Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 15 de diciembre de 2021

  

  . Jacinto Benavente. La lectura veraniega de los Nobel

 Por variar voy a volver a las lecturas del verano

 No sé si habrá quien se desespere y caiga en el aburrimiento en los largos y cálidos veranos de esta tierra nuestra. Nada mejor para llenar esas horas libres que nos proporciona este periodo vacacional que la lectura. Llenar la maleta de libros. A fin de cuestas la ropa veraniega ocupa y pesa poco. Es más, hoy con los libros electrónicos ahorramos espacio y peso.

Yo, los últimos años, he dedicado los largos días de la canícula a leer o releer a los clásicos, incluidos los premios Nóbel.

Empecé, este último verano, por nuestro Nóbel D. Jacinto Benavente. Casi olvidado en los libros de texto que me tocó estudias allá por los años 55/65 del siglo pasado. Luego el trabajo, aunque relacionado con la Literatura no me permitió profundizar en el estudio de su obra ni de otros muchos grandes escritores.

El volumen de los Nóbel, que tocaba leer este verano, comprendía en primer lugar cuatro obras de D. Jacinto. “La malquerida”, “Los intereses creados”, “la losa de los sueños” y “la fuerza bruta”.

Casi me avergüenza confesar que he descubierto a estas alturas de mi vida, unas hermosas obras. Quizá mi justificación esté en el sistema educativo de la época en que me tocó estudiar y que desgraciadamente no ha cambiado mucho en la actualidad.

  Curiosamente de Benavente diría D. Ángel Valbuena que es un autor de tono medio que, no obstante, puede elevarse a un plano de dignidad y fuerza dramática, aunque, salvo en dos o tres casos notables, rehúye las estridencias de una verdadera tragedia.

  Empiezo por “La malquerida” (1913). En el prólogo del texto que manejo la define, según un comentarista de la época, como “drama de raza, drama pasional, intenso, casi tragedia griega, desarrollado en un pueblo de Castilla…” continúa señalando que hay en ella un soplo de Esquilo y Sófocles.

  Está claro que este soplo se refiere al aire de tragedia griega que se respira en la obra. Compuesta en tres actos, si bien cada uno se divide a su vez en varias escenas. El espacio es único. El tema nos lleva inevitablemente al mito de Fedra o la leyenda de Fedra e Hipólito. En este caso la acción está cambiada. Es el padrastro el que se enamora de la hijastra, mientras en la tragedia griega es Fedra, madrastra, quien se enamora de Hipólito, hijastro. También el desenlace difiere pues aquí el marido mata a la madre y se entrega. La hija resulta ser menos inocente de lo que parece era Hipólito. Está claro que el mito griego solo actúa como fuente de inspiración, algo frecuente entre los escritores y tal vez todos los artistas.

  Al darme cuenta de este detalle que no conocía o no recordaba, he querido comprobar que estoy en lo cierto y recurro al que fue mi profesor D. ángel Valbuena que en este sentido califica la obra como producción trágica, del retorcido tema del seudoincesto, con el trazado de la vida de pueblo, llena de odios y venganzas y un tipo maternal hondamente logrado. Esto nos lleva a una diferencia con la tragedia griega: la clase social de los personajes totalmente alejados de aquellos del original.

 Enlazamos aquí con la calificación bastante extendida de drama rural. Algo similar a lo que ocurrió con algunas obras de Lorca. Concretamente “La casa de Bernarda Alba” que también contiene numerosos elementos tomados de la tragedia griega.

Se me ocurre entrar en Internet y encuentro interpretaciones sorprendentes que prefiero no incluir pues requeriría un profundo análisis.

  En cuanto al valor ético o moral de la obra y/o sus personajes, algo en lo que entran algunos comentaristas, opino que cada lector sacará las conclusiones pertinentes.

  Algo que también llama la atención en la obra es el uso del lenguaje vulgar que ha adoptado el autor para sus personajes. Tal vez se haya excedido un tanto o no haya sabido reflejarlo a la perfección, pero podríamos decir que respetó la norma que Lope llamó decoro poético. Reflejar la clase social de los personajes a través de su forma de hablar que también hicieron Cervantes y Galdós, por citar ejemplos notables.

  En este sentido, señala Valbuena que Benavente se equivocó en el léxico al querer remedar el habla vulgar. Es posible. Leo en algún otro lugar, y esto me desconcierta un tanto, que el hecho de que todos los personajes piensen y hablen muy ramplonamente rebaja bastante la fuerza dramática. Insisto ¿Cómo deberían hablar? ¿Cómo números de la RAE? En otro lugar leo que en las conversaciones que mantienen los personajes utilizan un lenguaje coloquial, propio de la burguesía acomodada de la época. En principio mal redactado. ¿Lenguaje coloquial? ¿A estas alturas no distinguimos entre lenguaje coloquial y vulgar o infracoloquial? Y otra perla ¿Los personajes pertenecen a la burguesía acomodad de la época?

En fin, yo quería comprobar que no erraba en mis conclusiones y he descubierto que debo vivir en otro mundo, ser marcina, algo así.

Como mi intención no es hacer una tesis sobre Benavente sino trasladar mi humilde opinión sobre lo que he leído, continúo con algún detalle de

Los intereses creados. –

En el prólogo a la edición que manejo leo que esta obra como “la fuerza bruta” tiene como mundo de inspiración la época que el autor pasó en Rusia como empresario de circo. Ahí encontró la base realista para el argumento de ambas obras.

Tal vez habría que recordar la constatación de que a finales del siglo XVIII se hizo muy popular la Commedia dell ´arte en Rusia, sobre todo en Moscú y San Petersburgo. Y más aún, que a principios del siglo XX un grupo de dramaturgos, actores y pintores rusos resucitó muchos de los esquemas de la Commedia.

  Leer el listado de los personajes al principio de la obra me lleva inevitablemente a la Commedia dell´ arte: Polichinela, Arlequín, Colombina, Capitán, Pantalón, el doctor…

 Por primera providencia compruebo la identidad de los personajes. Efectivamente coinciden, Es más, algunos con nombre distinto también tienen su correspondiente en la comedia. Así: Silvia que tendría su equivalente en Rosaura y Leandro sería Lelio. Incluso la acción ocurre en Italia.

 Según Valbuena, la candorosa Silvia con su amor por Leandro purifica los interese materiales que inundan la obra.

 Precisamente según Valbuena estos personajes se han adaptado a las características del teatro clásico español. Así, Crispín derivaría del gracioso o del Clarín calderoniano. Precisamente considera la obra, ingeniosa comedia de fina gracia satírica y bellos efectos, como lo mejor de Benavente y destaca la precisa frase en los diálogos de los personajes.

 Por su parte Lázaro Carreter hace notar que el único personaje complejo y que merece un detallado estudio es Crispín.

 A propósito de este personaje llama la atención una frase que bien podría ser de rabiosa actualidad” Mejor que crear afectos es crear intereses 

También Dámaso Alonso prestó atención a esta obra y creyó haber encontrado otra innegable fuente de inspiración pues el parecido entre ambas tramas es más que evidente, “El caballero de Illescas” de Lope de Vega.

Es una delicia disfrutar de esta obra, aunque sea solo leída  

La losa de los sueños” bella y sugestiva comedia donde asoma agudamente el drama. (Valbuena)

 Si bien al principio no se hizo justicia con este autor, paulatinamente la crítica fue despertando a la llamada de sus diálogos agudos, rápidos, nerviosos, hasta darse cuenta de que con Benavente la técnica teatral ha cambiado absolutamente.

Fue Azorín el primero en elogiar su cultura, elegancia, el nivel de sus personajes…

Para Ayala es versatilidad y elegancia.

Juan Ramón Jiménez, al hablar de la generación del 98 le llamará: príncipe de este renacimiento.

En 1912 entra en la Real Academia y en 1922 recibe el Nobel de Literatura.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

 Nadie sabía la verdad

Contra todo pronóstico, aquella noche no lloró. 

Apenas se arrebujó entre sábanas y mantas, adoptó su acostumbrada postura fetal, y se abrazó a la almohada, se quedó profundamente dormida. Hacía años que no le ocurría esto y es que, a partir de esta noche, a pesar de la pena, sería libre. No dejaron, no obstante, de acosarla los recuerdos en forma de breves ráfagas de flas que aparecieron en sus sueños. A pesar de todo, no fueron pesadillas. Era como si conforme pasaban ante ella aquellas imágenes, se fuera liberando de su pasado. 

A la mañana siguiente se despertó descansada, con ganas de vivir. Tuvo que disimular. Todos alabaron su entereza. Solo ella sabía la verdad.

Nora Albátor

lunes, 15 de noviembre de 2021

 

   Viaje a Valencia y S. Sebastián. (del 25 del 3 al 6 del 4 de 2004)

  Yo no soy consciente, o no lo era, de que Constanza me hiciera partícipe de todas sus andanzas viajeras. Bien es cierto que somos íntimas, nos conocemos desde niñas, pero no lo es menos que hemos vivido largos periodos de cierto distanciamiento, por razones familiares, claro. Quiero pensar que esta era su manera de no perder el contacto conmigo. Pensaría “cuando pueda lo leerá”. Lo cierto es que cada vez que remuevo papeles o investigo en textos y archivos antiguos acabo dando con uno de sus relatos de viajes.

  Como siempre destacan sus notas de humor. Y es el caso que Constanza “no tiene mucho sentido del humor”.

  Este que he encontrado hoy comienza con unas breves notas de ese particular humor suyo. Además, cambia la técnica narrativa. Recurre a la narración en tercera persona. Lo traslado tal cual.

 

Veamos:

 “Pues, señor, este es el caso que Constanza Multiusos y su marido Formafísicaenvidiable emprendieron el enésimo viaje desde su jubilación. En este caso, destinos y motivos son familiares.

Empieza el viaje por Valencia donde vive uno de sus hijos para pasar unos días con él y su mujer. Aparte del deseo de disfrutar algo de su compañía, es el caso que la nuera (actriz ella) actúa el 25 por la noche y la quieren acompañar.

¡Ah! Pero sabido es que el hombre propone, (en este caso Constanza y su esposo) y Dios o el diablo o todos los dioses del Olimpo confabulados con las meigas y otros seres incordiantes, disponen.

 Sigamos el curso de los acontecimientos. A las 9´45, con rara puntualidad parte el TALGO. Constanza, según su costumbre cuando viaja en tren, lee: “Los monederos falsos”. Mas, cuál no sería su sorpresa cuando unos 30 minutos antes de llegar a Valencia empieza a encontrarse mal. Con los síntomas de sus dichosos vértigos y otras menudencias. ¡Dios Santo, en el tren! ¡Qué horror! ¡Noooo! Pues, sí. Ha de pedir a su marido que la acompañe al servicio.

Digno de ver. ¿Alguien se puede imaginar a dos personas metidas en el WC del tren? ¡Si penas cabe una! ¿Qué pensaría la gente cuando viera salir a los dos, casi viejos? Seguro que nada bueno. ¡Pues vaya con los viejos qué urgencias! Urgencias desde luego pero no es lo que parece a pesar de que salen abrazados y ella medio traspuesta. Constanza a pesar de encontrase muy mal no podía evitar reírse para sus adentros.

  No, lo que ocurre es que tiene un mareo del demonio. están a punto de bajar del tren y su hijo se va a asustar. Se toma un chiclida y a duras penas logra salir del tren por su pie agarrada a su marido y a la maleta hasta el hall de la estación donde espera el hijo. Pero las fuerzas se le acaban y no consigue seguir. Se sienta en un banco junto al centro de atención al viajero. Empiezan a acercarse personas que se interesan por su problema. Quieren llamar a un médico, al Samur y yo qué sé más. Y ella: no gracias, solo necesito llegar a un taxi y a casa y acostarme, durmiendo se me pasa…Y padre e hijo_ sí, esto le pasa a veces, no es nada; a ver si conseguimos llevarla al taxi.

_Eso no es problema, dicen los amables encargados de velar por el bienestar de los viajeros. Le sacamos una sillita de ruedas.

¡¡¡¡¡Abróchense los cinturones que despegamos!!!!! Constanza la dura, la enemiga de numeritos en público va a ser llevada en silla de ruedas a través del gran hall de la estación valenciana hasta un taxi ¡Qué horror! ¡No, sillita de ruedas no, antes la muerte!

  Pues sí. La sientan, ella mete la cabeza entre las manos, entre las piernas ¡Tierra, trágame!

  Su hijo que la conoce muy bien, a pesar de la preocupación no puede evitar reírse por y para dentro a mandíbula batiente. Seguro que traslada el episodio a una tira cómica. La cosa no es para menos.

¡Por fin en casa! Solo falta subir dos pisos a pie. ¡Aaaah, la cama! Durmió hasta las 9, eran las dos. Se levanta, toma un yogur con desgana, cosa rara, y se vuelve a dormir hasta otro día a las doce. Claro, no pudo ir al teatro. Tuvo que conformarse con ver a su nuera en un video.

  A partir de aquí todo puede considerarse bastante normal. Viernes, lluvia; todo el día, en casa. El sábado, bajo una suave llovizna salen a dar un paseo por un parque próximo muy bonito. Luego recogen a la niña, compran comida hecha y dulces para el postre. La tarde la pasa sola en casa pues la nuera ha de ir a ensayar y padre e hijo van a sacar los billetes para S. Sebastián. No hay hasta el martes lo que supone estar dos días más con estos. Ya se los sumarán a los otros.

  El domingo diluvia. ¡Caramba! piensa Constanza, cuando haga falta lluvia, que me avisen y me organizo un viaje. Pasan el día en casa los cuatro leyendo, viendo películas y charlando.

  El lunes, ya no llueve y Constanza vuelve a pisar la calle. Su nuera tiene una pequeña actuación. Su hijo se queda con ellos, van al centro, meriendan, pasean y a casa.

  Por fin el martes a las 10 am. salen para S. Sebastián vía Tarragona. En la última página de “Los monederos falsos”, Constanza va anotando las estaciones por las que pasan. La primera estación con parada es Sagunto. Recuerda Constanza cuando estuvieron con sus dos hijos mayores. La niña tenía dos años y subió hasta las ruinas de teatro romano andando y marcando el paso. ¡Para verla! El niño tenía 8, meses y se lo durmió en la silleta.

La siguiente estación es Castellón. También aquí estuvieron con los niños el mismo viaje de Sagunto. Fue una etapa, recuerda Constanza, en que no tenían pereza para pensar y salir al momento a cualquier parte.

  Pero de Castellón tiene otros recuerdos. Aquel verano, veinte días o un mes del Servicio Social (SS) al terminar segundo de Comunes. En el Colegio Menor Santa María de Lidón. ¡Qué curioso! Los recuerdos acuden como si hubiera sido ayer: las clases, la playa, las salidas a la ciudad, las excursiones, los fuegos de campamento, la vida, la convivencia con amigas de siempre y con otras nuevas que acabarían siendo amigas de esas que el tiempo se lleva. Y sobre todo, veinte días o un mes lejos de casa y libre, a pesar de todo.

  Aún acude oro recuerdo. Aquel año que volvían de un viaje por el Pirineo, con toda su tropa de familia numerosa y por azares de la vida se vieron obligados a dormir en el Mindoro, hotel de 4 estrellas que les costó más que todo el viaje.

  Ahora pasan por Oropesa del Mar. No es solo el lugar donde veraneó varios años el ínclito José María Aznar con su familia, en casa cedida por PORCELANOSA hasta que a la niña le saló un noviete que no se llamaba Agag y no interesaba. También este lugar va asociado al campamento y a los viajes familiares.

  Benicasim no le trae ningún recuerdo especial. Sí, Benicarló-Peñíscola. Ha estado varias veces. Es, piensa, uno de eso lugares que dejan huella. Sobre todo, recuerda un viaje en que pasaron por allí con todos sus hijos y La Princesita se llevó todos los recipientes del postre. Era la época en que coleccionaba de todo y estaba entusiasmada con las manualidades.

L´ Aldea-Amposta-Tortosa. También conocen Amposta de aquellos viajes familiares. La tiene recorrida, fotografiada y pasó por el puente. Precisamente por aquí cruzan ahora el Ebro, no a nado, pero casi, pues va tan lleno, tan caudalosos que si sigue lloviendo podría ser que el tren tuviera que quedarse en esta orilla, la derecha.

L´Hospitalet de L´Infant. La primera vez que oye este nombre.

Salou. Aquí durmieron en un camping.

Port Aventura. Esta debe ser solo para el parque temático.

Y ¡Tarragona! A la hora prevista.

Inciso:

¡A esta Constanza le pasan o pasaban unas cosas! Y no acabo de comprender por qué me enviaba todos los relatos de sus viajes. Es el caso que voy encontrando textos de hace muchos años, otros recientes, y ya de momentos más actuales, archivos. Es posible que yo no encontrara el tiempo para leerlos con detenimiento y los guardara porque ahora me aparecen por doquier. Además, me da la impresión de que hacía los relatos como ejercicios de estilo porque los hay en forma de monólogo, dialogados, y como este en tercera persona distanciante. He de investigar o preguntarle. 

Continúo trasladando texto original.

  Todo va bien. No se ha mareado y se come con apetito un bocadillo de jamón en el bar de la estación. Aquí hay que hacer trasbordo.

  En el andén, dando vueltas para estirar las piernas recuerda y comenta con su marido la primera vez que estuvieron en la ciudad. No consiguen ubicar el momento o el viaje ¿Fue en aquel por el Pirineo, o el de Andorra? Sí recuerda que tomaron un café en un bar cerca de la muralla. ¿Hacía esquina? Creo que sí, asegura al fin Constanza. Luego a visitar la muralla CICLÓPEA y romana. Vergüenza le daba, a sus largos 40 años reconocer que era lo que más ilusión le hacía de una visita a Tarragona. Eso de CICLOPEA, siempre le había despertado curiosidad. ¿Qué pensaría cuando aún niña leyó ese nombre por primera vez para que le impresionara tanto? Quizá se la imaginó construida por cíclopes incluso de los de un solo ojo. Algún día han de revisitar esta ciudad.

Llega el TALGO a su hora. Llovizna. Les ha tocado ir de espaldas y en asientos enfrentados, pero hay suerte y en el que va de cara viaja una señora sola y Constanza le pregunta si no le importa que ocupe el asiento de al lado. La señora es muy amable. No le importa. Acabarán de conversación. Es curioso la señora va haciendo punto, un jerseito para bebé. Debe ser niño porque es azul celeste. Se apea en Pamplona.

Cerca van dos monjas. Una hace casi todo el viaje hablando por el móvil y la otra, más mayor acaba enfurruñada, no se sabe por qué. Hablan de Murcia y parecen de un colegio.

  Reus: Otro recuerdo de los viajes con sus hijos. Aquí fue donde su marido preguntó una dirección al tonto (¡perdón!) del pueblo que se les pegó y casi lo tienen que adoptar. Esto de ir a preguntar a la persona menos adecuada se convirtió en una costumbre que a los niños divertía infinito.

Lleida-Pirineus. Desde el tren se ve la Seu Vella, una de las catedrales góticas más bonitas que recuerda.

Monzón-Río Cinca. Al fondo se ve un castillo. Otra vez llueve.

Zaragoza-Delicias. Son las 4´45. Recuerda la impresión que le causó la entrada a la ciudad. Cruzando el Ebro y con la Basílica del Pilar al fondo. Se promete volver, aunque ya no comprará cerámica como aquella vez que cargó, porque ya no le cabe en casa.

Tudela de Navarra. ¿Dónde Habrá otra Tudela? Habrá que comprobarlo. Pues parece que no.

Castejón de Ebro. No le dice nada. También debe haber otro en cualquier otro

 lugar. Sí. En Cuenca.

Mientras el tren avanza va leyendo con descansos entre un capítulo y otro “Los monederos falsos” de Gide, que empezó con vistas a este viaje. Está interesante. Es algo distinto a otras obras, aunque ya ha leído suficiente, sobre todo en los tres últimos años, como para que no le extrañe demasiado. Tiene algunos fallos la traducción tan directa y literal a veces, que da lugar a frases y / o estructuras incorrectas incluso en el significado.

Es interesante y trata temas universales y está bien escrito.

Tafalla. Desconocida. Todo verde. ¡Qué verde ¡

A lo largo del trayecto castillos e iglesias que invitan a volver con su coche como en otros tiempos y visitarlos. Torrecitas románicas a cada paso.

Ya se ve nieve en las cumbres. El paisaje del norte es una maravilla. ¿Por qué nos vamos por ahí, piensa, si aquí lo tenemos todo?

Alsasua. Ya hemos entrado en la ruta de siempre. Otra vez llueve.

Zumárraga. ¿Ya? ¿Qué ha pasado con Vitoria? Debe ser que al entrar por Pamplona se desemboca directamente en Alsasua. Mejor. No llevamos retraso. Mensaje de mi niña, ya impaciente.

¡Por fin! Señores viajeros próxima estación San Sebastián Donostia.

Al tiempo que bajan del tren ven a su hija con el peque en brazos. ¡Qué bonico está, es!

  De momento se queda un poquito parado, nervioso, Claro, no le ha dado tiempo a ver entrar el tren en la estación y vernos bajar por lo que el pobre debe estar hecho un lío.

Tras los abrazos y besos camino de Zumaia, la nueva residencia de los chicos. Su hija, feliz, les va contando: “ya veréis, os va a gustar mucho tanto la casa como el pueblo”.

Ya en el pueblo que, aunque de noche muestra su buena pinta.

La casa está en el casco antiguo y tiene una de esas fachadas decoradas con listones de madera en forma de aspa, el balcón de madera y la puerta de entrada al edificio de esas partidas tan típicas en los pueblos de montaña.

Por dentro también les gusta; buen tamaño, buena distribución y en manos de su hija quedará fenomenal.

El peque pregunta por las sorpresitas. Le dan la camiseta de Lanzarote que se pone y no se quiere quitar ni para dormir y un chaleco que se lleva abrazado a la cama.

 Al día siguiente el niño no va al cole y dan el primer paseo por el pueblo, por la orilla de la ría hasta el faro casi. Por la tarde otro por el monte para desembocar en un mirador sobre el mar. Es una delicia este pueblo: monte y mar; verde y azul. Las construcciones conservan en gran parte la estructura clásica tanto en edificios de pisos como en caseríos, chalés y palacetes. ¡Qué acierto y qué suerte han tenido! Madre e hija van tomando nota de las casas que les gustan por si les toca la primitiva.

El jueves llevan al peque al cole. No le han cambiado la matrícula y sigue en el de Lasarte. Lo dejan y van a Donosti a sacar los billetes de vuelta y un paseíto por la ciudad que para Constanza es casi imprescindible y recoger al peque.

                                            Bello panorama de Donosti

Todos los amigos de sus chicos los reciben alborozados pues madre e hijo llevan tiempo diciendo a todo el que quiera oír que van a ir los    abuelos.

El niño está encantador. El único problema es que se altera con el abuelo y no duerme bien la siesta y bueno, que solo quiere estar con él y la abuela empieza a estar celosa. Claro, a él lo ha visto menos y es la novedad.

El jueves por la tarde mientras la amatxo va a entrenar se quedan los abuelos y el nieto solos. Meriendan y luego van a su encuentro para ir a la piscina donde el abuelo lo graba en video y por la noche se ve la peli.

  El viernes por la mañana, paseo de los abuelos solos hasta el faro. Un paseo delicioso. Por la tarde hacia el Museo Zuloaga y otra playa. Constanza fotografía todo lo que ve más al nieto a cada momento con lo que se queda sin carrete para unas últimas fotos al atardecer del pueblo reflejado en la ría. Lo siente, pero habrá otra vez, otras muchas veces. Resulta que hay 8 o 10 rutas y solo han hecho tres.

                                                          Detalle de Zumaia

 El domingo, cumpleaños de su hija comen en casa con los otros abuelos. Le toca cocinar a Constanza, su yerno se queda con la receta, ha salido bien.

El lunes a Zarauz de compras, pero no da tiempo a un paseíto.

Por fin el martes toca volver a casa. Sentimientos encontrados. Por un lado, el cuerpo pide volver a casa, a la vida cotidiana; por otro, el alma quiere más nieto, más hija.

Los llevan a la estación. El peque se queda llorando desconsolado, el creía que se iban todos en el tren, como cuando iban de Lasarte a Donosti en el Topo.

Creo que habría que recordar que es el primer viaje que hacen después del 11M y se quiera o no da un poco de kakita ¡Qué demonios, miedo, para qué negarlo!

Pd.

Queda reseñar algo sobre el resto del viaje de Madrid a casa. Parece mentira, pero queda patente que el nivel económico y cultural no van paralelos. En un vagón de clase preferente todos hablan alto, usan el móvil, discuten, etc. Uno se entera, quiera o no de infinidad de vidas ajenas. Puede dar para escribir algo, pero es molesto, en la vida también hace falta a veces el silencio.

FIN del viaje. Hasta el próximo.

lunes, 1 de noviembre de 2021

 

TIERRA” De Eloy Moreno

  Una novela de más de 500 páginas, bien escrita, bien estructurada, con reminiscencias literarias y tan sencilla y próxima en el tiempo que puede llegar y entusiasmar a cualquier lector.

  Temáticamente, en términos generales, contiene una razonable crítica de ciertos aspectos de la televisión, así como una metafórica invitación a salvar el planeta.

  Como hilo conductor utiliza el juego. No es la primera vez que vemos esta técnica en una novela. Podríamos recordar “El gran Jugode  Leticia Sánchez Ruiz en la que una niña ha hecho amistad con un anciano.  Cuando este muere empieza a recibir pistas de lo que él llama el gran juego. La niña las sigue acompañada de su hermano mayor. En la búsqueda a que conducen las pista encontrarán personajes sospechosos de estar espiándolos. Al final todo se resuelve bien.

 “El jardín de la oca” de toti Martínez de Lezea. Intrigante, histórica y divertida en que los personajes han de encontrar el significado de unas pistas, a veces oscuras y escondidas.

 Otra novela también titulada “El gran juego” de Carlo Frabetti. En esta, el juego es a base de problemas matemáticos. Juega Leo a través de Internet con un jugador, Hal. La curiosidad le lleva a buscar la identidad de Hal y con la ayuda de su profesora de matemáticas descubre que no es una persona sino un superordenador que ha aprendido a utilizar su propia inteligencia artificial.

 Esto nos lleva a las lecturas del autor que subyacen en toda la novela.

  Ya las primeras líneas nos hacen pensar en “Hansel y Gretel “o “la casita de chocolate”. En algún momento la narradora-protagonista aludirá a ella y su hermano como a los dos protagonistas del cuento de los Hermanos Grimm. Tanto en este cuento como en “El gran juego” de Leticia Sánchez, el hermano es el mayor de los dos. Al igual que en Tierra, los protagonistas recorren lugares guiados por unos objetos que son pistas para descubrir algo al final.

La búsqueda de algo o alguien a través de pistas que conlleva aventuras, a veces peligrosas, y encuentros con personajes sospechosos, es también frecuente en los cuentos tradicionales considerados infantiles, aunque no lo eran tanto.

 También en la Literatura en general. Tal vez, en algún aspecto se podría pensar en Telémaco, su función y significado.

  Ese objeto que resulta ser definitivo, el o los anillos ¿no recuerda algo a “El señor de los anillos? Está también el juego de las llaves que encontramos al abrir el solitario en nuestro ordenador.

  No es un caso único a la hora de apoyarse en lecturas de narrativa infantil y juvenil. Sin ir más lejos, Carmen martín Gaite tiene dos novelas en las que el punto de partida, si de la inspiración temática hablamos, es un cuento: Caperucita en Manhattan y La reina de las nieves. Si nos tomamos la molestia de leerlos, veremos ciertas similitudes.

Parece que las lecturas infantiles subyacen en la mente de Eloy Moreno

  En otro orden de cosas podríamos hablar de la estructura formal. Un primer capítulo narrado en tercera persona, al parecer, por un narrador omnisciente, que en un claro caso de analepsis nos retrotrae a “treinta años antes.”

Podría considerarse un narrador extradiegético, casi fantasma que lo sabe todo sobre los personajes y, en cierto modo promete contarlo.

 También podríamos hablar de un narrador equisciente dado que, más tarde lo veremos emplazado, en la conciencia de la protagonista e identificado con ella, que, lógicamente lo sabe todo sobre los personajes y la historia.

 Continuará alternando la primera y tercera persona de igual manera que alterna las acciones.

  A continuación, la obra se desarrolla en varias partes: una primera sin título; segunda, titulada EL CONCURSO (varios años antes de la muerte de mi padre); tercera, El despegue; cuarta Tierra; quinta, Fin.

 Cada una de ellas dividida en secuencias de variada extensión, a veces muy breves. en que se alternan acciones con sus tiempos, y espacios correspondientes. Siempre en una línea que nos recuerda inevitablemente “las mil y una noches”, va dejando las acciones, las situaciones en suspenso, con lo que mantiene vivo el interés de los lectores.

La división en secuencias, inevitablemente nos lleva a recordar “La colmena” de Cela.

  Hay quien piensa que esta técnica puede haber sido utilizada bajo el influjo de las series televisivas. Teniendo en cuenta que uno de los temas de la novela, como veremos, es el mundo de la televisión, podría ser. También sería la influencia más próxima al autor en el tiempo. También hay referencias a lugares o la publicidad como cuando en El bolígrafo de gel verde” hace mención del famoso toro de Osborne en las carreteras.  Otra posible influencia del mundo actual serían los juegos que aparecen cuando intentamos hacer un solitario. Concretamente hay algunos con llaves que invitan a encontrar la adecuada para abrir determinada puerta. No obstante, teniendo en cuenta los conocimientos literarios que se desprenden de la narración, prefiero inclinarme por lo primero. Es fácil y tentador pensar que hoy la literatura se nutre del cine y la televisión. Desgraciadamente en algunos casos no muy felices es así. Sin embargo, no debemos olvidar que todo estuvo antes en la literatura y que, la buena literatura y buen cine, se retroalimentan.

  En otro orden de cosas, en algún momento puede parecer una novela de búsqueda. Hay una frase en la novela que casi nos da la pista” Fue al final de aquel viaje cuando me di cuenta de que el principal problema de buscar la verdad es encontrarla y no saber qué hacer con ella” De hecho la protagonista no busca tanto algo sino conocer algo de su padre e incluso, tal vez conocerse a sí misma. ¿Como Telémaco buscando a un padre al que en principio no reconoce? ¿No podría recordar algo a Fernando Ossorio el protagonista de “Camino de perfección” de Baroja? Y dado el final tal vez también haya algo de formación iniciática.

  En cuanto a la crítica a ciertos aspectos del mundo de la televisión, es evidente que se centra en esos programas tipo, “Gran hermano”, “perdidos en la isla”, etc. (no conozco muchos; algunos ni de nombre). Alude incluso a “Master chef”. Tal vez si se ha decidido por el simulacro de viaje a Marte, ha sido por la actualidad de que goza la posibilidad de viajar al menos un ratito al espacio. Va presentando todo el proceso del programa al tiempo que descubre los trucos utilizados y la inmersión en el programa de la publicidad, que es quien lo paga. Se trata de televisiones privadas que podríamos reconocer fácilmente. Las hay que interrumpen el capítulo de una novela en el momento más interesante con diez o quince minutos de publicidad. También, a veces las películas ¿no es indignante que cuando le quedan veinte minutos a una película para terminar la interrumpan varias veces hasta conseguir que nos de la una de la madrugada frente al televisor si no queremos irnos a dormir sin conocer el final?

  También en lo que a la temática se refiere no deberíamos olvidar el tratamiento que da a las relaciones humanas: la de la protagonista con su padre, y/o con su hermano; o la de los convivientes del concurso a Marte en esa especie de gran hermano.

 El estilo narrativo es sencillo pero correcto, ameno, claro. Domina la narración frente al diálogo, que, no obstante, aparece cuando lo requiere la acción y confiere algo de agilidad al texto. No falta la descripción acertad de personajes y lugares; siempre la estrictamente necesaria, a base de acertadas pinceladas.

  El final es sorprendente, bonito, aleccionador.

  Tal vez podría decirse bastante más de esta obra, mas no sería prudente. No es este el lugar adecuado para un texto demasiado extenso.

He comprobado que ya en su primera novela “El bolígrafo de gel verde” se encuentran rasgos de estilo y técnica que ira desarrollando posteriormente. Así:

La presencia de sus lectura infantiles y juveniles En el inicio de “El bolígrafo de gel verde” nos encontramos con el cuento de “los tres cerditos” y al describir a unos personajes los compara con Olivia de Popeye y Brutus. Y Pippi Calzas Largas.

 También el mundo de la televisión con alusión a Cuéntame.

 O la distribución en capítulos y secuencias, en las que deja abierta la puerta para esperar lo que pueda seguir.

Los constantes casos de analepsis y prolepsis.

La narración en primera persona.

La búsqueda. Las relaciones humanas, que también aparece en “Invisible”.

Tal vez en esta su primera novela está el germen de toda su producción. De hecho, en Tierra ha perfeccionado y ha pulido su estilo.

  Me atrevería, para terminar, a decir que este autor responde a lo que dice sobre la novela, Eduard, un personaje de “Los monederos falsos”, que una buena novela, hay que escribirla con ingenuidad y que hay que empezar por creer en lo que se narra …y narrarlo con toda sencillez.

¿La has leído?¿Te ha gustado? Espero tu comentario.

miércoles, 13 de octubre de 2021

   

   El espejo del alma.

 ¿La cara espejo del alma? piensa Agustín mientras acaba de retocarse la barbita ante el espejo de su minúsculo cuarto de aseo. Así pues, ahora estoy entre dos espejos: mi cara y este en que me veo reflejado. Y tentado estoy de decir también como aquel: pues creo que, no soy, bien mirado, tan disforme ni feo. Sin embargo…algo no funciona… ¿Qué ocurre, pues?  

Visto lo visto parece que mi cara-espejo hubiera salido de “el callejón del gato”

FIN

                                                                            

viernes, 1 de octubre de 2021

 Un verano para leer: Claudio Guillén y “El infinito en un junco”

  Empecé el verano acabando la lectura de “Hierba mora”. Una novela interesante y curiosa.

  A continuación, me enzarcé en la lectura de un estudio sobre Literatura comparada, una materia que me entusiasma. Como no es lectura de recreo, al menos no para todos, no la voy a comentar aquí. Su título es “Entre lo uno y lo diverso “de Claudio Guillén. Ed. Planeta.

  A mí me vino muy bien para refrescar ideas y conocimientos que creía tener, pero dudaba algo de mi memoria. También me ayudó en la lectura de las novelas que leí a continuación. Pero de esto ya hablaré cuando lo requiera la ocasión.

  Llegó luego el turno a “El infinito en un junco” de Irene Vallejo. La tercera lectura o segunda relectura Me he empeñado en descifrar qué es realmente esta obra, en cuanto a género literario. Para unos es novela; para otros, ensayo.  Un breve intercambio de ideas en wasap, me despertó el deseo de profundizar en la obra que ya había leído. Resulta que alguien comentó que le sobran unas cuantas páginas; otra persona insistió que es ensayo sin lugar a dudas, no en vano acababan de otorgarle el premio “Ensayo 2020”. Hubo quien dijo que el ensayo no es literatura. Lo primero que hice fue empezar por la base. Me fui a Lázaro Carreter

  Premio OJO de la Crítica. Mejor Obra de No Ficción en los recientes X Premios de Literatura Histórica por El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo (Siruela, 2019) Premio Ensayo 2020

  Empezaré, como debe ser, por definir “Ensayo”. En el manual de lengua de COU de Lázaro Carreter con el que hemos estado martirizando durante años a los alumnos leo: “Hoy el ensayo es tal vez el género literario más cultivado en todo el mundo.” En él “un autor presenta, a ser posible con originalidad, un tema cualquiera, destinado a lectores no especializados en un espacio normalmente abarcable en una sola sesión de lectura” (Muy breve o de unas pocas páginas).

Aquí me surge el primer problema. Esta obra no se lee en una ni tres sesiones.

  Continúa: “El buen ensayista suele exponer y argumentar.” “El ensayo es un género literario por tanto quienes lo cultivan suelen prestar especial atención a la forma”.

  La exposición no describe, no cuenta, no argumenta.

  Se presenta la segunda duda. La obra se inicia con un prólogo narrativo mediante la forma del presente: “misteriosos grupos de hombres a caballo recorren los caminos de Grecia

  Continúa con unas digresiones, a veces metaliterarias, en torno al proceso creador. “Todo debería estar ahí, el tono, el sentido del humor, la poesía, el ritmo, las promesas…”, “¿Y si empiezo narrando un viaje?”

Incluso plantea los sentimientos, de los viajeros encargados de ir a buscar los libros que se muestran hartos de jugarse la vida por los caprichos de un loco. ¿No es esto perspectivismo?

  Por fin, casi al final leemos:” Este relato es un intento de continuar la aventura de aquellos cazadores de libros…

En cierto modo en el prólogo está contenido todo. No haría falta más.

  Continuemos con las características del Ensayo de que hablábamos.

  En el expositor ha de dominar una actitud objetiva. A veces aparece la argumentación con el fin de convencer.  

No es así, precisamente en esta obra.

  Exponer es presentar una cuestión con la intención de hacerla conocer y comprender a otras personas. Consta de tres componentes: invención (acopio de hechos, documentación), la hay; disposición (orden en que se exponen, requiere un plan que dependerá de varios fatores), aquí me permito dudar; elocución (expresión lingüística definitiva: objetividad: ¿?; orden, ¿? claridad, sencillez…)

  No obstante, no deberíamos olvidar que Actualmente algunos de estos principios se han flexibilizado de manera que el ensayista puede realizar un escrito con una extensión elegida dependiendo del tema, por ejemplo; manifestar un estilo personal con que expresar lo que sabe más lo que siente y opina. Estas novedades nos quitarían la razón en algo de lo que hemos dicho.

Pero sigamos con el ensayo y con la obra que nos ocupa. Así, los ensayos hoy se pueden clasificar atendiendo no solo al tema (históricos, filosóficos, etc.) sino también a la forma, en cuyo caso podríamos estar ante el llamado ensayo literario porque narra, o se ha buscado un valor estético que se verá reflejado en el estilo y el uso del lenguaje (Gabriela González). Algunos los consideran un género híbrido porque unen el análisis lógico con la creación estética, el uso artístico del lenguaje…

Suelen, entonces, contar con la siguiente estructura:

  Una breve introducción donde se coloca la tesis que se intenta desarrollar o el tema que se abordará. También aquí, puede el autor especificar la metodología que piensa usar, incluso textos y obras que tiene la intención de analizar. 

  A continuación, el desarrollo, donde el autor describe los datos que ha encontrado acompañándose de apreciaciones personales.

  Continuará analizando el contenido, estableciendo argumentos con que sostener su tesis inicial, con citas de textos y autores que coincidan con sus puntos de vista.

Por último, llegará a la conclusión donde puede resumir lo expuesto, realizar un esquema que explique el proceso de escritura, bibliografía, agradecimientos etc.

 Con la NUEVA CRÍTICA la noción de género pasa a un segundo plano y solo N. Frye concede una atención pormenorizada al problema: “el género se determina por las condiciones que se establecen entre el poeta y el público"

 Últimamente, para Lázaro Carreter, la noción de género no se justifica solamente desde el lado del emisor del mensaje literario sino también desde el lado del receptor. O sea que la crítica moderna otorga un papel indiscutible en el problema de los géneros al factor de RECEPCIÓN. En este caso habrá que contar con la formación del receptor, songo.

 Como veremos más adelante esto ha ocurrido con los lectores de “El infinito en un junco”

  En cuanto a los géneros ha surgido un nuevo concepto: Plurigénero, cuando la construcción de un texto requiere el concurso de géneros diversos.

 

  Centrémonos en “El infinito en un junco” ´

  Se presenta como ensayo. No obstante, la misma autora ha comentado como el jurado del primer premio que recibió, el que la dio a conocer, le hizo notar que había “creado” una especie de género nuevo, una mezcla de ensayo y novela. De hecho, el premio fue “de narrativa”

  Verdaderamente cuando leemos el texto, casi en todo momento, nos sentimos más cerca de la novela que del ensayo. Nos puede recordar la lectura de una novela histórica. De hecho, en las breves notas que acompañan las ediciones se alude a su carácter tanto de novela histórica como de aventuras.” es también una historia del helenismo”.

  Recurriré ahora a comentarios críticos en prensa y entrevista. Leo, por ejemplo:” El cuidado ensayo de Irene Vallejo sobre la invención de los libros en el mundo antiguo aúna la voluntad pedagógica y la calidad literaria”. O bien:el relato de Vallejo, adquiere una dimensión literaria que trasciende el mero recuento.

¿Es, pues, un ensayo literario?

  Más adelante:” …logra su propósito de contar una historia de muchos siglos en pocos cientos de páginas, aunando la sensibilidad y el criterio con la capacidad narrativa y una idea de la pedagogía que no rebaja la materia de la que trata” …

O sea que es un ensayo, pero lo que destaca es la capacidad narrativa. Ya hemos señalado como la obra se inicia con un prólogo narrativo. :” Este relato es un intento de continuar la aventura de aquellos cazadores de libros….”

  El capítulo 57 empieza como un cuento:” érase una vez…”

 También encontraremos técnicas propias de la novela como cuando plantea los sentimientos, de los viajeros encargados de ir a buscar los libros que se muestran hartos de jugarse la vida por los caprichos de un loco. ¿No es esto perspectivismo? Nos hemos preguntado.

  Continúo informándome, y leo: “…el relato de Vallejo, adquiere una dimensión literaria que trasciende el mero recuento.” Su originalidad se pone de manifiesto en la estructura digresiva, con eventuales apelaciones al lector, a quien Irene Vallejo se dirige en segunda persona, y en el frecuente uso de reflejos y referentes contemporáneos que aportan luz retrospectiva. Esto último no deja de tener sus riesgos…” (se da por sentado que la autora los ha superado).… o interpola en la narración numerosos episodios –muy alejados en el tiempo, pero no en el espíritu– del largo itinerario que se remonta a la legendaria neápolis fundada por Alejandro junto al delta del Nilo.”

Estructura digresiva: leamos ejemplos de la obra: Ya en el prólogo podría hablarse de metaliteratura:” Siempre me asusta escribir las primeras letras”. “Todo debería estar ahí el tono, el sentido del humor, la poesía, el ritmo. Las promesas…” “Escribir es intentar descubrir lo que escribiríamos si escribiésemos”.

  Intercala una historia de tipo celestinesco, traducción libre de un texto del siglo III a. de C. Considera la alcahueta como una de las primeras Celestinas de la historia de la Literatura. Introduce el diálogo. Hay narración y descripción.

Hay que hacer notar el subjetivismo presente en innumerables momentos de la obra. En el capítulo 21 asistimos a un relato auto biográfico. Su estancia en Oxford. En los capítulos 27 y 28 se ha trasladado a Italia, Florencia. Relato de su periplo a la caza de información. El capítulo 61 también muy personal:”” Mientras escribo, termina diciembre en medio de la habitual neurosis de los más vendidos…” (mira por donde ella acabó en una de esas listas)

Cap. 62 y ss. Safo. Un toque feminista.  Su relación con la profesora de griego de bachiller

Cap.67 el teatro 

 Más opiniones: Uso de reflejos y referentes contemporáneos que aportan luz retrospectiva. Por ejemplo, Cavafis, “Cuarteto de Alejandría”, Borges y su “Biblioteca de Babel”. Incluso “El señor de los anillos” para hablar de la obsesión de Alejandro por perpetuar su recuerdo:” igual que Frodo y Sam, Alejandro soñaba con tener una leyenda propia, entrar en los libros para permanecer”.

Sin olvidar el cine.

Muchas de estas idas y venidas en el tiempo no dejan de ser ejemplos de analepsis y prolepsis.

Bien avanzada la obra, la primera parte, aparece por fin la que parece la idea primigenia y esencial de la obra: el libro. “:” El primer libro de la historia nació cuando las palabras, apenas aire escrito, encuentran cobijo en la médula de una planta acuática”

Descripción de los primeros libros y:”. Conocemos las palabras aladas (metáfora), a través de su contrario, las palabras inmóviles de la escritura. Una vez transcritas esas narraciones perdieron para siempre su fluidez, su elasticidad…salvar aquella herencia exigió herirla de muerte”

Termina esta parte con referencias autobiográficas, a la tecnología moderna, etc.

. Y Safo, un toque feminista. 

La obra consta de dos partes:  I. GRECIA IMAGINA EL FUTURO. De la que acabamos de hablar

  II.LOS CAMINOS DE ROMA

 Se inicia con Rómulo y Remo

 Sigue en la misma línea de las digresiones: literatura, cine, pasado, presente…

 Historia de roma.

  Incluye la vida pobre del escritor, el peligro de ser librero. Parece en algún momento que la librería sustituye a la biblioteca,

 También, casi para acabar la figura de una mujer Sulpicia.

 Tal vez entre el prólogo y el último cap.  se podría condensar la historia del libro.

  En definitiva:” El infinito en un junco', un ensayo atípico, no le tengan miedo, en el que la ficción sirve de hilo conductor de la información. ¿Dónde empieza la lección, la tesis, lo que nos quiere enseñar la autora? Se preguntarán al adentrarse en sus páginas”. Tan atípico que no sabemos cómo calificarlo, dónde incluirlo. ¿novela- ensayo.?

¿Cabría decir algo similar a lo que dijo Baroja sobre Dostoievski?: Este resultado, no me figuro que sea deliberado, sino más bien una consecuencia de un desdoblamiento mental y de premura de tiempo…”

BIBLIOGRAFÍA

Lázaro Carreter “Lengua de COU”

García Berrio.” Los géneros literarios”

Varias páginas de Internet.