Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 15 de noviembre de 2023

 

 

Los niños y las guerras

Hace años, allá por 1999 escribí un texto a modo de Editorial para el periódico de mis alumnos que yo dirigía, y curiosamente lo he encontrado traspapelado entre mis cosas de antaño.

Me lo inspiró el problema de Los Balcanes. No sé si entiendo nada o casi nada de política y menos aún de guerras. No comprendo que se pretenda paliar una locura con otra, pero sobre todo me indigna el problema de los niños, siempre víctimas inocentes. Los locos de hoy dirían “daños colaterales”. Hoy, veinticuatro años después sigo sin entenderlo. ¿Qué estamos haciendo con ellos? Decía entonces y digo hoy. Son inocentes, pero además son los hombre y mujeres del futuro. ¿Cómo esperamos que sean mañana políticos, juristas etc. equilibrados y ecuánimes si los hemos formado en el horror, la violencia y la barbarie o se los está eliminando? ¿De qué escribirán si en su infancia “la edad dorada”, qué ironía, vivieron las mayores atrocidades imaginables?  Suponiendo que sobrevivan, pienso hoy que vemos como en la guerra Israel_ Gaza están muriendo cientos de ellos. No solo niños, jóvenes que están perdiendo cursos en la universidad por ir a luchar ¿por qué y por quién? Tal vez ni ellos lo saben a ciencia cierta. Es posible que pierdan algo más que el curso. También la vida, padres, algún hermano … ¿Y los de Ucrania, teniendo que abandonar casa y patria, incluso familia, o dando clase en subterráneos para librarlos de las bombas…? ¿Cómo reaccionarán los supervivientes que nos muestran todas las televisiones del mundo cuando, gracias a los equipos de psicólogos que “en teoría” · se les proporcionan hayan olvidado los sufrimientos que están viviendo, vuelvan a verse en las pantallas con motivo de las consabidas conmemoraciones de la atrocidad vivida? Sin duda se sentirán víctimas de los delirios de grandeza del mundo. No sólo de esos gobernantes que buscan el poder, que practican la limpieza étnica, que se amparan en el terrorismo o en el uso de un idioma…sino también de esos periodistas que los mostraron en magníficos reportajes, que en su día recibirán prestigiosos y quien sabe si crematísticos premios; y de aquel fotógrafo por haber realizado las mejores fotografías del siglo: niños mutilados, niños tristes, niños hambrientos de pan, de paz, de amor y hasta de madres.

Se me podrá discutir sin duda esta última parte. Yo admiro la labor de esos periodistas y fotógrafos que se juegan la vida por y para dar testimonio de las atrocidades que algunos practican; para que no se olviden y a ser posible no se repitan. A algunos los veo a diario en el telediario y, los conozco tantos años, que los siento como de mi familia y temo cada día que les ocurra algo. Insisto. Los admiro. El problema lo veo en los niños de todas las guerras de hoy y de siempre que son, serán, los hombres y mujeres de mañana. Y no sólo de las guerras con bombas: malos tratos, utilizados en pro de los adultos, trabajando a edades no apropiadas, violados, convertidos en guerreros…

¡Ojalá que al salir a la luz este texto hubieran acabado todas las guerras que hay en el mundo!

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