Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

viernes, 15 de diciembre de 2023

 

 

La niñita mamá

Tiene apenas tres añitos. Está sentada en su sillita de casi bebé con su muñeca en el regazo.

_ ¿Tienes hambre? Mami te da papas. Espera.

Se levanta la camisetita y se saca una tetita. Acerca a ella la boquita de la muñeca.

_ ¡Cómo tragas! Despacio. No te duermas que luego tienes hambre y lloras. Vale, ya.  A ver si tienes pis. ¡Uy, mira ¡te cambio el pañal y ahora nonó. Así en tu cunita. A rorró mi niña, el pollito lalalá, el pollito lalalá. Ea.ea, ea.

 Feliz Navidad

viernes, 1 de diciembre de 2023

 

  

Fotografiar, placer y adicción

 

  Fotografiar nos permite construir relatos visuales, a golpe de imágenes, ayudando a configurar historias que van más allá de la pura estética. (Leemos)

Amo la fotografía. Amar la fotografía significa que nos gusta fotografiar, recoger quizá con la intención no solo del recuerdo sino de inmortalizar el momento, el paisaje, el monumento, las personas queridas.

 Es un placer fotografiar. Ir por el mundo observando con detenimiento lo que pasa ante nuestros ojos, elegir el punto exacto que nos llamó la atención o que fuimos buscando a sabiendas de que lo encontraríamos. Esa torre a la que buscar el ángulo que la favorece como se busca el mejor perfil de una persona. El puente que al reflejarse en el agua se duplica o convierte sus arcos, ojos, en óvalos o círculos cerrados, o que como en el poema de Lorca deja ver los coches, transeúntes, el tren, invertidos.

Coches, que el Guadalquivir/ tiende en su cristal maduro, /entre láminas de flores/

y resonancias de nublos. ( G. Lorca:S. Rafael)

 

Plasmar los reflejos del sol o el mar, la luz de la luna….

 

Un solo pez en el agua/que a los dos Córdobas junta:/Blanda Córdoba de juncos. /

 

Córdoba de arquitectura. (S. Rafael. G. Lorca)

  Fotografiar, como escribir, no consiste sólo en plasmar lo que se ve sino recrearlo, convertirlo en arte, resaltar su belleza…

Para fotografiar no basta con ver, hay que mirar, observar, escudriñar…

Fotografiar, a fin de cuentas, es, en cierto modo, apropiarse de lo fotografiado. Parece que quisiéramos almacenar un mundo en nuestra cabeza, ¿en la retina?, crear una especie de antología universal de imágenes.

Al fotografiar interpretamos el mundo igual que lo hace el dibujante, el pintor, incluso el escritor. Se ha dicho, por ejemplo y con cierta frecuencia, que el realismo, por ejemplo en literatura es objetivo como lo es la fotografía, Que el escritor realista, ya tal vez el pintor figurativo, capta el mundo como la cámara fotográfica de forma objetiva. Yo diría que no es cierto. Porque el fotógrafo dirige el objetivo de la cámara, elige el objeto y el punto desde donde fotografiarlo, elige la luz… ¿Eso es ser objetivo?

 Alguien dijo que el uso de la cámara es implica o es una agresión. Quizá esta frase se pueda aplicar fundamentalmente a fotografiar personas.

 ¿Qué nos mueve a fotografiar? ¿El hallazgo de algo bello, como creo que dijo en alguno de sus textos   Susan Sontag? En muchos casos es posible. Al menos sería haber encontrado algo que nos parece bello. Aunque depende del fotógrafo, de las personas. Así un amante de la arquitectura se sentirá fascinado por edificios: Iglesias, monasterios, catedrales, ábsides, torres, cúpulas, castillos. Un geólogo encontrará bella una roca, un acantilado, una ….

  Yo, ante una iglesita románica me emociono tanto como ante una catedral gótica. Tengo un archivo, y no solo fotográfico sino en la memoria, de lugares como San Clemente de Tahull, La catedral de Burgos o León, o Sevilla, Murcia, Milán, Florencia etc.

Me gusta rodear el edificio. Fotografiarlo por todas partes. Cuento entre mis favoritos los ábsides magníficos en muchos casos. Luego el interior: columnas, techos, esas crucerías del gótico, las vidrieras…las cúpulas de mil clases que podemos encontrar…Llego al claustro y allí hay columnas para hartarse, cada una con su capitel diferente…todo va a mi archivo, todo lo recojo. Y busco ese punto desde donde poder fotografiar una torre enmarcada por un arco. Más de una vez me ha ocurrido encontrar tras mi al dejar el sitio de mi escrutinio, una cola de personas esperando para hacer la misma fotografía. Quizá la vieron, tal vez ya la buscaban como yo o ¿por qué no? les llamó la atención mi empeño y decidieron, tal vez, que valía la pena. Es lo que suele hacer mi marido.

Recuerdo la visita a S. Juan de la peña. Mi hijo y yo no dejamos un capitel sin admirar, y fotografiar. Lo mío llegó a ser adicción.

Quizá algún día haga un reportaje con capiteles, por ejemplo. Los habrá góticos, románicos, egipcios, griegos…

  Pero también la naturaleza me atrae. La costa brava, los paisajes de Euskadi, las formas de la Ciudad Encantada, los cielos, las nubes. Cuando he viajado en avión he recogido fotografías del mundo visto desde arriba, yo que normalmente lo veo desde muy abajo. Me subyugan las puestas sol y las noches de luna.  

      


¿Y las sombras? Ofrecen múltiples posibilidades.

 A veces, osada de mí, me atrevo con la idea de hacer fotografía en cierto modo artística. Es muy personal y creativa visualmente hablando, va más allá de lo que se ve, es cómo se ve, cómo lo veo yo. Es lo que me ha llevado a fotografiar puentes. Sin ser Robert Kincaid.  A veces parece que lo huelo: allí hay un puente y he de búscale el lado bueno, o he de volver a la hora en que se refleje en el río formando con sus ojos óvalos o círculos perfectos, o aprovechar que pasa un tren reflejado invertido, o es su estructura la que permite crear una imagen distinta, dependiendo del punto de mira… ¡Es fascinante! 

Se prestan mucho a fotografía artística los reflejos en general. La vegetación de la orilla del río o un lago, reflejada en él; las aves acuáticas que se posan o se pasean por el agua, incluso el reflejo que se produce sobre el cristal de una mesa,


Nubes reflejadas en el cristal de una mesa.

el de los barcos o la luna rielando en el mar, o vista a través de una ventana…

 Fotografiar, pues, es placer y es adicción.