Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La caída



Caída, participio del verbo caer que según el dic. De la RAE significa  acción y efecto de caer.
Busco el verbo y el mismo diccionario da como acepción 1: perder un cuerpo el equilibrio hasta dar en tierra o cosa firme que lo detenga. Una caída de este tipo me tuvo varios días con síndrome agorafóbico pero  inspiró mi siguiente osadía:

La caída
  ¡Qué plancha! Iba ella tan bonica, tan pizpireta con su equipo azul marino que la hace más delgada, que estiliza su diminuta y rechoncheta figura. Había quedado para tomar café. Pensó que el pantalón le quedaba un poco largo. ¡Esta manía de las vendedoras  de que el pantalón debe cubrir el zapato! Y para colmo lo tiene ya varias temporadas lo que supone que lo compró antes de disminuir casi dos centímetros. Tengo que meterle un poco, pensó, pues como me lo pise me mato. Hoy andaré con cuidadito.
   Se maquilló un poquito, sólo con polvos suelto, como hacía su abuelita de Alicante, un poco de color en los mofletes, una chispita de rímel para que se le vean las pestañas que ya casi han desaparecido y los labios. Había queda-do bastante presentable. De hecho no aparentaba la edad que tiene. Buscó unos complementos sencillitos: collar, pulsera y pendientes de nácar con diseño informal, regalo de una de sus hijas en su aniversario de boda. (Los pendientes no le convencen mucho, son un poco largos para su edad y estilo pero habrá que usarlos antes que sean una osadía).
   Pues como decía, iba ella tan pizpireta, ya de regreso a casa, cruzando la Gran Vía en obras por aquello del “Plan E “cuando de pronto : ¡PLASFFFF!

  ¡SSSSHHHHH!,    ¡TOOOOOMAA! ,    ¡PENALTI!             ,¡No. piscinazo!, 

¡¿MIS GAAFAAAAAS?! , ¿MI PELVIS!,  ¡MI MÓVIL!   ¿Mis piernas!  
            
…Señora ¿se puede levantar? Sí. Creo que sí. Se levanta, puede andar, sigue su camino, A su lado una joven amabilísima:¿Se encuentra bien? ¿Necesita algo? No, no, gracias. Estoy bien; no sé lo que ha pasado.  Sí lo sé, piensa. Ha sido el maldito pantalón.  Llegó a casa andando como un pato para evitar volver a pisarse el dichoso pantaloncito.
   Ya en casa se dio cuenta de que tenía una raspadura en el codo izquierdo. Suerte que ha sido solo eso. No le duele nada pero está muy nerviosa. Se hace una infusión relajante y al ser preguntada por su marido contesta que ha tomado un blanco y negro que estaba cargadísimo de café y tiene unos nervios en el estómago que no la van a dejar dormir. Al día siguiente ha aparecido un moratón en la rodilla izquierda.
   Por suerte todo quedó en el susto. El pantalón , no volverá a pisárselo.

¡Menudo batacazo!
 Espero comentarios,si os place.


2 comentarios:

  1. ¿El endiablado pantalón de la protagonista de este relato no será hoy un bonito short color azul para pasear por la orilla de la playa?

    Solamente una persona creativa es capaz de convertir un episodio de los que hacen tragar saliva varias veces, en un relato lleno de detalles divertidos.

    Aún así, personalmente pienso que fue... ¡piscinazoooo! ¡Pepe casi no la ha tocado!

    Me gustan mucho estas osadías.

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    1. Gracias,Miguel, por tu comentario. No,el pantalón aun no llega a short pero todo se andará.
      Pues si gustan, yo encantada. Además me lo paso muy bien siendo un poco osada.

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