Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

lunes, 27 de junio de 2016

La torrija asesina

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   Cuando a los seis añitos se preparaba para hacer la primera comunión, ya recitaba sin equivocarse los siete pecados capitales llamados mortales, o al revés, ¡qué más da!
   Se le quedó bien grabada la lección: hay que librarse de cometer esos pecados so pena de castigo eterno en forma de fuego infernal. Siempre se esforzó en cumplir ese precepto influida por aquel ejemplo del joven angelical que pecó una noche (nadie le explicó en qué había consistido el pecado) y como castigo murió esa misma noche sin tiempo a confesar. 
El pecado que más le costaba evitar era el de la gula. ¡Es tan fantástico comer y si es dulce mejor! Pero siempre lo había superado. Aquel día se dejó llevar por una torrijita que decía ¡cómeme! Pensó: con lo mal que está el mundo y con la edad, seguro que Dios se ha hecho más comprensivo. Se sentó, la contempló y empezó a saborearla con gran fruición... Con el último bocadito, se atragantó y……¡No tuvo tiempo de confesar!

(Este cuentecillo formará parte de un grupo sobre los pecados capitales.
¿A nadie se le ocurre un breve comentario?

1 comentario:

  1. Siempre he pensado que los pecados capitales más que hacer daño al prójimo le hacen daño a uno mismo, pero como las drogas un daño que cuesta verlo aparecer. A veces, demasiado...

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