Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 30 de septiembre de 2015

SIN PALABRAS.

  Relato de  Juan Manuel Chica Cruz

   Habida cuenta que vamos a comentar un relato breve, que tal vez podría denominarse cuento, sería interesante repasar algunas ideas sobre el género.

   Actualmente hay una línea demasiado estrecha entre lo que tradicionalmente hemos venido llamando cuento y lo que hoy se denomina narración breve. Tal vez porque no responden estas composiciones a ninguna estructura tradicional. Sabido es que el cuento:
a) No tiene partes autónomas; cada parte no constituye nada sino en la totalidad.
    b) Es una modalidad narrativa inmediata y sintética.
    c) El cuento ofrece un núcleo acabado de vida.

   Tanto el narrador de cuentos como su comentarista, deberían  tener, siempre presente algunas interesantes  ideas sobre el cuento. Así José Mª Merino dice que

los cuentos no toleran elementos accesorios. Todos los materiales del cuento tienen una función principal: de ahí la difícil concisión a que obligan, que no está solo en el empleo de las palabras, sino- sobre todo- la previa selección de los motivos”

   Y Julio Cortázar comenta que

 “si la novela puede ser comparada con una película cinematográfica, el cuento, limitado en su extensión y en su estructura ,y poseedor de una estética diferente, puede serlo con una fotografía(…)En una fotografía o en un cuento de gran calidad, el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos(…)El tiempo del cuento y el espacio del cuento tienen que estar como condensados, sometidos a una alta presión espiritual y formal…”

   Es este que nos ocupa un breve y emotivo relato que fue ganador del primer premio en el V Concurso ESPEJO DE AGUA.

   Una historia con el problema judío como fondo. En la Alemania nazi, una familia de judíos es detenida y llevada a uno de esos campos de concentración también llamados de exterminio. 
   Se inicia el texto in media res, técnica que encontramos ya en La Odisea de Homero,  hoy harto frecuente.

   Narración en tercera persona, como solía hacerse en el cuento tradicional, con un narrador omnisciente. Hoy es frecuente la narración en primera, incluso segunda persona. El mismo autor tiene otros relatos, quizá la mayoría, en los que se vale de la primera.
   Empieza con la presentación de los personajes, la familia. Se dan dos notas imprescindibles para seguir la historia: el niño, protagonista,  tiene once  años y, aunque cuenta con una gran capacidad para los números, no habla. Se sugiere, pues, que el niño es autista, lo que va a conferir al relato mayor dramatismo .Apenas si empieza la acción cuando irrumpen en la casa familiar unos individuos que lo alborotan todo y rompen la armonía que, sobre todo ese día, debía reinar en el hogar. Es el cumpleaños de David, el protagonista.
   A partir del momento en que aparecen esos extraños señores, la acción va in crescendo. Voces altas, cara de asombro en los mayores, registro de cajones y  objetos rotos al ser arrojados al suelo. El niño lo contempla todo a distancia estupefacto. El narrador nos informa de que les han ordenado preparar equipaje porque salen de viaje. En este momento del relato se nos anticipa el final (“Aquella casa que ya nunca más pisaron).Se marchan. Al llegar a un tren separan a la madre y la niña del padre y David. De ellas no volvemos a saber nada. Los varones van en un tren, llegan al campo de concentración, hay un momento de peligro a causa del problema del niño y allí los vemos maltratados, mientras el padre intenta que su hijo no se dé cuenta de la realidad que ambos están viviendo.
  Al cabo de un tiempo, el padre desaparece no sin antes haber ideado una artimaña que salvará la vida del hijo.

   Al ser un relato tan breve, hay  infinidad de detalles en los que el narrador no se puede detener. No obstante son importantes para comprender la historia. Para ello se vale del lenguaje.
  Sabido es que el lenguaje es la materia fundamental de la obra literaria. La selección de los vocablos que haga el autor será fundamental. Veamos unos ejemplos.
 ” Aunque no pudiera hablar su cabeza era prodigiosa para todo aquello que pudiera ser traducido a números…” “aunque se comportara como ausente, esbozaría una tibia sonrisa…”; “David sintió un calorcillo húmedo y tibio escurrir por sus muslos…”. 
   En este caso sería posible señalar que la frase siguiente (“estaba muerto de miedo”) ya no es pertinente. El lector lo ha captado perfectamente. Es muy importante que el autor, sobre todo en lo que al cuento se refiere, revise muy bien y reduzca en lo posible detalles que si, como en este caso, la narración es correcta se sobreentienden.
   Aunque ya hemos deducido que se nos está presentando el problema judío-alemán, el autor hace notar que los soldados llevan bordada una dobles ese en un brazalete.

  Es muy significativa la escena en que se cruzan con los Kofman. Está clarísimo desde el primer momento que han sido delatados por un vecino alemán que, no obstante, se había servido de ellos en algún asunto.

  .Ya hemos dicho que la narración se hace en tercera persona y por un narrador omnisciente. Esto nos lleva a analizar la presencia de la voz de los personajes. El estilo narrativo utilizado es el indirecto. El narrador cuenta lo que dicen y piensan los personajes. Ha tenido, por tanto, que seleccionar sus emociones. Ha de valerse, como vemos en nuestro relato, de describir la expresión del rostro, gestos, tono de la voz (se restregó los ojos para comprobar que no estaba soñando…”, “un cerco en torno a la entrepierna delataba que estaba muerto de miedo”, “papá, con voz calmada…”). Es más importante aún en este caso, dada la característica que define al protagonista.
   No obstante hay algún momento en que encontramos el estilo indirecto libre. Es, por ejemplo al principio:” En cuanto lo vieran aparecer papá, mamá y hermana, correrían a su encuentro abrazándolo y envolviéndolo en una lluvia de besos…”

   De aquí la importancia de las miradas. Es un detalle fundamental dado que el niño es autista. Es este uno de los mayores aciertos del autor. Muy significativas, en este sentido, son dos escenas: el encuentro con los Kofman y, al final, con el americano negro. Recojo casi todos los momentos en que la mirada es importante:

“A través de los cristales de la puerta vio a papá”
“David la acompañó no quitándole ojo a como lo hacía.”
“David clavó sus ojos grandes y oscuros en los Kofman. Era su forma de saludar”
“En el tren, David rebuscaba en el atestado vagón “
“El médico los miró con un desprecio profundo y nunca pudo olvidar David aquella mirada”
“Su papá veía en sus ojos dibujada la pregunta”
“David clavó su mirada en la de de aquellos soldados”

   En cuanto al léxico que es bastante sencillo, casi coloquial, cabría señalar algún detalle. Al decir que “oyó caer alguna vajilla al suelo” debió decir solo vajilla, o si le gusta esta palabra al autor, algún elemento de vajilla. Hay que tener en cuenta que esta palabra significa, según el diccionario, conjunto de platos y demás utensilios para el servicio de la mesa. Por tanto no es normal que cayera alguna vajilla. Me inclino a pensar que el autor ha hecho uso de un localismo.
También debe ser localismo la utilización de bulto por maleta aunque este vocablo aparece más adelante. Quizá lo hace para no repetir.

   Hablemos ahora de tiempo y espacio. Hemos recogido anteriormente unas palabras de Cortázar en las que dice que El tiempo y el espacio del cuento tienen que estar condensados. Y así los vemos en el relato que estamos analizando. Tanto uno como otro se nos dan en leves y sueltas pinceladas.
  Del espacio poco se nos dice y a veces difuminado, incluso sugerido. Así al comienzo el niño “se levantó de la cama, puso sus pies descalzos en la alfombrilla” .Con esto ya sabemos que estaba en su habitación y que al pie de la cama hay  una pequeña alfombra, detalle habitual en muchas viviendas. Luego lo vemos avanzando por “el pasillo” en dirección al salón al que parece se accede por una puerta de cristales.  Más adelante la palabra “rellano” sugiere escaleras; luego viven en una vivienda en alto. Por último se habla del “despacho. Esto es todo lo que tenemos en cuanto a descripción de la vivienda.
Veremos, después “la estación del tren” y “un andén”.
Por último el campo de concentración o exterminio: recinto amurallado”, “barracones y edificios que parecían ser fábricas y hornos” yescondrijo”.

   Como vemos, los detalles del espacio no pueden ser más escuetos. Algo similar ocurre en lo que al tiempo se refiere. Es bastante impreciso, difícil saber cuánto ha durado ninguno de los momentos relatados ni el tiempo que padre e hijo estuvieron recluidos, presos en aquel espantoso lugar.
   Al iniciarse el relato sabemos que es el principio de una mañana de un día cualquiera (aunque para David sea importante pues es su cumpleaños); no sabemos día de la semana, mes, año. Ni cuánto duró el registro de la casa. Del viaje se nos dice que “duró horas y horas” pero ¿Cuántas? Luego leemos que durante la reclusión todas las noches…” Por fin una cifra que parece sugerir que ha transcurrido un año “a los 365 días después de estar fuera de casa….
   No se dice, es un cuento y no hay que extenderse pero deducimos que David ha vivido su doce cumpleaños en el campo de concentración. Se cuenta como el día sucedía a la noche y así sucesivamente, o la lluvia y el frío al calor. O sea pasan los días, los meses, las estaciones, etc.
  “Después de un tiempo leemos más adelante; o “poco después una noche” y “a la segunda noche”. Por fin una fecha concreta, la del fin del cautiverio “aquel amanecer de primavera de 1945”

   Pero no debemos olvidarnos de la función de las formas verbales en lo que al este aspecto de la obra se refiere. El tiempo verbal dominante es el pretérito perfecto simple o indefinido. Es el propio de la narración de la narración y, lógicamente, coincide su presencia con esos momentos en que se nos habla de acciones acabadas en un tiempo también acabado. Así: despertó…, desperezó…, se quedó inmóvil…, etc. No es necesario recoger todos los casos.
   No obstante, hay algún momento en que se nos presenta la acción en proceso, en pasado pero en tanto se desarrolla. Ejemplo: avanzaba por el pasillo…, estaba muerto de miedo…, esas voces daban órdenes… y cuando el niño recuerda cual era la actitud habitual del señor Kofman: entraba en casa y se encerraba en el despacho…, cada vez que se cruzaba…, le  frotaba…, rebuscaba…
  También se utiliza esta forma para indicar el paso del tiempo de manera continua y repetida: la luz del día se iba y llegaba la noche, las lluvias y los aguaceros venían y desaparecían
  A veces también un presente de indicativo, puntual: Nos llevan de viaje. O continuo: Estos trenes solo disponen de…, por eso viajamos. Aparece también esta forma verbal cuando se habla de lo que siente el protagonista hoy, una vez acabada la pesadilla: aún muchos años después, cuando David cierra los ojos olfatea y cree aspirar…

  Con todo, un alarde de condensación espacio-temporal

     Poco cabe decir de los personajes. Tanto el protagonista como los secundarios, son completamente planos. Desde el primer momento aparecen con unos rasgos que no nos van a llevar a sorpresa alguna. Sabemos cómo van a actuar, cómo han de hacerlo, en algún caso. No van a cambiar ni evolucionar a lo largo del relato.
   En ningún momento son descritos físicamente. Solo, en una ocasión, se hace mención de los  ojos de David (grandes y oscuros).
   En cuanto a rasgos psicológicos o de carácter se deducen de su actitud. Al padre lo vemos hablando con voz calmada pero firme; a la madre marchado “con los hombros hundidos; y al padre siempre cariñoso, en una actitud entrañable  con el niño. 

   Llama, además la atención, que ningún personaje, excepto el niño protagonista, tiene nombre propio; además, adecuado a su condición de judío, David. Inevitablemente me ha venido a la memoria “El Lazarillo de Tormes”. Algo que, por otro lado, también ocurre en el cuento tradicional en el que la mayoría de los personajes son nombrados por su oficio o alguna característica especial: El rey, la bruja, una vieja…

   Por fin, resulta curioso que sea un americano negro quien encuentra al niño. Quizá haya aquí un mensaje, aún no recibido, para la humanidad.

   Del estilo narrativo, en general, podría decirse que es muy visual.  Muy cinematográfico. Me explico. En todo momento tenemos la impresión de estar viendo las escenas. Como si viéramos una película. En mi opinión es uno de esos textos narrativos que podrían llevarse con facilidad al cine. Me inclino a pensar que el autor ha visto bastante cine. No sé si llegará  cinéfilo.
 Así, al principio, cuando el niño llega al salón y “David, desconcertado, apoyó la palma de su mano contra la pared y se quedó inmóvil como si se le hubiera acabado la cuerda a un reloj…”  ¿No es cierto que vemos la escena? ¿No podría tratarse de lo que en términos cinematográficos llamaríamos “plano general corto”? A continuación  nos lleva a contemplar lo que estaba sucediendo en el salón. Pero ¡ojo! A través de la mirada del niño:” A través de los cristales de la puerta vio a papá frente a uno de esos desagradables señores mostrándole papeles a lo que el desconocido no dejaba de ladear la cabeza con gesto adusto Podríamos estar ante un plano subjetivo. Aún nos queda otro pequeño detalle “Un cerco en torno a su entrepierna delataba que estaba muerto de miedo” Pienso que  podría ser un semi primer plano (semi close up shot)

   Hoy, es posible encontrar entre el cine y la literatura diversos puntos de contacto, préstamos, paralelismos, etc.
   Entre  ambos medios se crea un campo de convivencia con el préstamo en  doble vía de descripciones, ordenación de elementos narrativos o articulación de puntos de vista  y la aceptación de similitudes como la sucesión de las imágenes en el cine y la de palabras en la literatura.
   Temas y técnicas van de una al otro y viceversa. De ahí que con frecuencia encontremos en un texto literario influencias cinematográficas más o menos expresas y evidentes. Es la razón por la cual, apenas iniciar la lectura, nos vienen a la memoria películas en las que un niño está especialmente dotado para los números, como por ejemplo “Rainman”. Y más adelante encontramos reminiscencias de la película “La vida es bella” 

   Es el tema de este relato de eterna actualidad. Es curioso como el pueblo judío ha pasado por la historia como verdugo y víctima alternativamente. Aún recuerdo cómo me impresionó aquel Milagro de Berceo “El niño judío”   Es un tema del que se ha nutrido la literatura, pero tal vez más el cine. Este relato, concretamente creo que debe mucho a la película. La vida es bella (La vita è bella en italiano) 1997, escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. Hay escenas y momentos muy similares. Por ejemplo el hecho de que el padre esconda al niño en un armario. Por otro lado la escena del tren, no solo en esta película, sino en otras varias la hemos visto.
   Por otro lado, el siglo XX debido a su carácter bélico proporciona nuevos elementos al contenido. 
   Un relato que se integra completamente en el mundo actual, pleno de dramatismo y ternura. Con un conato de moraleja final.
  Como complemento a este estudio pasaremos revista a Obras literarias y películas que contengan o traten el tema judío.
“La lista de Schindler”, película de 1993 dirigida por Steven Spielberg
“El  niño con el  pijama a rayas”. Novela y película
“El ángel de Budapest” y otras muchas (Buscar y citar)
“Malditos bastardos” película de 2009 escrita y dirigida por    Quentin Tarantino 
Otras obras literarias  sobre el tema:
El milagro de Berceo: El niño judío
“Rosa de pasión “leyenda de G. A. Bécquer
 “Dispara  yo ya estoy muerto” de Julia Navarro en que intenta dar una versión doble, árabe y judía de los acontecimientos.
“El diario de Ana Frank”
“La calle de la judería”, de Toti Martínez de Lezea. La autora sitúa la acción en Vitoria en el siglo XV. Interesante visión del mundo judío.
“Éxodo”, novela de León Uris  escrita en 1958 cuyo tema es la fundación del Estado de Israel. Esta novela dio origen a la película estadounidense de 1960  del mismo nombre
Para terminar os presento el Currículum del autor.
  1.Galardonado en el PREMIO INTERNACIONAL DE ENSAYO 2015 LIMACLARA DE ARGENTINA CON EL ENSAYO "SOBRE LA AMISTAD:DESDE LA PROFUNDIDAD ARISTOTÉLICA HASTA LA SUPERFICIALIDAD DEL FACEBOOK" 
  2. Primer premio Relato Corto V Concurso Intergeneracional Espejos de Agua 2015 con el relato "Sin palabras" Linares (Jaén) (El comentado hoy)
  3. Accésit en el II Concurso nacional de Relato Corto (2015) organizado por la UNED de Jaén y el Excmo. Ayuntamiento de Alcalá la Real (Jaén) con el relato " Amores de ida y vuelta" (Que próximamente aparecerá comentado en este blog)
  4. Finalista en el IV Certamen de cuentos y relatos "Villa Baños de la Encina"  (2015)  con la obra "Una incógnita para olvidar".
  5. 2º clasificado en el XVI concurso de narrativa de Ideal con el relato "Cita fallida" 2012. Publicado en el libro Relatos Cortos de Ideal ISBN: 978-84-614-7557-5
  6. Tercer finalista en el concurso de Microrrelatos "sentimientos" organizado por "Letras con arte". 2015. Con la obra "demasiado humanos"
ISBN: 978-84-617-3573-0
   7. Finalista en el I concurso de la Editorial Defoto "pecados capitales" con el microrrelato titulado "Mala sombra" 2013 
  8. Relato seleccionado "Suspiros en la noche" como finalista y publicado en una antología por la Editorial EDISI en el libro "Exploradores del placer" 2013. En Amazon. ASIN: B00LDZFVI2 
9.. Microrrelato finalista en el III certamen de Microrrelatos "La sonrisa vertical " de Colmenar Viejo 2013 con el título "Bandas blancas"
      
Y para terminar, el autor.



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