Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

jueves, 27 de noviembre de 2014

El mundo visto desde el cielo


Novela de Ángeles Caso. relectura.

Comentarios.-
  Según datos que he podido consultar, esta novela enlaza con la tradición europea de la novela de artista.
  Me vienen a la memoria novelas como EL PARAÍSO EN LA OTRA ESQUINA sobre el pintor Gauguin de Vargas Llosa , o EL PINTOR DE BATALLAS de Pérez- Reverte,  LA OBRA MAESTRA DESCONOCIDA de Balzac , RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE de Joyce etc.
  Algún crítico ha indicado que esta obra es la que más relación tiene con su autora. No aclara por qué. Tal vez sea por el hecho de ser el protagonista un creador, por reflejar la lucha del artista cuando desea y necesita plasmar una idea, ya sea en el folio en blanco, en el lienzo o sobre el pentagrama. O tal vez porque la acción se sitúa en Asturias, tierra de la autora.
  También, diría yo, guarda relación, entre otras cosas por el uso de la primera persona, con la novela considerada como busca. Este pintor protagonista     de la novela que nos ocupa, pasa la vida intentando ser un buen pintor, buscando su sitio en el mundo incluso en el amor.
Mi lectura.-
   La obra empieza "in media res"; aunque tal vez fuera más exacto decir que se inicia en el final pero eso lo descubrimos cuando hemos terminado la lectura.
   En primera persona, en forma de monólogo interior que, recuerda "Retrato del artista adolescente", en el que el protagonista se dirige a su hija ausente y casi desconocida, pasa revista a toda su vida. Una vida llena de vacíos, de ausencias (la de su madre) y de frustraciones a pesar de haber triunfado como pintor y, en algún momento, aunque solo en apariencia, en el amor. Es, o se siente, a fin de cuentas, un fracasado desde el punto de vista artístico y emocional.
   Lo primero que llama nuestra atención es que la autora se ha metido en la piel de un hombre. La historia de la literatura nos ha acostumbrado a que el hombre sea quien habla de y por la mujer, mientras que esta se manifestará por sí misma cuando empiecen a aparecer las escritoras. Quizá no sea este el único caso, pero yo, de momento, no recuerdo otro. Tan rotundo, al menos.
   Es en la cuarta página cuando descubrimos este receptor o interlocutor silencioso y distante:" me he puesto de repente a hablar contigo, Aline, a pesar de que solo eres una pequeña mancha naranja ahí en el medio…." Esa manchita naranja ¿está en el cuadro que tiene delante mientras habla o recuerda y que le ha llevado muchos años concluir?
   Como en todo monólogo interior, el narrador va de un tiempo a otro casi sin solución de continuidad. De su afición a la pintura desde niño sabemos ya casi al final de la novela, pero conocemos sus primeros cuadros y dibujos, entre los que se encuentra como favorito el retrato que hizo a su tata Prudencia titulado La reina de las cacerolas.

   La temática es amplia y variada. Toca infinidad de temas. A veces apenas los roza insinuados en una breve frase:  "El muro que se alza entre deseos y realidad…"
   La difícil relación de pareja, más aún si cabe, en el caso del artista, como podría ser el político o cualquier persona de genio o profesión  que merezca y necesite concentración y mucha dedicación.
   Aquí se ve a través de una mujer superprotectora que lleva al fracaso emocional para ambos. Algunos breves fragmentos lo atestiguan:"  También se le metió en la cabeza arreglar el jardín, o sea, jorobármelo"
.."Me plegué..pensando que ,al fin y al cabo, si uno comparte su vida con alguien, debe hacerle ciertos sacrificios, quemar en su altar ciertos dones preciados…."
 La gran odalisca se ha enfadado…"el verde cinabrio de sus ojos echaba chispas"
…."un mundo repleto de amorfas cosas verdes, una vida verde y la inmensa .sonrisa verde del gato de Cheshire… Áurea sonreía, yo sonreía….."
   Refleja el gran esfuerzo que realiza por contentar a esa mujer que ha decidido cuidarlo y protegerlo, incluso aislarlo, para que él no tenga que hacer otra cosa más que pintar. También con un razonable horario puesto, impuesto cabría decir, por ella.
  Y en estrecha relación "el amor". Entendido ¿cómo? ¿Entrega, renuncia, posesión, sexo? Este último aspecto tratado, tal vez, demasiado explícitamente. Para terminar con una frase de desaliento total:
"Tan corto es el amor y tan largo el olvido, Aline…"
   La fama. El ansia por conseguirla y, una vez lograda,  ,los problemas que acarrea: "La fama es una maldición, Aline,….en el fracaso puedes guardar la esperanza…."
   La soledad de una infancia sin madre de la que no guarda más recuerdo que el que le proporciona una fotografía sobre su mesilla de noche, el único rastro que el padre había conservado para él.Es curioso. Ahora  se pregunta si será él algo así para su hija.
  En relación con este tema no podemos dejar de hablar de una figura muy importante: la tata. Es este un personaje presente en muchas novelas y películas realizadas y /o ubicadas entre los años 30 y 50 ,aproximadamente. Esas tatas que suplían la falta de la madre, bien por orfandad del niño ,bien porque ellas tenían asuntos "más importantes" a los que atender. Y no es precisamente la época en que la mujer decidió trabajar fuera de casa, o se lo decidieron. Esas tatas que, en cierto modo eran como de la familia, pero siempre guardando las distancias. Ellas pertenecían a un mundo aparte, un mundo en el que se introducían los niños y en el que recibían el cariño ,los mimos, las atenciones que les faltaban. Ella ,además, los ponían en contacto con el mundo exterior y real, tan distinto a veces del ambiente familiar. Recuerdo ahora las tatas de aquellas sagas de "Antoñita la fantástica", "Celia", "Marisol"…  O las de algunas novelas de Ana Mª Matute; pienso en "Paraíso inhabitado" y "Demonios familiares"
   Aquí es Prudencia, la que ha criado al protagonista, la que como ella  misma dice lleva muchos años con la familia:. "en casa de los abuelos de mi Julito que empecé. Catorce años tenía….."
  Un personaje este de las tatas que la autora reconoce en una entrevista ella respeta y a las que hay que agradecer que cuidan de lo mejor que tenemos, nuestros hijos.
   El tema del abandono por parte de un progenitor, aflora más tarde en forma de remordimiento, dado que él ha repetido, como si de una herencia familiar se tratara: " Puede que me sintiera miserable, avergonzado, criminal incluso, qué clase de persona eres, un tío de mierda que abandona a su hija casi recién nacida para dar pinceladas a diestro y siniestro…."…." Yo no quería abandonarte, te lo juro."
   Añoranza del regreso a la infancia, simbolizado en un espacio, ciudad, casa, habitación….
……"¡Ay ,Aline, aquella habitación de Prudencia, tantas tardes de infancia, tantas horas de orfandad, tantos recuerdos…."  Pero el regreso a los lugares de la infancia a veces es decepcionante, nada es como lo recordamos.:" Tal vez había creído volver al Paraíso" .
   Las nubes.


   ¿Como tema pictórico, como metáfora del tiempo? Se las espera el lector desde el título y aparecen ya en las primeras líneas: "Qué canallas….doce años contando con ellas , y ahora resulta que han decidido quedarse allí y ponerse a retozar sobre las montañas, tan hermosas e inalcanzables, presumiendo de su precioso color índigo y de los vapores violetas que las envuelven……."  "LAS NUBES QUE DEJABAN CAER el agua sobre las montañas del norte se han alejado…"..." sobre mi jardín, el vientecillo de abril que se levantó hace un rato ha traído unas nubes plateadas y lilas" 
   Por fin, el título aparece:  "¿Has visto alguna vez el mundo desde el cielo, Aliñe?.....este mundo nuestro tan enorme y aspaventoso es muy poquita cosa visto desde las alturas…."



Y al final cuando leamos el título del cuadro que consiguió pintar tras arduos esfuerzos: "El mundo visto desde el cielo2"

   Centrándonos ahora un poco en el estilo que podríamos calificar de sencillo y directo, no podemos dejar de citar la frecuente presencia de recuerdos literarios, lecturas de la infancia, dichos populares, mitos, poemas etc. Rasgo que también encontramos en escritores como Carmen Martín Gaite, Ana Mª Matute, Muñoz Molina y más. Como ejemplo recojo:
"El dolor es así de totalitario, de cegador, de paralizante. No te deja pensar en cosa alguna que no sea él . Y luego, después de acordado, el dolor insensato no da dolor, no."….. "Era un Ícaro miserable precipitándome sobre la tierra…"
   Bellas descripciones del paisaje.
También cabría señalar las descripciones de los personajes.
De su amada  Áurea a la que llama la gran Odalisca dice que "Era inteligente, atrevida, salvaje y hermosa"
Jean- Luc el galerista aparece descrito según la impresión que debió producirle a Prudencia cuando lo vio aparecer en la puerta:
"Prudencia, extrañada, abrió la puerta y se encontró a un hombre alto, vestido con un traje tan caro y tan de firma que parecía un disfraz, y luciendo sobre los labios finos y la gran dentadura un bigote casi rubio y retorcido en las puntas. Si hubiera leído a Guy de Maupassant, prudencia habría creído hallarse ante uno de sus personajes."
 El espacio y tiempo
   Otro aspecto que no debemos dejar de lado es el espacio. ¿Dónde se desarrolla la acción? Aparte de dos viajes que realiza la pareja ,casi todo la acción se ubica en Asturias. Hay de ello diferentes indicios aunque no se diga el nombre de un lugar concreto.
Por ejemplo:
"Un latino solía decir…..Nunca hubo forma de hacerle entender que había crecido en una tierra de caseríos encaramados en las montañas, a pico sobre ríos violentos, una tierra envuelta en grisuras y humedades, vecina de un mar tempestuoso que nada tenía que ver con ese Mediterráneo…..Pero cuando alguien ha decidido adjetivarte ,ponte tú a desdecirlo…."  Está claro que es el norte de España. Pero hay más. En un momento dado habla de subir a  Peña Negra, un pico  situado en la divisoria de los concejos de Teverga  y Somiedo en el parque natural del último. Así pues, estamos en Asturias, tierra bien conocida por la autora que nació en Gijón, donde viviría su infancia y estudió en Oviedo donde, sin duda, vivió en sus años jóvenes. En los alrededores de esta zona debe ser donde pasa los últimos años el pintor.
En cuanto a la ciudad hay indicios que nos llevan a Oviedo: la calle Jovellanos y la catedral gótica:
"…abrir la ventana y descubrir el extraño fenómeno que  estaba sucediendo….la gente andaba ligera, casi desabrigada…Frente a mí los festones de la torre gótica de la Catedral…."
En algún momento pensé que podría ser Gijón porque también hay una calle Jovellanos y porque cuando se traslada a vivir al "retiro" que le ha buscado Áurea habla de haber cambiado el azul por el verde. El azul en Asturias debe ser del mar pues el cielo más bien permanece gris casi todo el año.
Pero no olvidemos que espacio y tiempo en la novela se necesitan. Se ha dicho que el tiempo del novelista necesita del espacio, para así asociarnos a los procesos concretos de los personajes y para que pueda darse la composición de un mundo, ese que trata de recrear el novelista.
   Aquí, podría decirse que juega la autora con dos tiempos. Por un lado, el protagonista rememora su vida casi desde su nacimiento, en realidad antes pues hace referencia a como se conocieron sus padres. Así pues son muchos años los que hace desfilar ante nuestros ojos pues ahora es un hombre ya bastante mayor.
Sin embargo todo el relato, todos esos recuerdos ocupan un, casi, breve espacio de tiempo. Se inicia cuando le ha llegado el cuadro enmarcado y acaba delante de ese cuadro. Deben ser apenas unas horas.

Desenlace
   Algo que no queda claro aunque, tal vez, sugerido. Es el desenlace. Está con su nuevo cuadro que acaban de traerle o llevarle, enmarcado, lo está contemplando en el exterior, dice que quería contemplarlo en medio de su luz natural pero han aparecido las nubes y ha empezado a diluviar  razón por la que es imposible encender un fuego. ¿Para qué? En algún momento lo hemos oído decir que "Todo lo demás era mejor quemarlo, hacerlo desaparecer para siempre, convertirlo en ceniza, en humo, en nada…" (Otra vez la literatura) ¿Es que pretendía quemar el cuadro? No sería el primero ni el último de los artistas creadores que deciden destruir su obra (recordemos el caso de Nabocov, por ejemplo. A mí no me ha quedado claro este detalle.
    Otro aspecto que puede llamar la atención. Siendo la autora conocedora del mundo de la creación literaria cabría preguntarse por qué ha elegido como protagonista de su obra un pintor y no un escritor. Ella en una entrevista contesta a esta pregunta: “pero eso ya se ha hecho muchas veces”, dijo. “Un pintor me permitía ahondar en un mundo de sensualidad y de colores, como no podía encontrarme en un músico o en un escritor”. “A mí”, añadió Ángeles Caso, “lo que me interesaba era describir el mundo a través de los colores, de las luces; de la pintura, en una palabra”

Estructura.
Sigue la línea moderna de no señalar ni titular los capítulos. No obstante podría hablarse de tres  partes que vienen señaladas con un inicio en letras mayúsculas, en la página derecha y dejando un espacio en blanco en la parte superior:
SIEMPRE ANDAMOS HACIENDO EL RIDÍCULO…..
"LAS NUBES QUE DEJABAN CAER el agua sobre las montañas del norte se han alejado
DURANTE ALGUNOS MOMENTOS, a veces la vida puede ser perfecta."
   El resto se distribuye en apartados a modo de subcapítulos o  secuencias, de extensión variada, reconocibles por un espacio en blanco. Parece pues que estamos ante una estructura novelesca hecha a base de pequeños toques, aparentemente aislados, que al final, quizá por obra y gracia del lector componen una imagen total, completa.
Tal vez, en este caso se deba precisamente a la técnica del monólogo interior utilizada por la autora.
   Se cierra la novela con la misma frase que abre el relato  "Ya te decía yo que siempre andamos haciendo el ridículo”. No solo esto sino que tanto al principio como al final aparecen las nubes como un elemento importante: Qué canallas….doce años contando con ellas, y ahora resulta que han decidido quedarse allí y ponerse a retozar sobre las montañas, tan hermosas e inalcanzables, presumiendo de su precioso color índigo y de los vapores violetas que las envuelven……." (el principio)
"LAS NUBES QUE DEJABAN CAER el agua sobre las montañas del norte se han alejado…"..." sobre mi jardín, el vientecillo de abril que se levantó hace un rato ha traído unas nubes plateadas y lilas (Al final). Yo diría que son las mismas nubes.
Así pues la estructura es circular, cerrada.
   Si hemos encontrado cierto parecido con algunas novelas de artista, bastante por cierto con “Retrato del artista adolescente” también coincide en algunos aspectos con otras novelas más o menos coetáneas con esta. Por ejemplo he recordado cuán parecido es el inicio con “Nubosidad variable” de Carmen Martín Gaite. El inicio “in media res”, la primera persona, la presencia de las nubes…
En este sentido podríamos seguir hasta casi el infinito.
 Ángeles Caso , un poco de historia. Solo un poco pues hoy en Internet tenemos toda la información que queramos.
    Nació en Gijón en 1959. Es escritora y traductora  pues estudió varios idiomas. Licenciada en Geografía e Historia, especialidad Historia del Arte, trabajó durante unos años como periodista presentando telediarios y algún programa cultural en TVE.
   Su afición a la Literatura le viene de su padre ,José Miguel Caso González, filólogo y catedrático en la Universidad de Oviedo.
   Un buen día, a los 35 años decidió dejarlo todo y dedicarse a escribir que es lo que  desde niña, según confiesa en una entrevista, le había gustado.
 Espero y deseo  no haber cometido grandes errores en este mi comentario y ser útil.


1 comentario:

  1. No sabía que Ángeles Caso era escritora. Su imagen en los informativos me hizo asociarla al periodismo y fíjate, licenciada en Geografía y escritora. Dan ganas de leer esa novela después de leer esta reseña tan estupenda. Me ha gustado mucho una metáfora "el verde cinabrio de sus ojos echaba chispas"

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