Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

viernes, 1 de abril de 2022

 

Un velero llamado VIDA.

Anclado en recoleto puertecillo. Limpio, radiante. Recogido su níveo velamen.

El nombre los paseantes miran. VIDA. Rojo sobre la albura del casco. ¿Cuál su bandera? Inidentificable. Azul celeste, en el ángulo izquierdo una humilde violeta.

Nadie, la razón de su inmovilidad pregunta. A nadie, la identidad de su dueño interesa .

¡Con soltar amarras, cuántas veces ha soñado! ¡Izar las velas, ¡levar anclas y zarpar! ¡Ponerse al timón sin nadie que le ordene a babor o a estribor! Entre dos azules, dos mares, dos cielos, navegar ¡A toda vela! En su velero llamado VIDA

FIN

Hasta la próxima travesía

1 comentario:

  1. Comentario de texto.-
    Las tres oraciones nominales con las que se inicia el texto, con su ausencia de verbo, dan sensación de quietud, paz y tranquilidad, como si se tratase de un cuadro. El nombre del barco, marinera metáfora de la vida, es muy romántico. ¿Por qué va pintado de rojo?
    Observo tres hipérbatos que con sus verbos al final, "miran", "pregunta", "interesa" nos remontan al clasicismo latino.
    Me falta saber qué clase de velero es este ¿un bergantín como el pirata esproncediano? ¡Qué ilusión!.
    Y por último los colores, entre los que destacan los tonos de azules, del mar, del cielo, de la bandera. Me huele a Semana Santa lorquina. Confieso que soy azul.

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