Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

miércoles, 11 de abril de 2018

Un paseo por tierras segovianas






      Esta Constanza no para. Ahora me hace depositaria de sus andanzas por tierras de Segovia, mediante un email que transcribiré lo más fielmente posible.
  Empieza por decirme que viene derrengadita, que ya no está ella para estos trotes, Y yo me pregunto ¿De qué se queja? ¿Acaso no es ella (eso dice) quien proyecta y organiza los viajes? Así somos. Primero “la liamos” y luego nos quejamos.
  Al empezar a transcribir este nuevo viaje de mi buena amiga he recordado unos poemitas que nos hizo D. Fernando, el profesor de Historia, cuando nos repasaba la Geografía de España con vistas a la reválida de cuarto. Se me ha ocurrido trasladar aquí el de Segovia. Vaya como homenaje al bueno de D. Fernando que tanto nos aguantó y nos ayudó.
                 SEGOVIA
                   Segovia, Cuellar, Riaza,
                   Coca, Ayllón, Santa María,
                 Espinar y San García,
                   Con Sepúlveda y La Granja.
  Curioso ¿no?

  El caso es que como colofón a una escapadita a Euskadi, organizó para dar gusto a su hijo y chica pasar unos días con ellos en la casita de vacaciones que han alquilado en un rinconcito de la provincia de Segovia, en plena Somosierra, rodeada de naturaleza y silencio. El pueblo tiene un nombre muy curiosos que yo no había oído jamás y ella dice que tampoco. Se llama Tejadilla-Ventosilla. La segunda que es donde vive su hijo, hace honor a su nombre. La primera tarde salieron a dar un paseo por el monte, empezó a llover, ella quiso abrir el paraguas y por poco sale volando como Mary Popins. Se tuvieron que volver a casa.

Panorama desde el balcón

  Me cuenta que en Tejadilla que es algo así como el centro de la comarca, está el ayuntamiento. Un edificio pequeñito, como el pueblo, con su plaza y su Centro de la  Juventud. No le quedó muy claro si el nombre del Centro era una ironía pues no vio muchos jóvenes por allí; tampoco viejos; no se ve un alma, me dice.
  Como es natural no se iban a conformar con que sus papás vieran solo el paisaje que se contempla desde la gran terraza del salón y decidieron llevarlos a visitar algún pueblo típico.
  La primera visita fue a Pedraza. A Constanza, y a su hijo (también a su nuera y a su marido) les gusta mucho el arte y todo lo medieval les encanta. Es esa la razón de estas excursiones. Pedraza es un pueblo pequeño, un enclave totalmente medieval. 
Parece que su nombre deriva de la Pretaria romana. Tiene una historia interesante y compleja. Su época de mayor esplendor fue durante los siglos XVI y XVII a los que pertenece la mayor parte de casas señoriales que podemos admirar. Este apogeo se debió, sobre todo a la exportación de la lana de sus rebaños hacia el N. de Europa.
 Encantador sobre todo si no hubiera hecho un frío del demonio. Pues no sé qué esperabas, le digo: Segovia, la sierra y con la predicción meteorológica que teníamos.
  Ya, me contesta y continúa su relato. Lo primero que hicieron tras aparcar fue entrar a un bar en la plaza mayor porticada tan mona (el nombre es típico pero al ver las fotografías pienso que sería mayorcita) a tomar un café.

Es un encanto de plaza

    Enseguida emprenden la visita del pueblo. Como no podría ser de otra forma, dice, hay casi más iglesias que casas. 

Torres, el amor de Constanza
  También muchas casas señoriales recuerdo de su época de esplendor siglos atrás.   Recorren el pueblo fotografiando todos los rincones típicos y curiosos, y acaban en el Castillo. Esta visita, me cuenta, le pareció muy interesante.
Esta fortaleza del siglo XIII fue reconstruida en el XV. A principios del XVI es nuevamente reformado y se le añade el gran muro defensivo adherido a la torre del homenaje y uno exterior con un puente levadizo desaparecido. Tiene una impresionante torre del homenaje, foso y está rodeado por un precipicio casi en todo su perímetro.  
Fantástica vista

  Aquí estuvieron prisioneros dos hijos del rey Francisco I de Francia entregados por su padre como rehenes a Carlos I.
 Resulta que estuvo abandonado muchos años hasta que en 1926  se enamoró de él el pintor vasco Zuloaga que lo compró, rehabilitó parte que convirtió en su vivienda y su estudio. Hoy alberga una interesante exposición de su obra. La fundación que lleva su nombre y dirigen sus herederos tiene en marcha un proyecto para seguir restaurando lo que queda en pie del castillo y que se pueda visitar.
 Antes de volver al coche, un aperitivo con torreznos.
 Como mi hijo, dice muy ufana, me cuida mucho pensó que el día siguiente debía ser más relajado y dedicarlo a pasear por los alrededores, aprovechando que, en teoría, hacía menos frío. Fue cuando, entre cosas, conocieron el pueblo. 

Paseo por el bosque

 
Como es natural, pues a Constanza le encanta hablar y contar todo lo que ve, piensa, etc., me contó hasta lo que comieron pero no viene al caso aquí.
  El último día lo dedicaron a Sepúlveda. Otro pueblo totalmente medieval.


Bonita panorámica del lugar

  También con su ayuntamiento a cuya espalda se pueden ver restos de un castillo. Visitan iglesias, una cárcel del S.XV¿?, suben y bajan cuestas y escaleras y acaban en un mirador desde el que se puede ver parte de las famosas Hoces del Duratón.
  Más o menos me describió en este orden la visita al pueblo.
  Plaza de España, formada a partir de un espacio de extramuros. Allí lo que queda del castillo con fachada barroca, reloj, y rematado con una espadaña 

Curioso

 
Casa de los Proaño o del Moro, llamada sí porque el frontón de la fachada plateresca está decorado con la cabeza de un moro sobre un alfanje en alusión a la toma de la ciudad por el Conde Fernán González.
Puerta del Azogue o Arco del Ecce Homo, románica, formada por un arco de medio punto entre dos cubos. Es una de las puertas emblemáticas de Sepúlveda.
 Iglesia de San Bartolomé. Románica del siglo XII. Se accede a ella mediante escaleras. Destaca el ábside. 

No se ve la escalera pero se supone

  Arcos de la Judería. Parece que eran el acceso a la antigua judería. 


  Otra iglesia. La del Salvador. Románica finales XI principios XII. Planta basilical de una nave, bóveda de cañón. Galería porticada y torre exenta de la altura de la nave. 

Muy interesante esta torre

  Cárcel de la Villa, donde se ubica la Oficina de turismo. Asistieron, a una visita guiada muy interesante.
 Para terminar había que llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña. Como ya habíamos subido y bajado varias escaleras, me comenta, y era la hora adecuada nos metimos a un bar a tomar alguna cosita. En esas idas y venidas se nos perdió mi marido. (Esto del marido de mi amiga parece que no tiene arreglo. Se le pierde a dos por tres). Ya sabes, continúa, que tiene la costumbre de ir a su aire y .además, no lleva el móvil activado; o sea que o lo buscas o lo ignoras y esto es lo que hicimos hasta que él nos encontró. Una vez recuperadas fuerzas emprendimos la subida a Nuestra Señora de la Peña. Tampoco podía faltar en este viaje otra de las costumbres de Constanza y compañía. Resulta que se equivocaron de escalera lo que los obligó a bajar y volver a subir. ¡Pobre Constanza! Dice que estuvo a punto de tirar la toalla y decir: seguid que yo os espero aquí. Pero no es ella de las que se rinden a primeras de cambio y subió.
 Se alegró pues valía la pena el esfuerzo. La iglesia es románica del siglo XII. También planta basilical de una sola nave y bóveda de cañón. Curiosamente su retablo mayor es barroco del siglo XVIII. Destacan el pórtico, la portada y la torre.
Es una delicia esta primera vista del templo 

No podía faltar la torre


  A la espalda y en torno a la iglesia un magnífico mirador desde el que se puede contemplar parte

 de las Hoces del Duratón.





Una vista magnífica

                                         
 
                                                             Fin de la excursión
   Volver a bajar, pero aún queda una subida considerable hasta llegar al coche.
   Me cuenta que aquel día comió como una lima y se echó una siesta de dos horas.
  No me extraña que ahora diga que ha vuelto derrengadita. ¡Y lo dice en diminutivo!
Voy a cerrar el relato con una fotografía de puesta de sol contemplada desde la casa.



  Como todos los viajes,este también valió la pena. Y espero que os haya gustado y distraído e instruido.

1 comentario:

  1. ¡Qué Constanza bendita¡ El poema del profesor de historia menciona Coca, castillo que visité en una excursión y que os recomiendo a las dos. En aquella ocasión lo ocupaba un instituto.
    Dices que en Pedraza hay más iglesias que casas, lo que me recuerda a mi querida ÉCIJA LLENA DE IGLESIAS Y CONVENTOS DE MONJAS. Que el marido de Constanza se pierda en una excursión es ya un tópico. Las fotos preciosas, las que más me gustan las de las torres y el relato muy instructivo.

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