Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

viernes, 1 de mayo de 2020

El pececillo de plata



 
 ¡Hola! Soy Lepisma Saccharina, Pececillo de plata para los amigos. Dicen que esto de pececillo me viene de que, como vivo entre papeles y libros, me muevo por ellos como si nadara, o sea como pez en el agua. Lo de plata es por mi bonito color plateado. No se calientan mucho la cabeza los humanos a la hora de poner nombres a las cosas. O andan en plan culturoparlante o se bajan al arrollo. ¡Cráneos privilegiados!      
  Pero a lo que íbamos. Me gusta vivir entre papeles, sobre todo entre las páginas de los libros. Pero no, o al menos no solo, por el agradable olor de la cola de encuadernación y por lo calentito que estoy, no. A mí lo que me fascina es pasearme por las páginas de los libros y enterarme de todo lo que en ellas se encierra. Hay mucho saber y también magníficas historias de todo tipo: vidas de santos, de héroes, de personas famosas. Historias de amor y de odio; de guerra y de paz.
  Es muy interesante el orden en que cada persona organiza sus libros en las estanterías. Unas lo hacen siguiendo el orden alfabético del nombre de los autores, lo que permite pasar de un anónimo cantar de gesta o una novela picaresca a un arcipreste divertidísimo. De los magníficos poemas de Antonio Machado a las extraordinarias Coplas de Manrique. Del gran Pérez Galdós al no menos grande, aunque controvertido Pérez-Reverte.
¿Puede haber mayor placer que ir deslizándose por las páginas de todos esos libros?
  Otro tanto ocurre si los libros están ordenados según los títulos de las obras. Puedo viajar por mundos asombrosamente distintos. Y ¿Qué decir si aparecen ordenados por géneros o materias? Arte, Filosofía, Historia, poesía, teatro, narrativa. ¡Cómo me divierte ir de uno a otro sin preocuparme más que de circular y detenerme donde me pida el cuerpo!
  Ayer, sin ir más lejos, me colé entre las páginas de “Las olas” de una tal Virginia Woolf. Es sorprendente. Jamás había visto algo igual. Esta señora escribe de una forma muy distinta al resto del mundo, al menos el que yo conocía. Aparecen varios personajes. Chicas y chicos que hablan o mejor yo creo que piensan. Son muy distintos unos de otros y van pasando por momentos diferentes de su vida. Lo dicho. Original e interesante.
Otro día me colé en un libro de Arte, uno enorme que se llama “El Bosco”. Tiene muchas láminas y también textos muy interesantes.
¡Madre mía que cosas pintaba este hombre! Me quedé pasmado.
Por suerte no todo lo que hay en esta casa es tan raro. Me lo he pasado de película paseándome por las aventuras del Capitán Alatriste. ¡Qué chulo! Es divertido, ágil, y enseña mucho sobre la historia de España, así sin que lo parezca. Además, como llevo tantos años leyendo, sabréis que puedo vivir muchos años, pues he visto que a veces recuerda otros textos y autores que ya conozco. A veces me recuerda al Lazarillo de Tormes, otras a Pérez Galdós, me encuentro con Góngora y Quevedo o con Lope de Vega o me traslado a la rendición de Breda y de paso veo a Velázquez. ¡Dios, que atracón de cultura y aventuras!
También disfruto cuando navego entre páginas de poetas, de los grandes de siempre. ¿Habrá algo más bonito que esto? Era del año la estación florida/en que el mentido robador de Europa/ media luna las armas de su frente/ y el sol todos los rayos de su pelo/ luciente honor del cielo/ en campos de zafiro pace estrellas…” Luego veo otros muy llamativos:” el caliginoso lecho, el seno oscuro/ ser de la negra noche nos lo enseña /infame turba de nocturnas aves, /gimiendo tristes y volando graves...”  
Luego me topo con otro, Quevedo, que lo odiaba y dice de él que “Érase un hombre a una nariz pegado, erase una nariz superlativa…” Tiene gracia que los poetas se pelearan de esta manera.
Los poetas, cuantos y tantos enormes poetas que hoy muchos han olvidado.
Y no hablaré de Cervantes y su Quijote  porque sería el cuento de nunca acabar. A propósito, este es el título de otro libro en que también he fisgoneado.
Total, que si ¡yo hablara…! He podido comprobar que ha habido y hay mucha gente que escribe. Algunos consiguen fama por buenos, otros, no se sabe por qué; Incluso los hay que sienten que el cielo no les ha dado la gracia que concedió a otros y aunque escriban todo quedará para ellos y, por ende,  en el olvido. O sea que como también dijo un poeta: cuando ya no estén de que pasaron por el mundo ¿Quién se acordará? De ellos solo quedará lo que dijo otro de los grandes “tierra, humo, polvo, sombra, nada”. Pero sus cenizas ¿serán polvo enamorado?
Os dejo. Me voy a seguir navegando entre páginas y páginas de ese inconmensurable mundo de los libros.
Escrito 24 de marzo 2020

1 comentario:

  1. Este pececillo de plata llamado también cordón de plata, lepisma de la harina, lepisma del azúcar, cucaracha de agua o sardineta, siendo tan insignificante, te ha servido para recordar autores, obras y hasta fragmentos de poemas. Me ha venido a la memoria la cara de D. Mariano diciendo aquello de "infame turba de nocturnas aves" como ejemplo de la aliteración de la R y la U gongorinas para dar sensación de oscuridad y profundidad en la cueva de Polifemo.Todavía no he perdido la memoria.
    Tú siempre derrochando ingenio e imaginación. Cuentas con mi admiración

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