los comentarios propios de narrador que interpreta los hechos. Cuestión de perspectiva. O bien, sencilla y llanamente para conferir más verosimilitud y dramatismo al relato. Es precisamente esa intención lo que ha llevado a los autores antes citados a utilizar este recurso.
     A ello se añadirá el uso de la primera persona que parece transferir a lo narrado más verosimilitud, credibilidad y realismo.



     En una próxima entrada trataré otros aspectos de la obra que me parecen interesantes.

     Estoy releyendo la obra en la edición de Anaya 1984. Tiene un apéndice interesante .

     Espero algún comentario.

miércoles, 6 de junio de 2012

las ciudades y sus esculturas


      
No querría que esta primera entrada resultara demasiado profunda y erudita pues podría asustar a los posibles visitantes y lectores. Esta es la razón por la que he elegido un tema sobre el que es fácil opinar.
Desde tiempo inmemorial, las ciudades han adornado sus plazas, placitas, plazuelas , parques y jardines con esculturas con las que se rinde homenaje a héroes, reyes, caudillos, hombres y mujeres célebres e incluso a animales.
Un grupo importante lo constituyen las estatuas ecuestres, sedentes o de pie de los personajes que en algún momento rigieron los destinos de la Patria. Una veces solos, otras en pareja como el caso de los Reyes Católicos "Tanto Monta,monta tanto".
Lo malo de estas, a veces enormes, esculturas es que en un momento dado, por razones tan obvias que no voy a recordar, se hicieron molestas a los ojos de los ciudadanos que ,diariamente, se veían obligados a contemplarlas. ¿Solución? Si no defenestrarlas sí desplazarlas. Incluso ,a veces, se adoptaron soluciones más drásticas, a las que  por suerte, creo, en nuestro país no hemos llegado. ¿Nos queda aún algo de civismo? Tal vez.
No existe ese problema con el grupo de las que representan a personas relacionadas con el Arte: músicos, pintores, escritores, entes de ficción ( El Lazarillo y su ciego en Salamanca, Ana Ozores la Regenta en Oviedo...) , incluso alguna folclórica tiene su estatua.
Como he dicho al principio esta es una costumbre muy antigua. No tenemos más que recordar, y me quedo cerca, el caso de ese"animal de piedra que casi tiene forma de toro"y que hizo decir a Lázaro "desperté de la simpleza en que, como niño dormido, estaba" y pensar después "Verdad dice este , que me cumple avivar el ojo y avisar ,pues solo soy....." ¿Quién que haya pasado por Salamanca no se ha hecho la típica foto junto a esa piedra que parece un toro, sin parar mientes en la tragedia del pobre Lazarillo? y ¿Quién no sucumbirá al encanto de fotografiarse junto a La Regenta? .
La dama de Torrevieja
Hay otro grupo que tampoco corre el riesgo de caer en desgracia. Es el dedicado a los temas folclóricos, típicos, como la pareja de huertanicos, la valenciana con su típica indumentaria, el marinero o la sufrida mujer del hombre de mar que lo espera pacientemente junto a la playa. Conozco dos espléndidos ejemplos (o tres) en Torrevieja y en Lloret de Mar.

No me gustaría olvidar las cabezas de los nietos de Antonio López, que presiden la Plaza de Atocha en Madrid.

No obstante, otra razón que me ha llevado a reflexionar sobre este tema, ha sido esta costumbre moderna de lo que podríamos llamar "La escultura del absurdo". Están estas esculturas proliferando en nuestras ciudades.Un día así casi por sorpresa, me di de bruces con un artefacto horrendo . Me quedé anonadada, estupefacta, abrumada.
Me  vino a la mete  Juan Ramón con su "intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas". 
Porque, a ver qué inteligencia es capaz de poner nombre a esa cosa.  Dicen que es una escultura en homenaje a los poetas. ¡Increíble! Yo no veo escultura y desde luego por ningún lado me sugiere algo relacionado con los poetas. Puede haber quien diga que hay que pensar en la poesía abstracta, en el Dadaísmo, en cualquier cosa. Pues bien, yo por más que pienso no consigo entender ni sentir nada. Sólo veo un conjunto de elementos metálicos que parecen: unos, antenas de televisión; otros, herramientas; otros, cualquier cosa. Más bien me sugiere un artefacto pensado como pararrayos para atraer todos los  que pudieran caer sobre la ciudad. Es algo así como una tenaza de esas de arrancar clavos, enorme, hecha en hierro oxidado a la que se unen los otros elementos descritos. También la adornan unas bolas, les llamaremos esferas que es más culto, por aquello de la poesía, de colores. Y, en lugar de la vegetación baja que hay en la mayoría de las rotondas, emergen del suelo bolitas o bombillitas (no sé) de colores variados. Quizá estén todos los del arco iris, no me ha dado tiempo aún a comprobarlo pues sólo se puede contemplar durante el tiempo que dura el semáforo si lo coges rojo. Sería muy poético lo de los colores del arco iris. 
También puede servir para que algún conductor se pegue una buena torta al quedarse boquiabierto contemplando semejante artefacto: ¡cielos!¿ qué ven mis atolondrados ojos? Si no he bebido. Acabo de levantarme, he desayunado fruta y un café. ¿Es real lo que veo? ¡Plaf, chaf, ay! _
Poco después todas las noticias hablarán de un accidente en la N. nosécuantas. Se comentará que por causas desconocidas, un coche se ha salido de la carretera (sabido es que los coches gozan  de autonomía y de vez en cuando hacen cosas así) y ha ido a empotrarse en la escultura "a los poetas" sita en la rotonda Miguel Induráin.
En fin. Para mí, dinero tirado. ¡Con el hambre que hay en el mundo! Lástima de ingenio. Con todo si a alguien le gusta, mis respetos. Después de todo sobre gustos no hay nada escrito. 
Si queréis disfrutar con la contemplación de varios ejemplares de esta índole podéis entrar en las siguientes direcciones:
 HM 136 Homenaje a los poetas. Avenida Miguel Induráin, Murcia
 
' Homenaje a los poetas' de Pepe Lucas - La Verdad