Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

sábado, 5 de octubre de 2013

Tilde la tontita

   Y llegó el día en que Tilde debía exponer en clase sus funciones, es decir, para qué sirve.
   Estaba un poquito nerviosa porque tenía que hablar en clase delante de la profesora, Doña Ortografía, y de todas sus compañeras que, además ella sabía, eran unas guasonas y no la dejarían hablar sin interrumpir con algo gracioso.
   No sé si sabéis que le llamaban “Tilde la tontita”.
   Había pasado la tarde anterior preparando lo que iba a decir, eso sí, con ayuda de su mamá y otros parientes como  Punto y coma, Punto, Dos puntos.
Decidieron que debía empezar, como hacía a veces la profesora, con un ejemplo.
Entraron a clase y empezó la algarabía:
− ¿Has preparado tu discursito?
− ¿Te sabes la lección?
La profesora tuvo que poner orden y le dio permiso para empezar a exponer su clase.
−Empezaremos, dijo, con un ejemplo. Y escribió en la pizarra: Juan tenía una tenia



    Decís que no sirvo para nada. En esta frase la palabra que lleva tilde es un verbo, y la que no la lleva es un gusano que se mete, a veces,  en la tripa de la gente  y fastidia mucho porque se come lo que ellos se comen y no los deja engordar. También le llaman solitaria
− ¿Es verdad, seño? − preguntó una vocal.
− Efectivamente, es cierto. Ya veis qué útil es escribir en su sitio la tilde.
   Como veis eso de que no sirvo más que para enredar no es cierto. Cuando se habla, se pronuncian una vocales con más fuerza que otras; a esa fuerza se le llama acento. Pero cuando se escribe, como no se oye hay que señalar esa fuerza.
  −Qué tontería, si ya se sabe como suena. Yo digo mamá y sé que se dice así con fuerza en la última A.
 −Claro, pero si ves escrita la palabra escorpión y no la habías oído nunca ¿sabrás cómo pronunciarla?
  − ¡Ah, claro! Entonces ¿Hay que poner tilde en todas las palabras?
  − No. Para eso hay unas reglas que debemos aprender. Es un poquito lioso pero con el tiempo se hace fácil.
−Ahora tú- dijo la profesora- deberías pedirles que pongan ejemplos para ver si se han enterado. ¿No crees?
Entonces Tilde, muy puesta en su papel dijo:
− A ver ¿quién sale a la pizarra y pone un ejemplo?
Se atrevió E. Se levantó de su pupitre, fue a la pizarra y escribió al mismo tiempo que decía: creo que no es igual decir
Te quiero, que, quiero
− ¡Muy bien!
− Ahora yo, dijo Ele. Y escribió
Él tiene el libro
− ¿Valen también palabras o han de ser frases?
− Valen palabras que lleven tilde.
Eso las animó más y empezaron a decir casi al unísono mientras Tilde, que seguía haciendo de profe, las iba escribiendo en la pizarra hasta que se llenó.

      Cántaro, camión, océano, mamá, árbol,
      Escuálido, durmió, burlón, pájaro

− ¿Qué es escuálido, tía?
− ¿Qué es eso de tía? −  Exclamó la profesora
− No, si lo he dicho porque lleva tilde.
− ¡Ya, ya! Escuálido es muy delgado, flacucho, así como estaba     Rocinante el caballo de D. Quijote. Y ahora os voy a poner yo un ejemplo un poquito más difícil.
No es lo mismo decir que alguien

        Se lamenta por la pérdida de la amada
        que decir que
        Se lamenta por la perdida de la amada.

   La primera frase significa que la amada se ha perdido, o se ha muerto,
− O se ha largado− dijo una consonante.
− ¡Eso!
− ¿Y la segunda?
− Pues que la amada  es una mala persona
− Vamos, que no es de fiar.
    − Veo− dijo la profesora− que sabéis más de la vida que de ortografía.
−Bueno, creo que por hoy ya está bien. Tilde lo ha hecho muy bien y tiene una buena nota. Los demás también tenéis un positivo porque habéis participado muy bien. Pero aún os queda mucho por aprender.
   Más adelante aprenderéis las llamadas reglas de acentuación que como ha dicho Tilde, son un poquito liosas. Pero no os asustéis porque con clases como la de hoy será fácil.
¡Hasta el próximo día, chicas y chicos!
− ¡Adiós, seño!



       Y colorín rojo y azul, este  cuento se acabó.
Espero que este también os guste. ¡Hasta pronto!


1 comentario:

  1. Estoy deseando leer la explicación de las reglas de acentuación que de la Tilde en clase a sus compañeras...

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