Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

lunes, 30 de septiembre de 2013

Lo que mueve el mundo



     Novela de Kirmen Uribe. 
   Dividida en tres partes como El Quijote, La Divina Comedia, o una obra dramática con su planteamiento, nudo y desenlace. Tres partes de extensión distinta y número de capítulos variable también en extensión y en número. Cada capítulo, sin título, está, a su vez, dividido u organizado en una serie de secuencias señaladas por espacios en blanco.

     La primera parte funciona a modo de introducción de personajes, situaciones y lugares. Algo así como el planteamiento de una obra dramática.

     La segunda es la más extensa; Empieza con el casamiento de Robert, el héroe, y acaba con su muerte.

     La tercera muy breve, solo tres capítulos. Acaba hablando el autor de sí mismo. Nació su hija, perdió a un amigo  que precisamente le había dicho: "tienes que contar la historia de un héroe". Para mí no existen los héroes, contestó,…Los héroes me dan miedo….te hablo de la gente corriente, continuó su amigo, los héroes están ahí mismo, antes y ahora, aquí y en el ancho mundo; pequeños héroes que se dedican a ayudar a la gente…
   La última frase del capítulo y el libro es:"Ea, aquí tienes la historia de un héroe, mi amigo del alma."

   El relato no sigue rigurosamente la línea del tiempo; hay anticipaciones, vueltas al presente y retrocesos a través de los recuerdos de las personas que van relatando la historia. Por ejemplo, al principio se habla de los niños de la guerra, se interrumpe su relato para hablar de Robert y Herman y luego volver a la niña Karmentxu y a Robert. O cuando el protagonista va camino del campo de concentración, se interrumpe el relato para hablar de cómo eran esos lugares y hacer un poco de historia.

   Constantemente se van intercalando los tiempos, la historia de los personajes, los acontecimientos. Es un constante ir y venir de unos a otros. A veces hay algún tipo de hilo conector entre una secuencia y otra o entre los capítulos. Por ejemplo cuando los tres amigos, Robert, Herman y Robert Brise hablan de Beethoven y en la secuencia siguiente se intercala una página del diario de Vic fechado el  16 de marzo de 1945., años después del momento en que se mantiene esa conversación, que precisamente habla del compositor.
   No será esta la única digresión que encontremos en la novela. Se intercalan varias páginas de dicho diario, poemas, textos de obras escritas por alguno de los personajes, reflexiones, frases textuales…..

   Así pues, oiremos varias voces a lo largo del relato pues el autor, a veces, cede la palabra a algún personaje o reproduce lo dicho por ellos de forma que muchas veces a lo largo de la lectura podemos dudar acerca de la voz del narrador. Sigue aquí Uribe, en cierto modo, la misma técnica de Bilbao-New York- Bilbao: un diario, cartas, recuerdos….

   La obra se inicia hablando de los niños de la guerra, aquellos niños que fueron sacados de España al principio de la guerra civil para librarlos de ella. Concretamente se trata del grupo que salió del País Vasco, de Bilbao. Da la impresión de que la niña Karmentxu  Cundín Gil va a ser la protagonista, pero pronto comprendemos que es solo el pretexto para introducir al héroe de la historia y para hacer algo de crítica histórica.
   Esta niña es recogida en Gante por Robert  Mussche. Se ha valido el autor de ella para presentarnos a su héroe. Después iremos teniendo alguna noticia de la niña que en realidad convive más con los padres, el padre sobre todo, de Robert que con él. Él se ocupará de manera más o menos constante de un grupo de estos niños dándoles alguna clase, llevándolos a visitas culturales etc. pero no pasa de ahí. Eso sí, la presencia de la niña le sirve al autor para darnos uno de los primeros detalles sobre la personalidad de Robert: "El sueño de Robert era andar libre por el mundo….le tenía incluso miedo a ser padre…..En cualquier caso la pequeña Karmentxu….disipó todos sus temores…y le ayudó a crecer como persona".

   A Robert lo vamos conociendo a través de tres vías o tres voces: la del narrador que actúa en esos casos  como omnisciente, la de su hija Carmen que le ofrece su biblioteca y le cuenta lo que recuerda; y la de Herman, su mejor amigo. Al final, incluso el hijo de Herman aportará algún detalle sobre la personalidad de Robert.
   El narrador nos cuenta como un accidente de su padre le cambia la vida y acaba con sus sueños: "He sabido lo de tu padre……la cuestión es que alguien tendrá que llevar a vuestra casa el pan de cada día…….El director del Banco Nacional de Bélgica ha solicitado jóvenes capaces y diligentes. Tú serías muy apropiado para ese trabajo…"  "Cuando salió del despacho, Robert lloró de rabia…". También reproduce una conversación con su amigo Herman que remite al título de la novela:"¿Qué es lo que mueve el mundo?...Según Nietzsche el poder; para Marx, la economía; según Freud es el amor…" Herman está de acuerdo con Nietzsche y Robert cree que es el amor."¡Lo que nos hace vivir es el amor!"
   Se sabe que ha participado en la guerra de España pero no está clara esta participación. En mayo de 1938 Robert viaja a Cataluña, a Granollers. El 31, le sorprende un bombardeo en plena calle; tuvo algún tipo de relación con Ernest Hemingway y André Malraux. Escribió un artículo sobre García Lorca. Tuvo noticia de la historia del euskera, de cómo aquella pequeña lengua había sobrevivido durante miles de años.
   En un momento dado se deteriora su amistad con Herman a causa de una novela Aurora en que Herman dice cosas que aluden directamente a Robert y lo dejan en bastante mal lugar. Hasta tal punto es así que Robert no le comunicará su boda pero el amigo al enterarse escribe una carta de arrepentimiento y todo vuelve a su cauce.
    Demasiado, pues una vez más, Herman influirá en la vida de Robert. Cuando éste ya ha encontrado el equilibrio, es feliz en su matrimonio y tiene una hija, le propone unirse a los grupos de resistencia contra Alemania, Robert no sabe negarse lo que le  lleva  a la clandestinidad y finalmente a la muerte.
   Todo lo ocurrido en esta última etapa de la vida del héroe lo cuenta el autor pero tras ir recibiendo información de Carmen, la hija de Robert.
   Herman es el contrapunto de Robert:" Herman aprecia  la firmeza de carácter de Robert…. Herman es más caótico….creía que Robert y él eran complementarios……"
   Herman piensa: "Yo, como mucho, soy Verlaine. Robert es Rimbaud. Tiene una increíble facilidad para captar las cosas esenciales de la vida".
   En la amistad entre Herman y Robert, sobre todo por parte del primero, hay algo equívoco: "A Herman  le gusta el olor de Robert. No es aún el de un hombre adulto, es más suave. Con el dedo corazón le acaricia los hombros….estrecha contra sí el pecho de Robert…..se acelera el latido de su corazón….…A los diecisiete años su amor  de verdad, el más íntimo es para Robert…" "Las tardes de otoño paseaban cogidos de la mano por la  orilla del río Lys, por los canales de Gante…"


Canal en gante en 2004

   Por otro lado se puede observar que aun apreciando la firmeza de carácter de Robert pretende, siempre, dominarlo. Cuando se entera de que se está enamorando de la amiga inglesa le dice que ni lo piense pues es suya; cuando tiene una novia los acompaña a todas partes y, tal vez, contribuye con sus comentarios a la ruptura; cuando lo sabe feliz casado y padre lo envía a la clandestinidad y a la muerte. Robert "nunca supo decirle no incluso cuando había logrado el equilibrio y la felicidad…." comentará  Evert Thiery, el hijo de Herman.
   En algún momento, pensando en Robert, Herman reflexiona: "¿Cuántas oportunidades nos da la vida en lo que se refiere a los amigos? ¿Cuántos de ellos sentimos que son de verdad?....Puede que solo uno"
   Pero en las novelas de Herman el deseo es un tema recurrente. Y en la vida, el mismo de siempre se presenta en casa de la viuda,  Vic, de manera inesperada. Se nos dice que siente deseos de abrazar a la mujer de su perdido amigo. Ella le recrimina el que todos desaparecieran cuando pudo necesitarlos.
   Después de este encuentro, escribe unas palabras de desahogo dirigidas a Robert donde vuelve a elogiar su forma de ser y todo lo que siempre le gustó de él.

   Termina el que es el último capítulo y la segunda parte con unas palabras de un poema chino:"Si dos personas se quieren mucho, si han estado muy unidas y una de las dos muere, la que muere en realidad es aquella que sigue andando."
   Con esta idea puede enlazar la reflexión que sobre el héroe hace Evert: "Robert fue un héroe según todos los indicios…….Pero ser un héroe  tiene también su cara oculta, su reverso….el reverso de ser un héroe es precisamente ese, todo el sufrimiento que deja tras de sí".
   En la tercera y última parte quedan aclarados algunos puntos de la obra, como quien es el narrador y el origen, la razón de ser, de esta novela.


  Kirmen Uribe nació en Ondarroa (Vizcaya), en 1970. Licenciado en Filología vasca y con estudios de posgrado sobre Literatura Comparada.
Cuenta con algunos premios y colabora en varios medios de comunicación.
   Otras obras: BILBAO- NEW YORK-BILBAO y el libro de poemas BITARTEAN HELDU ESKUTIK ( Mientras tanto dame la mano).

viernes, 20 de septiembre de 2013

Quijotes en el aula I


..."Tiene que gustarte lo que haces y saber que en esta profesión no te puedes dejar el trabajo en la oficina”
He recuperado un texto, o parte de él, que escribí hace algún tiempo y que versa sobre un tema que, aun hoy fuera ya del aula, me sigue interesando.
−Cómo me gusta encontrar alguien que piense como yo; que sea igual de iluso y soñador, que crea en el ser humano, en la juventud, etc.
−Y ¿dónde está ese mirlo blanco? ¿Es real o imaginario?
− Es Antonio Marfil, director del Instituto Portada Alta de Málaga, al que entrevistan en el suplemento especial principio de curso de EL PAÍS. (Domingo 14 de septiembre de 2008).     
   Este señor tiene la idea de que los alumnos no son unos monstruos sino unas criaturas a las que hay que comprender y ayudar. Ha conseguido formar un grupo de profesores con los que va trabajando de manera algo distinta a la tradicional. Consigue que se unan al grupo, sobre todo los profesores nuevos que llegan al Centro.

Una de las novedades es que informan a los padres no sólo de los actos negativos de sus hijos sino también de los buenos. Dice:" Hemos aprendido que no sólo hay que informar cuando hay problemas" .A este respecto recuerdo haber oído quejas de profesores porque el padre de algún buen alumno se pasaba con frecuencia por el Centro a hablar de su hijo. Si su hijo no tiene problemas, decían,  ¿a qué viene,a que le deleitemos los oídos? Pues sí. Tiene derecho a saber y comprobar que su hijo va bien y que se le tiene en cuenta, que los profesores lo conocen y valoran.
Muchas veces no nos damos cuenta del daño que podemos hacer a un alumno con algún comentario peyorativo, incluso antes de conocerlo bien, Recuerdo que tuve un alumno, no muy bueno, algo desganado pero no era de los que más  incordiaban, era educado (al menos en mi clase); terminó el bachiller elemental y se marchó del Instituto. Unos años después apareció un hermano suyo. Lo reconocimos por el apellido, también lo recordaba algo físicamente. La reacción de la mayoría de los profesores fue preguntarle si no sería tan trasto como su hermano, que a ver si procuraba ser mejor que su hermano y otras observaciones por el estilo. La pobre criatura, llegó a su casa triste y asustado, contó todo eso así como que la única que no le había dicho nada en contra de su hermano, que solo le había preguntado cómo se encontraba y   qué hacía, había sido yo. La respuesta de la madre fue acudir a mi casa a darme las gracias.

Y es que tanto alumnos como padres necesitan saber que nos preocupamos por ellos, que los tenemos en cuenta. En su libro El Elemento comenta Ken Robinson  comenta que los alumnos pueden mejorar si notan que alguien les hace caso, intenta comprenderlos etc. En este sentido también tengo ejemplos de mis muchos años de enseñante. Era frecuente, a principios de curso que nos pasáramos información sobre los alumnos que nos habían tocado en suerte. Recuerdo un caso concreto. Al ver mis compañeras de Departamento el nombre de determinado alumno en mi lista de clase me avisaron. Menudo te ha tocado. Es un caradura, insolente, insoportable…. Nadie puede imaginar lo encantador que resultó ser aquel chico; jamás se me enfrentó, me trataba con cariño, y fue de los que mejor llevaban mi asignatura. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que no lo marginé, no lo califiqué de antemano. Es uno de los alumnos que recuerdo con más cariño.
Infinitos ejemplos como este podría agregar. 
     
Y más adelante agrega algo que muchos profesores no le perdonarán:" Nuestro problema no es de medios, sino de motivación." Y esto otro" El problema es que, además, hay que tener voluntad. Los profesores tienen que hacer un esfuerzo para que su discurso conecte con cada uno de los niños....Eso requiere un esfuerzo grande por nuestra parte. No todo es cuestión de recursos."...."Tiene que gustarte lo que haces y saber que en esta profesión no te puedes dejar el trabajo en la oficina"  
¡Cuántos problemas me ha acarreado a mí pensar así. Porque, además, al ser mujer, esposa, madre y ama de casa, por un lado yo quería llevarlo todo bien y por otro se me "pedía" que no me trajera el trabajo a casa, que al llegar aquí desconectara. Es verdad que en ésta como en todas las profesiones cuando un grupo se reúne a tomar un café, comer, etc., no se sabe salir del tema del trabajo, pero no es menos verdad que la mayoría de las veces en eso queda todo. Sobre todo en quejarse de lo malos que son los alumnos, pero espíritu de auténtico cambio de actitud....ahí, poca cosa. Con honrosas excepciones, como es natural.
Y continúa:"ser maestro es ayudar a la construcción de una persona, y eso no se hace de ocho a una. Eres docente las 24 horas del día todo el año. ...¿Es el sueldo suficiente? ...Hay mucha gente que trabaja más y gana menos" ¡Bueno!, aquí sí que veo a más de uno con ganas de tirársele a la yugular, como me sucedió a mí un día, reunida con las amigas, que ante las quejas furibundas sobre de los alumnos, quise romper una lanza a favor de los buenos y normales (la mayoría por otro lado) y se me ocurrió empezar mi alegato así: Sí, pero los angelicos…No pude seguir, por poco me devoran. − ¿Los angelicos? Fierras es lo que son, salvajes, mal educados…..

"La gente se socializa en el juego" dice a propósito de la integración lingüística de los alumnos extranjeros. No cree oportuno separarlos del resto para que aprendan el idioma. Tampoco a mí me ha gustado nunca esa manía de los últimos años de hacer grupitos atendiendo a criterios como capacidades, nivel dentro de un mismo curso etc.

Le gusta la idea de permanecer muchos años en un mismo Centro porque "lo que yo quiero es contribuir a hacer buena gente" "El mundo lo soluciona el día a día de la gente. Me gustaría pensar que he ayudado a construir gente que sea buena en el sentido machadiano. Que la gente venga tres años después y te cuente, y te salude por la calle...."
 Parece que me hayan hecho a mí la entrevista. Qué cantidad de coincidencias. ¡Cuántas veces he vuelto a casa feliz porque me he encontrado un antiguo alumno o alumna que me ha llamado porque yo no me había dado cuenta, o me ha parado. Nunca se limitan al saludo. Se paran, me abrazan y besan, me cuentan su vida. Unas veces son los que eran buenos; otras, los más trastos de la clase. Y no olvidemos mi relación con algunas alumnas con las que estoy en continua  relación, nos llamamos, nos mensajeamos con el correo, comemos juntas, me piden opinión sobre libros, o me hacen consultas lingüísticas  O la otra con la que suelo hablar en fechas señaladas y que me comunica todas las incidencias de su vida (casi podría hacer una novelita con ellas) Ahora ha ganado una oposiciones para TVE y está feliz y nos comunicamos también por correo electrónico. Otras de las que, aunque sea una vez al año, tengo una carta. Eso para un profesor es importantísimo. No hace falta haber pasado por ser la mejor profesora del Centro, es más bonito esto.
¡Ah! También  defiende los grupos heterogéneos. Claro. Tiene más razón que un santo. Yo siempre que salía el tema de hacer un grupo de elegidos me oponía rotundamente. Pero había bastante gente a favor.
Me sentí feliz con el descubrimiento de este texto al  ver que no estoy sola, que no soy tan utópica ni soñadora; ni la loca e la autopista, ni D. Quijote con faldas. Que ¡puede ser!, como, más o menos, diría Segismundo. Y no me he podido resistir a transmitirlo, aunque siento que ya no sirve para nada lo que yo piense.
También en lo que a la didáctica se refiere habría que hacer muchas innovaciones de las que hablaré otro día. Aunque no sé si con la nueva “reforma”…. otra vez nos quiere llevar a lo memorístico y otros sistemas de antaño, podrá hacerse algo. No obstante, mientras haya algún profesor con ilusión, con una visión de la enseñanza como la de Antonio Marfil, habrá esperanzas.
Podría acabar con esta otra frase, aplicable también a los padres: “La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que su naturaleza es capaz. 
(Kant)
Como siempre,espero algún enriquecedor comentario.



jueves, 11 de julio de 2013

La juguetona U

    Estaban un día todas las vocales jugando en la plaza que había delante de sus casas. Jugaban al corro mientras cantaban aquello de “el patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás”. De pronto U que era muy juguetona empezó a decir “¡uuuuuuuuuu!
Todas gritaron: ¡Qué miedo!
 A, que siempre llevaba la voz cantante, dijo: ¡Llueve! ¡Nube! ¡Truena! Mirad, en todas las palabras que dan miedo o que hablan de algo fastidioso está la señorita U.
 U, que puesta a defender su derechos era de lo más decidida dijo: _ pues tú también sirves para asustar: fan-tas-ma ,¿Ves?
  Eso,  eso, dijo E muy divertida. Fantasma también asusta y lleva tres veces a doña presumida.
  La pequeña I, siempre dispuesta a la risa, dijo: yo sé una palabra que lleva 4 veces a U ¡cucudrulu! Ji,ji,ji.
  Y yo otra que la lleva 6 ¡utru cucudrulu! Todas las vocales rieron a carcajadas.


   Y tururú, dijo O que hasta el momento había permanecido un poco apartada jugando con su aro de cristal y mil colores.
 _ Tú ¿por qué te metes? Calladita estabas más mona.
 _ Ya me he cansado de estar callada porque soy la más importante de todas.
 _ ¡Ah, sí? ¿Cómo es eso?_ Preguntó A, que como ya sabemos  creía ser ella la más importante.
  _Pues mira, porque
soy la redondez del mundo
Sin mí no puede haber sol,
 Papás y mamás, sí,
Pero hijos y abuelos, no.”
 ¡Toma! ¿Tienes tú algo mejor?
 _Pues sí:
Estoy en el aire y no me caigo.
Estoy en el mar y no me mojo.
  Y estoy en papás y mamás que pueden existir sin ti pero no sin mí. ¿Qué dices ahora?
_ ¡Bah! Eres una presuntuosa.

  Ji,ji, volvió a reír i. Os estáis peleando y habéis tenido que reuniros todas, menos yo para decir presuntuosa. Ya no peleéis más. Acordaos que el otro  día dijo la profesora que hemos de ser buenas amigas porque hemos de trabajar juntas, en equipo, y que todas somos necesarias.
_ Habló quiquiriquí. Hay que hacerle caso.
Pero i no se enfadó porque ella siempre reía y era feliz.
  En ese momento acertó a pasar por allí G con su guitarra y dijo: ¿Qué pasa, tías?
_ ¡Ala, si te oye la seño!
_ ¿Qué pasa? Estamos en la calle, no en la clase. Pero, bueno, ¿me vais a decir por qué discutís?
_ Estas que se están metiendo con migo porque dicen que todas mis palabras dan miedo.
_ No las creas; si a veces ni suenas, eres muda como H. Fíjate: guitarra. ¿Has sonado?
 Las niñas-vocales se retorcían de risa: Ja, ja, ja; jeeee, je; jiiiiiiiii; jo,jo.
 U se puso un poco mosca pero acabó por reírse también un poquito y dijo: vale, pero con ayuda de la diéresis sí sueno. Escucha  cigüeña ¿Qué?
 Mientras, G se marchaba tocando la guitarra, y en esto era un genio,  cantando “Cucú, cucú, cantaba la rana; cucú, cucú debajo del agua………
   La paz volvió y el problema se resolvió, como siempre, gracias a la voz de las mamás que decidieron que era hora de volver a casa, para la merienda y hacer los deberes.

        Y así, este cuento también ha terminado.
Espero que lo paséis muy bien con este otro cuentecillo. Feliz verano y hasta pronto.

sábado, 22 de junio de 2013

No dije que ya lo sabía

   No dije que ya lo sabía porque me habría delatado. No era conveniente que se supiera vigilada pues así, sería más fácil descubrir su engaño. Cuando decidió cambiar su móvil por uno de tercera generación que le regalaban en una de esas ofertas tan chulas que hacen las operadoras le pedí, con una tonta excusa, que me pasara el suyo. ¿Cambiarás el número? − Me dijo. – No −le contesté, no es necesario. − Te van a dar la lata entre tanto no les vaya dando el mío nuevo. −No me importa pasarte el mensaje. − Como quieras.
  
   Efectivamente, al principio me llamaban preguntando por ella o me llegaba un mensaje que yo le transmitía, procurando, disimuladamente, conocer al mensajero. Ella siempre tiene una explicación razonable pero yo sé que me oculta algo, algo quizá relacionado con su pasado. Ella sabe que el día que la descubra no tendrá nada que decir, que todo se habrá acabado, que no le permitiré explicaciones. Debo, pues, ser discreto y que esté confiada.

   Cuando esta mañana ha llegado a mi móvil un mensaje: “¿Recuerdas que hemos quedado para hoy a las 12 en la puerta del Instituto”? he sabido que no había un minuto que perder, que había llegado mi momento. Con una excusa he salido del trabajo antes de tiempo. Oculto entre los coches aparcados y los árboles he visto acercarse a la puerta a su amiga A. Al momento ha salido ella. Se han saludado con los besitos de rigor, han examinado algo que A. le ha entregado y en ese momento ha aparecido otra de sus amigas. Las tres se han puesto en marcha. Las he seguido a una discreta distancia y las he visto sentarse en la terraza del bar de la esquina. He esperado, seguro de que llegaría alguien más, pero nada. Se han tomado una cerveza con aceitunas, charlando animadamente y se han despedido. Me he hecho el encontradizo a la entrada del ascensor. − ¡hombre! ¿Cómo tan temprano? − Nada que a la tarde he de volver y…Y ¿tú, no vienes un poco tarde? − Sí, es que había quedado con A y C para hablar del homenaje a las que se jubilan. − ¡Ah, claro!
    Mientras introducía la llave en la cerradura pensé” otra vez te has escapado  pero te pillaré in fraganti

   Ella  sonrió giocondescamente, como suele hacer cuando cree haberme pillado "in fraganti". Pero ¿Por qué, esta vez?

 las he visto sentarse en la terraza del bar de la esquina.
Como siempre,espero vuestros interesantes e inteligentes comentarios; y,si no, al menos vuestras visitas.

miércoles, 5 de junio de 2013

Cuentos de la abuela III: Eneko y la diéresis

   Son las diez de la noche. La abuela de Eneko acaba de llegar después de un viaje muy largo. Él y sus hermanas están muy felices por su  llegada. Se abrazan a ella y no la dejan ni soltar la maleta. Cuando vuelve la calma Eneko dice: abuela cigüeña lleva  diéresis.

Cigüeña lleva  diéresis.

  Es que Eneko, como habréis descubierto por su nombre, es un niño vasco que está empezando a estudiar el castellano. Él habla bien tanto el euskera como el castellano pero este curso ya lo estudia.
   En clase han empezado por ver las cosas que diferencian las dos lenguas y él estaba loco por demostrarle a su abuela que ya sabía algo nuevo.
   En espera de la próxima clase iba haciendo una lista de palabras con diéresis y llevaba locas a su madre y a la abuela pidiéndoles todo el día que le dijeran todas las palabras que supieran.
  Después de decirle varias, la abuela dijo: ya la última, Sigüenza.
− ¿Qué es Sigüenza, abuela?
−Una ciudad muy bonita.
− ¿Has estado?
−Sí, claro, si no ¿cómo iba a saber que es bonita?
− ¿Qué tiene?
 −Una Catedral, Palacios, un castillo, casas antiguas, lo que yo llamo piedras humanas.
− ¿Piedras humanas? ¿Qué son esas piedras?
−Pues mira. Existen las piedras esas que tú conoces de ir con tus papás al campo. Son maravillosas. Por ejemplo te puedes sentar frente al Naranjo de Bulnes y pasarte horas contemplándolo. Es una maravilla de la naturaleza.
Pero luego están los palacios, las catedrales, las iglesitas, las casa, los castillos (tú ya has visto castillos, creo); son cosas hechas por los hombres con piedra y son también una maravilla pero humana y artística.
−Yo quiero ver más piedras humanas, abuela.
−Di  a tus padres que os lleven.

Piedras humanas más o menos

 −Yo quiero ir contigo.
−De acuerdo. ¿Cuándo empezamos?
− ¡Ya!
   La abuela le dio un besazo y le dijo que tan de repente no podía ser.
   Al día siguiente, ya en clase, la andereño preguntó: ¿cómo va esa lista de palabras con diéresis?
Todos contestaron a la vez y, claro, no se entendía nada.
−Uno a uno, por favor, que hay tiempo de sobra. De momento veo que habéis trabajado pues parece que todos tenéis algo que decir. A ver, Nerea
Desagüe
−Muy bien. Y la escribió en la pizarra.
−¿Otro?
Pingüino − dijo Imanol
Paragüero.
− ¿Qué es eso? Preguntó un despistadillo
−Hijo, pues ese cacharro que ponen en las tiendas y en los bares para dejar los paraguas cuando llegamos y está lloviendo − dijo Haizea que era muy observadora.
−Pues yo creía que era algo para el Kun Agüero ese del Atlético de Madrid.
−Ya salió el futbolero, rieron varios a la vez.
   Y así siguieron diciendo palabras y la profesora escribiéndolas en la pizarra. Cuando parecía que se habían agotado los conocimientos de la clase dijo Manu que aún no había hablado.
Lingüística
−¡Jope! Se oyó como una exclamación unánime. ¿De dónde has sacado esa palabra?
−Del diccionario y significa el estudio de una Lengua
−Muy pero que muy bien. Qué alumnos más majos tengo. Pero veo, Eneko, que estás muy callado, no has dicho ninguna palabra, creo.
−Ya; casi todas las que han dicho las tengo. Pero también tengo una diferente: Sigüenza.
   La maestra no salía de su asombro al comprobar el entusiasmo de sus alumnos.
Entonces Eneko explicó qué es Sigüenza y todo lo que había hablado con su abuela. Al final todos querían ir de excursión a Sigüenza y la profe tuvo que explicarles que estaba un poco lejos para eso, pero que piedras humanas y muy hermosas las tenían también cerca.

Con esto terminó la clase y el cuento y Eneko volvió a casa muy feliz.

   Espero haber contribuido con este cuentecillo a que algunos niños aprendan el uso de la diéresis. 

jueves, 23 de mayo de 2013

Ciudades y literatura.


.
     No hace mucho tiempo, leí o escuché hablar a alguien de las ciudades Frankestein. Desde entonces, como tengo el vicio de pensar, estoy  dando vueltas al asunto y queriendo escribir algo, no exactamente sobre estas ciudades en particular, sino acerca de las ciudades y la literatura.
   Sabido es que toda narración  requiere un espacio en el que deben desarrollarse los hechos relatados. Este espacio, con cierta frecuencia es una ciudad.
   La profesora Asunción Rallo Gruss nos habla de ciudades reales e imaginadas y dice:
La ciudad literaria debe tener referentes reales pero también asumir escenarios que configuren su identidad espacial y temporal, correspondientes a los personajes y a la trama.” Considera ciudades como el Madrid de “Fortunata y Jacinta” o la Venecia de “La isla inaudita” no son menos literarias por aparecer en toda su verdad realista que las imaginadas, dado que aparecen con nombres ficticios, como Vetusta de “La Regenta”
Qué cierto ¿No? Cuando leemos una novela de estas ubicadas en ciudades, queremos y creemos ver en cada momento esa ciudad auténtica, real en la que nos está sumergiendo. Si la conocemos, intentamos situarnos junto a los personajes en los lugares por los que nos llevan; y si no, puede ocurrir, y de hecho ocurre,que al visitar esas ciudades buscamos el referente que nos dejó la novela.
   Porque ¿quién que haya leído a Galdós cuando pasea por Madrid no va identificando esta calle con aquella en la que vivió Jacinta, ese pobre a la puerta de una iglesia con Benigna, Etc?  Y si pasamos por “el callejón del gato” ¿no recordaremos a Valle-Inclán o mejor a Max Estrella y D. Latino?

Plaza Mayor de Madrid

   Si hemos leído a Mendoza buscaremos por Barcelona los escenarios por los que se mueven Javier Miranda o cualquiera de los otros personajes mendocianos; incluso en los canales venecianos querremos adivinar por cual de aquellos embarcaderos o por cual que aquellas misteriosas puertas empezó sus misteriosas andanzas el protagonista de “La isla inaudita”


Venecia

   Continúa hablando Asunción Rallo  de cómo “en esos escenarios se manifiesta la dependencia de los que los habitan sin que esto tenga que ver con su valor ficticio.” En estas ciudades, ficticias o no, se hacen palpables todos los elementos de la ciudad y sus habitantes; tanto en el aspecto físico como en la vida privada de los personajes.
   “Dos caras, como algunas personas, tiene la parroquia de San Sebastián…., mejor será decir la iglesia…, dos caras que seguramente son más graciosas que bonitas: con la una mira a los barrios bajos, enfilándolos por la calle de Cañizares; con la otra al señorío mercantil de la plaza del Ángel. Habréis notado en ambos rostros una fealdad risueña del más puro Madrid….” Así empieza “Misericordia” de Galdós.
 
    De estos comentarios se deduce, tal vez, por qué en estas novelas de las que hablamos, no suele darse la descripción detallada de monumentos, por ejemplo, sino detalles, pinceladas, de los rincones, plazas, bares, y otros lugares frecuentados por los personajes e incluso, como ocurre en las novelas de Galdós, el interior de las casas que tanto dice de sus habitantes.
       
   “Estas ciudades imaginadas responden a la época y son reales en cuanto que    recuerdan la ciudad vivida por el  novelista. …..No son meros escenarios, son creaciones en las que se puede descubrir la localidad natal o la habitada……por el novelista”  comenta la profesora Rallo Gruss y cita como ejemplos el París de Balzac, la Praga de Kafka, entre otros. Nosotros tendríamos que hablar del Madrid de Galdós, de Valle-Inclán, Oviedo de Clarín y la Barcelona de Mendoza, entre otros muchos.



Praga.Calle del Castillo en donde vivió Kafka

     Pero dejémonos de preámbulos a vamos a los ejemplos concretos, a mis autores. Una cosa es, pienso yo, situar una acción en un pequeño pueblo, en la aldea, que en la ciudad. Y tampoco es lo mismo hacerlo en una ciudad pequeña, pongo por caso Orihuela y Oviedo, incluso Murcia que en una gran urbe tipo Madrid, Londres o Barcelona.
   Con frecuencia, cuando el autor escoge para su historia una ciudad pequeña, se ve obligado a ocultar el verdadero nombre de ella; sin embargo en el otro caso, puede permitirse la verdad.
   Hay que tener en cuenta la razón que lleva al novelista a elegir la ciudad. En ella conviven todas las clases sociales, variedad de culturas, personas con múltiples y diferentes problemas. El escritor quiere contar la vida de esa sociedad variopinta, múltiple; quiere hacer una disección de esa sociedad, una crítica. Y esto es lo que vemos en las novelas de Galdós, Clarín, Gabriel Miró, Eduardo Mendoza, Cela….
   “creo que las ciudades se han convertido en las grandes protagonistas de nuestras vidas. La misma historia personal no puede vivirse igual en Londres que en Nueva York, Barcelona, Roma, París o Sevilla. La ciudad es hoy el protagonista colectivo".  Comenta E. Mendoza, en una entrevista.
   Y así hay escritores que, al relatar hechos y hablar de personajes que pueden ser reconocidos, dan a la ciudad un nombre falso que, no obstante guarda cierta relación con ésta. Puede ser el nombre antiguo que tuvo la mencionada ciudad, o el de algún elemento geográfico próximo, o alusivo a cierto carácter de ella. Es el caso de Orihuela en las novelas de Gabriel Miró. Una Oleza en la que, a pesar de todo, es fácil reconocer la identidad de una sociedad decimonónica.
   Un ejemplo que nos descubre su situación geográfica
:" De mañana y de tarde, a la misma hora, venía por el azul el silbo del tren de Oleza en seguida el estrépito del puente de hierro. Aquel ámbito de jácenas y tirantes roblonados parecía estrujarse vaciándose de un temblor encendido que se descalfaba en las aguas dulces del Segral
(Obsérvese la cercanía de Segral a Segura), y después el silencio tan liso……..contemplando ese tren, y no lo miraba cuando partía de Oleza para entrar en la comarca de Murcia………miraba el tren que de Oleza iba dejando la vega por los saladares, el que llegaba al mar y a las estaciones de enlace, principio de las líneas poderosas de ferrocarriles, los fuertes brazos que abrían las puertas del mundo lejano….”         
   Es fácil comprobar la situación geográfica de Oleza-Orihuela, así como la necesidad de aquella sociedad de abrirse al mundo. Si nos remontamos un poquito a la historia de la ciudad comprobamos que el  nombre elegido por el autor guarda cierta similitud con los nombres clásicos de ella. Para los romanos era Orcellis; de ahí que a sus habitantes se les suela llamar orcelitanos. Pero también contamos con el nombre valenciano Oriola derivado de oriol, nombre del ave que es símbolo y figura en el escudo de la ciudad. Cuando se atiende a este nombre, a los habitantes se les llama oriolanos.

      Y ¿Qué decir de la Vetusta de Clarín en “La Regenta”?  En este caso, se ha convertido el adjetivo vetusto/a (extremadamente viejo y/o anticuado) en nombre propio para designar una ciudad cuyas gentes viven encerradas en sus usos y costumbres casi ancestrales.  Aún hoy son reconocibles rincones de la ciudad de los que se nombran en la novela. Sin olvidar la catedral.
Un ejemplo de cómo se describe Vetusta-Oviedo en la novela de Clarín: 
Alrededor de la catedral  se extendía, en estrecha zona, el primitivo recinto de Vetusta. Comprendía lo que se llamaba el barrio de la Encimada, y dominaba todo el pueblo que se había ido estirando por Noroeste y por Sudeste. Desde la torre se veía, en algunos patios y jardines de casas viejas y ruinosas, restos de la antigua muralla, convertidos en terrados o paredes medianeras, entre huertos y corrales. La Encimada era el barrio noble y el barrio pobre de Vetusta…..El buen vetustense era de la Encimada. Algunos fatuos estimaban en mucho la propiedad de una casa, por miserable que fuera,, en la parte alta de la ciudad, a la sombra de la catedral…..” 
   Ya en estas líneas se vislumbra el tono de crítica social, que llevaría al autor a inventar un nombre.Y, como comentaba más arriba, cuando uno se acerca a Oviedo, digan lo que digan los ovetenses, está viendo Vetusta. Y al contemplar la torre de su Catedral, no puede por menos que rememorar aquella imagen de Vetusta que ,desde ella (la torre) tenía el Magistral.
   Por esto mismo me ha parecido oportuno agregar aquí algunas autorizadas opiniones sobre este tema en relación con “La Regenta” según las cuales vemos que, incluso hay quien no acepta de buen grado que Vetusta sea Oviedo.
La Regenta debería llevar por título Vetusta, al ser la ciudad el verdadero protagonista” Albert Brent.
“Vetusta es el principio básico de la unidad estructural de la novela” Frank Durand
“La urbe capitalina de Galdós y la provinciana de Clarín son dos partes de un todo en la España de la Restauración……..Vetusta no es solo Oviedo, sino España entera en los tiempos de Cánovas” Tuñón de Lara.
Oviedo perdió su nombre aquel día de aquel año en que Clarín la llamó Vetusta….” 
M. Fernández Avelló
“La culpa de todo esto la tuvo Clarín…Desde que a mi pariente se le ocurrió la idea de construir la imaginaria Vetusta, a imagen y semejanza de Oviedo, nuestra realidad se ha visto muy mermada por causa de la literatura y todas las referencias que manejamos están estrechamente relacionadas con la dichosa novela…….En cualquier caso la ciudad ha acabado por parecerse a la novela de tanto mirarse en ese espejo…….” 
Juan Cueto Alas
“¿Vetusta es Oviedo? ¡De ninguna manera! ¿Qué ovetense, qué asturiano se atrevería a reconocerlo?.....Los ovetenses de hoy, al conmemorar el centenario de la obra de arte clariniana, deben esforzarse en aclarar rotundamente esto: Vetusta no es Oviedo.” 
J. Evaristo Casariego

   Creo, pues, que estos comentarios dan idea de la importancia que puede tener detenernos en estudiar este asunto de las ciudades en relación con la literatura.

     Continuemos. También Oviedo, ahora bajo el nombre de Pilares, y su plaza de Fontán fueron inmortalizadas por Pérez de Ayala en su novela “Tigre Juan”: “Un ruedo de casas corcovadas, caducas, seniles. Vencidas ya de la edad, buscan una apoyatura sobre las columnas de los porches. La plaza es como una tertulia de viejas tullidas, que se apuntalan en sus muletas y hacen el corrillo de la maledicencia. En este corrillo de viejas chismosas se vierten todas las murmuraciones y cuentos de la ciudad. La plaza el mercado es el archivo histórico de Pilares”

   Otra ciudad que también vio su nombre ligeramente alterado sería Orense convertida por obra y gracia de Torrente Ballester,   en “Filomeno   a mi pesar”    en Villavieja del Oro. “Vivíamos la mitad del año en el pazo miñoto, la otra mitad en la casa de Villavieja….La casa de Villavieja los tenía(misterios)también, pero no tanto, o, al menos ,lo eran de otra manera….porque estaba en la ciudad, esquina a dos calles empedradas de losas que brillaban con la lluvia…..Me instalaron, bien instalado, en una habitación grande de la casa de Villavieja, con un balcón a  la calle de la fachada en que da el sol, justamente la opuesta a la que da al obispado…” 
Que la acción se desarrolla en Galicia es patente desde el primer momento por nombres de pazos, por frases de los personajes y por el ambiente lluvioso, entre otros. Eligió el autor un nombre de acuerdo con una de las posibilidades que da la historia. Ciudad de origen romano, parece que fue llamada Auriense (la ciudad del oro) por la abundancia de este metal que allí encontraron.

   Otra ciudad literaria con nombre propio encubierto bajo uno inventado  es La Mágina de “El jinete polaco” de A. Muñoz Molina, trasunto de Úbeda.
 “Veo encenderse una a una las luces de los miradores de Mágina bajo un cielo liso y violeta en el que todavía no es de noche……huelo a humo y a frío, humo de ascuas doradas y rojas…..” 
Luego se citan nombres de calles, plazas, iglesias: la Casa de la Torres, la calle del Pozo, la plaza de San Lorenzo, la plaza del Altozano...etc.


Úbeda. Paseando extramuros

   La profesora  Rallo Gruss incorpora esta ciudad a las de tipo metafórico:
En un grado metafórico distinto sus componentes dan nombre a un figurado lugar, la Región de Benet, Macondo de García Márquez, Comala de Rulfo, Mágina de Muñoz Molina.”
   No sé si tendríamos que incluir en este grupo “El espíritu áspero” de G. Hidalgo Bayal. La acción transcurre en la imaginaria  tierra de Murgaños, en la ciudad de Murania, en pueblos como Casas del Juglar, Múrida, Murganillos, y otros. Topónimos que tienen como modelo las comarcas del norte de Cáceres y que algún crítico ha relacionado con el Macondo de García Márquez.
   La ciudad que aparece bajo el nombre de  Murania, bien podría ser Cáceres. Pero es harto difícil extraer de esta complejísima novela un texto suficientemente significativo. La identificación con la capital cacereña se debe a pequeños detalles, nombres, lugares…que van apareciendo acá y acullá.
   Es fácil observar que  todas estas novelas encierran una, a veces dura y cruda, crítica social, circunstancia que justifica el ocultamiento del  nombre real de la ciudad en que se desarrolla la acción.
   
   Otras veces los escritores omiten el nombre de la ciudad pero aportan indicios para que la reconozcamos.
Por ejemplo en “El gran juego”, Letifica Sánchez  cita la estación de autobuses y un bar cerca de ella; también hay estación de ferrocarril pues Ulises habla de tomar un tren y marcharse a cualquier parte; hay puerto y cine: el Capitol.  ".. En el casco antiguo de la ciudad las calles eran estrechas, subían y bajaban formando una especie de laberinto". Es esta frase un índico del tipo de ciudad. Hay indianos, lo que hace pensar en Asturias pero ¿dónde? Creo recordar haber leído en alguna parte que en Oviedo hay o había una calle de Luna. Hay Universidad. Si unimos universidad, estación de autobuses, de tren y puerto con la descripción arriba recogida, nos inclinamos por pensar en Gijón.

   Pasemos al caso contrario. El autor nos sitúa en una ciudad concreta, “con nombre y apellidos”. Podría ser el caso de San Sebastián en “Tiempos lentos”
A pesar del tema y el tono crítico, incluso con alusiones directas a  ETA,el autor juega con la posibilidad de cambiar los nombres de los personajes para evitar herir susceptibilidades pero conserva todos los nombres que hacen referencia a los lugares de la acción. Están perfectamente localizados los espacios de la ciudad: el Antiguo, barrio de Ibaeta, bar Artola, San Sebastián, el barrio de Gros, cárcel de Ondarreta, calle de Hernani, el mercado de San Martín, el Bulevar, barrio de Igara, la Catedral del buen Pastor, la villa de los Marichalar, el puerto, los jardines de Alderdi Eder, la plaza de Guipúzcoa, Rentería, Pasajes…. No hay lugar a dudas.


Donosti-San Sebastián. Puerto

     Por otro lado autores hay que convierten la ciudad prácticamente en protagonista    de su obra y por tanto no le cambian el nombre. Ahí está el Madrid de Galdós, de Cela, de Valle Inclán.
La Barcelona de Mendoza (también hace una incursión por Venecia y por Madrid), o la Barcelona medieval de “La Catedral del mar” de Ildefonso Falcones; o la más actual de.”La sombra del viento” de Ruíz Zafón



Barcelona. Mercado de San José.

    No siempre la acción de una novela ocurre en una sola ciudad. Como ocurre en “El espíritu áspero” en que se nos lleva a recorrer casi toda la comarca, hay novelas que nos pasean por diferentes ciudades y países. Es el caso, por ejemplo de “El jardín olvidado” de Kate Morton en la que de la mano de sus protagonistas vamos de Australia a Inglaterra, de y viceversa. Y en cada uno de los países recorreremos diferentes localidades por ejemplo  Cornualles, Londres, y Maryborough, Brisbane en Australia.

   Así podríamos continuar hasta el infinito, casi.

   Para terminar podríamos hablar de las citadas al principio “ciudades Frankestein”. Como su nombre indica están hechas de retazos de varias ciudades. El autor toma de aquí y de allá lo que le gusta o le es útil. Es el caso de la ciudad en la que se desarrolla “La Celestina”. Unos dicen que Salamanca, otros que Toledo, incluso hay quien piensa que Sevilla. Quizá lo que ocurre es que tiene elementos de una y otra, sobre todo Toledo y Salamanca. Yo siempre me he inclinado por Salamanca y no solo porque allí nos encontremos con el huerto de Melibea: es el ambiente estudiantil, incluso ese poquito de brujería que casi profesa Celestina, hay torres en muchas casas y una pudo ser la de Melibea, hay tenerías. Claro que tenerías había en todas las ciudades que tenían un río, etc. Sin ir más lejos, en La Puebla de Montalbán en Toledo hay una torre que pretenden sea la de Melibea.  
   
   Este último caso se da con harta frecuencia en el cine en donde, aunque nos estén hablando de un lugar concreto y preciso, luego sabemos a través de los créditos, si no lo hemos deducido porque conocemos los lugares, que se rodó en mil sitios diferentes que respondían de manera aproximada a los espacios que guion y director necesitaban.
            
   Como colofón un comentario de interés recogido de un texto de Pere   Sunyer Martín que relaciona la evolución de las ciudades con su importante presencia en la Literatura, sobre todo, a partir de las corrientes literarias  del siglo XIX.”Realismo “y “Naturalismo”: 
La ciudad convertida en motor económico y político fue revalorizada de nuevo en los medios artísticos como motivo de inspiración especialmente en la pintura y en la literatura. La literatura europea se hizo eco de las transformaciones que estaban afectando a sus ciudades, incorporando entre sus temas todo aquello relacionado con lo urbano, en su sentido lato, ya como escenario en donde se mueven los personajes, ya la propia vida cotidiana de sus habitantes, o los conflictos sociales que en ella aparecían. “
   
   No quiero acabar sin hacer constar que no pretendo con estas líneas sentar cátedra ni establecer una tesis. Son solo el resultado de ciertas reflexiones a las que me lleva el intento de no olvidar que un día estudié bastante y aprendí algo, no tanto como me hubiera gustado, y ahora que puedo dedico algo de mi tiempo de jubilada a recordar, repasar, releer
   
   Por hoy, lo dejamos aquí. Espero vuestros comentarios ya que, como indico en la presentación del blog, creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.