Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

jueves, 28 de febrero de 2019

Ya voy, amor



    ¡El mar! ¡Quiero el mar! -Sí, sí, vamos - Como tantos otros días, la sienta frente al gran ventanal desde el que se disfruta una magnífica panorámica marina. La dulce caricia del sol la baña. Es una mañana clara, diáfana y en el horizonte se funden cielo y mar en un azul intenso, de una belleza indescriptible. Está abrazada al muñeco que siempre la acompaña el de los dulces ojos soñados del color de ese mar que ahora contempla. Con la otra mano estrecha contra su pecho una bella edición de las “Rimas” de Petrarca. Mira al horizonte, abraza un poco más sus dos tesoros, cierra los ojos y sonríe.
No es tan triste como parece. Y si el lector quiere puede imaginar detrás una hermosa historia de amor.









viernes, 15 de febrero de 2019

Cuentos de amigas



   Esta vez la curiosidad es algo literaria.
  Acabo de leer “Cuentos de amigas”. Una colección de cuentos edición y prólogo de Laura Freixas. Conozco otra colección de la misma autora “Madres e hijas “que me gustó, lo que me ha animado a leer esta de la que pienso hablar.
  En esta ocasión no voy a hablar de la calidad literaria, que la hay, pues todas las autoras de los cuentos son mujeres consagradas como escritoras de prestigio.
   En la colección de “Madres e hijas” se hablaba de unas relaciones poco usuales o al menos no dentro del tópico, pues en casi todos los relatos la madre era bastante atípica, egoísta, dominadora, absorbente, etc. Había algo de cierto, algo que dolía, pero, al menos para mí, era fácilmente aceptable o asumible.
  Aquí, sin embargo, no he encontrado nada que relacionar con el concepto que tengo de la amistad. Precisamente los días 22 y 27 de enero de 2013 publiqué sendos artículos sobre la amistad bajo el título “De amicitia” I y II. En el segundo es donde hablo sobre todo de la amistad entre mujeres.
  Recupero de allí este texto de la psicóloga Martha Patricia Moreno.
    “Cuando las mujeres se unen y se comprometen mutuamente a formar parte de un círculo de amigas, están creando un crisol de transformación para sí mismas y un vehículo que propicia el cambio colectivo”.
  No es esto lo que he encontrado en la mayoría de los cuentos de este libro. Aunque no sea necesario llegar al extremo que tal vez propicia el texto, aunque el grupo sea solo de dos o tres mujeres, amigas, tiene más que ver con lo que leo ahí que con el enfoque dado al tema en estos cuentos.
  El concepto de amiga me lleva a recordar aquellos versos de Garcilaso de la Vega sobre las ninfas del Tajo a las que veía” …labrando embebecidas/ o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas/contándoos los amores y las vidas/…”
  Es así como la tradición ha visto siempre a las mujeres. Reunidas en su mundo particular, ajeno en muchos aspectos al masculino. Ayudándose y apoyándose unas a otras en sus tareas, en sus alegrías y en sus penas, guiadas por la necesidad de hacerse fuertes frente al universo de los hombres.
Contándose los amores y las vidas, riendo y/o llorando juntas, transmitiéndose experiencias y conocimientos de todo tipo.
  Insisto, no es este el concepto de amistad que encontramos en estos cuentos.
  Hay, tal vez dos , que en cierto modo pueden responder a esa idea tradicional de la amistad ente mujeres. El de Martín Gaite “LA CHICA DE ABAJO” y el de Juana Salabert” AMIGAS DE VERANO.” que encierran una crítica social. Hablan de la amistad nacida entre dos niñas de diferente clase social que, con los años, al separarlas la vida y las familias se ha roto. En el de Martín Gaite la niña de abajo, o sea la de clase baja, la hija de la portera, lamentará el olvido por parte de la que tantos años fue su mejor amiga.
 En el otro es la amiga de clase superior la que, al enterarse de la muerte de su antigua amiga, también de clase inferior, con la que disfrutaba en los veranos, lamenta haberla olvidado.
  En el resto no hay amistad sino lesbianismo. Está bien que se trate este tema con naturalidad, como tantos otros que, por suerte han dejado de ser tabú, pero creo que a las cosas como a los sentimientos hay que llamarlos por su nombre y sobre todo no confundir.
  En HIJOS DE HOMERO, Bernardo Souvirón, en cierto modo nos descubre la aparición de la amistad entre mujeres. Lo hace al hablar del amor sáfico. Dice:” si una mujer deseaba amor, amor simplemente, no contaminado, puro, debía buscarlo fuera del matrimonio y, por tanto, lejos del hombre……Debía buscarlo en otra mujer…”. Pero ¡ojo ¡continúa” si hay una palabra ambigua que pueda llevarnos, sin parecerlo, a equívocos, esa es precisamente la palabra amor…”.
  Eso es, no confundamos el amor que es amistad, hablamos entre mujeres, puede ser entre hombres y, aunque hay quien no lo acepta, entre hombres y mujeres con el amor que encierra otros sentimientos.
  Es cierto que también la palabra amistad se ha visto contaminada por esta cierta ambigüedad que puede encerrar; hemos oído con cierta frecuencia, sobre todo en un pasado no muy lejano, de un señor que tenía una amiga cuando en realidad tenía una amante; igual se podía escuchar de una mujer que tenía un amigo.
  Entiendo como amistad entre mujeres, aparte la que yo experimento , lo que nos dice la psicóloga Martha Patricia :” El poder invisible de los círculos de amigas sobre las mujeres que los componen es extraordinario puesto que permite la autoestima, el éxito y el desarrollo del talento, que tiene que ver con el hecho de que nos hayan escuchado y valorado, amado por lo que somos, animado y apoyado para que llevemos a cabo aquello que nos creíamos incapaces de hacer, puesto que cuando existe un apoyo práctico, o psicológico que pueda provocar un cambio significativo, es mucho más probable que ese cambio suceda; el hecho de que otras mujeres crean en nosotras, o tengan el mismo punto de vista, o bien sean modelos de conducta, tiene una influencia invisible y poderosa. Nuestra red de amigas nos aporta la fuerza para resistir ante la colectividad, la fuerza para seguir adelante…”
  Creo que no hay equívocos en estas palabras, aunque podamos ver en ellas un exceso de idealismo.
  Reitero que no me molesta en absoluto el tema tratado en estos cuentos, que en general son buenos literariamente hablando. Solo, que me gusta que se llame a cada cosa por su nombre, para no confundir al lector, por ejemplo. Creo en la precisión, aunque temo no haberlo sido yo suficientemente en este mi texto.
 Sería interesante conocer la opinión de otras personas, pero está claro que en estos tiempos de prisas y falta de tiempo es soñar un imposible.