Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

lunes, 9 de julio de 2012

LA ROJA o la vida social de las palabras


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          Podría dejarme llevar por la tentación de disertar  sobre los cambios semánticos, pero no es el lugar ni el momento. No obstante, algo habrá que decir al respecto. Y ahora habrá quien se esté preguntando qué demonios tiene que ver la ROJA (sí, la selección de fútbol) con los cambios semánticos. Pues bastante y  si yo siguiera en activo no tendría más remedio que utilizarla como ejemplo.
       Las palabras, como es sabido, viven estrechamente unidas a un objeto, una idea, una cualidad etc. Con el tiempo, puede ocurrir que aunque el objeto etc. que corresponde a una palabra siga existiendo, cambie el uso que hacemos de él. En ese caso la palabra adquiere, si no un nuevo significado, sí un nuevo valor, nuevo matiz.
          Un ejemplo muy curioso. Analicemos la palabra criada. En el diccionario de la RAE , entrada 3, reza: persona que sirve por un salario, y especialmete  la  que se emplea en el servicio doméstico. Y en la entrad 4: ant.Persona que ha recibido de otra la primera crianza, alimento y educación. 
           Cuando por razones sociales, y poco humanitarias por cierto, pasó del significado antiguo al moderno, la palabra cayó en descrédito junto con aquello que designaba. Pasó a tener un significado peyorativo. Pero los cambios de la sociedad dieron lugar a que se reivindicara la labor de estas personas y empezó a sustituirse criada por chica de servir, tata, asistenta, trabajadora del hogar. Conclusión: criada cambió de significado y posteriormente pasó casi a desaparecer de nuestra habla habitual.
            Y ahora viene a cuento lo de la ROJA. Aunque el color rojo siempre existió y existirá, espero, hubo un tiempo en que en nuestro país por razones político-sociales adquirió tintes negativos. La palabra rojo/a se convirtió cuando no en insulto en tabú. Claro que ya en el siglo XVII Quevedo dijo aquello de “ni perro ni gato de aquella color” al referirse al color del pelo del Dómine Cabra.
           A esto puede añadirse la influencia de la Iglesia que nos pintó de rojo al diablo, siempre envuelto en las rojas llamas del infierno. Así las cosas , hasta Caperucita roja pasó a llamarse Caperucita encarnada. Curioso ¿no?
       También el mundo de la Banca contribuye a que no nos guste el color pues estar en números rojos no es lo más deseable.


Foto sacada de la pantalla del televisor.
         
        Pero hétenos aquí que en la primera década del siglo XXI, casi de la noche a la mañana, aparece nuestra gran  selección de fútbol. La que más alegrías nos ha dado y nos da en los últimos años. Debido a su equipamiento empieza a denominársele LA ROJA (cosa de los Medios, claro).Y resulta que esta ROJA aúna voluntades, une a los españoles en un solo grito de entusiasmo por LA ROJA. Hasta la Casa Real celebra ,vestida de acuerdo con las circunstancias y puños en alto, los goles de LA ROJA.
             Y LA ROJA va y viene y cada vez la queremos más y, también, cada vez le exigimos más. El día que nos falle ¿qué va a ser de nuestra mágica palabra?Todo se verá. De momento sigue cosechando triunfos.
             El rojo seguirá siendo el color del amor, de la pasión, de las deudas. Los enamorados regalarán rosas rojas, en el banco nos dirán estás en números rojos, los políticos dirán que no se debe pasar la línea roja. Y este adjetivo vivirá condenado a la duplicidad de significados y simbolismo.
            No obstante siempre nos quedará el recuerdo de esta ROJA.


Amo el deporte pero no llego a tanto.

2 comentarios:

  1. Muy interesante disertación sobre la evolución de las palabras. Igual que para el carpintero todo son clavos, quizás para el biólogo todo sea evolución en acción y que todo en este universo está sometido a ella, incluso las palabras. Ellas designan conceptos y mutan con el tiempo, parece que tuvieran vida propia. Por cierto y aunque sea cambiando de tema, con respecto a la selección de fútbol ha habido una polémica con la celebración en más o menos estado de ebriedad por parte de los jugadores del tan ansiado título de campeones. Quizás, involuntariamente puedan transmitir una idea equivocada a la gente joven, que pueden pensar que las cosas se consiguen si esfuerzo. Aunque,en mi opinión, no sea del todo correcto celebraciones para todo el público con el alcohol de por medio, también es cierto que son grandísimos profesionales y en su campo tienen que esforzarse mucho. Eso es lo que debe de calar en la gente joven y no la parranda alcohólica. Aunque, y perdón por la digresión, nuestra cultura mediterránea va indisolublemente vinculada al alcohol desde tiempo inmemorial y digo yo, que llevo seis meses sin probar ni una gota (y no estoy en proceso de rehabilitación)

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  2. Pues sí, querido Juama. Si para el biólogo todo es evolución en acción, para el filólogo todo es palabra en el tiempo, palabras y lengua en constante ebullición, renovación, composición, etc.etc. Alguien a esta manía mí de verlo todo,o casi, bajo el prisma de la lengua le llamaría deforación profesional, yo le llamo formación y amor por la materia,que lo merece.
    Y hablando también de la selección de fútbol. No había oído nada acerca de esa celebración. Ya es raro pues son chicos en su mayoría bastante sensatos,pero claro, ¡era tan grande el éxito...! Me alegra oirte que son grandes profesionales y que se esfuerzan pues eso pienso yo; de lo contrario no lograrían lo que logran. Y alguna discusión me cuesta este pormenor.
    En fin,que una vez más estamos de acuerdo.

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