Abro este blog con la intención de mantener un ameno diálogo con todo aquel que se acerque a él. Creo que lo más bonito de las relaciones humanas es esa comunicación que consiste en un intercambio de emociones, conocimientos, ideas….Esa comunicación que enriquece el espíritu.

"La relevancia de la comunicación humana, pues del contacto verbal surge un intercambio que aminora el dolor, palía la soledad y estimula el contento de vivir” Carmen Martí Gaite

sábado, 22 de octubre de 2016

LECTURAS DE VERANO.


NO ME CUENTES TU VIDA
HOMBRES BUENOS
BESOS EN EL PAN

NO ME CUENTES TU VIDA  de Luis García  Montero.
    So pretexto de reflexionar acerca de las relaciones padres e hijos, llegada cierta edad de ambos, el autor pasa revista a la vida del personaje, Juan y su familia. Van, incluso, apareciendo temas de una rabiosa actualidad. El protagonista vive en el siglo XXI pero constantemente se retrotrae a otros momentos de su vida; a veces, de su infancia. Es, pues, constante el  flashback o analepsis…..El mismo narrador alude a ello en algún momento; de manera metafórica dice que  le gusta bailar sobre los almanaques, sobre el tiempo.

   Desfilan por la obra toda suerte de personajes: jóvenes, niños y adultos (padres, madres y abuelas que desempeñan el papel que la vida les ha deparado). Extranjeros (inmigrantes hispanos y rumanos); poetas, profesores, políticos…
De ellos le interesa, sobre todo, cómo piensan, cómo son por dentro aunque no deje de darnos algún detalle importante, significativo de su fisonomía.
   A través de estos personajes, o tal vez a la inversa, nos va introduciendo en temas variadísimos: el amor, la pasión, las relaciones humanas en general, el problema de los inmigrantes, la vida familiar, las costumbres, las ideas políticas.
   Si el protagonista parece tener bastante de autobiográfico, su mujer Lola, en diversos aspectos,  parece un trasunto de la esposa del poeta. La obra sigue la línea actual de romper con la forma de narrar de la novela tradicional.
   Finge el autor estar escribiendo una especie de confesión dedicada a su hijo con el que no mantiene una relación muy fluida... Todo lo que no hablan en directo se lo contará en unos cuadernos, uno azul y otro negro, que está escribiendo.
   Se divide el libro en varias partes que casi se corresponden con los dos cuadernos


   Tiene la novela forma autobiográfica situada entre el diario y la carta. Es diario en tanto en cuanto el protagonista cuenta, recuerda su vida y expone sus ideas. Es carta, dado que la intención del narrador al empezar lo que él llama sus cuadernos, es contar a su hijo esas cosas de las que no consigue hablar en una conversación fluida, abierta ya que el joven recurre constantemente al  tópico y típico estribillo de “no me cuentes tu vida. Planea constantemente por la obra el problema generacional, un  abismo abierto entre padres e hijos, en cierto momento de sus vidas.
   Tenemos, pues, un personaje narrador, el protagonista. Hay  que agradecer al autor que haya tenido el buen criterio de crear un personaje, no presentarse él como narrador real, algo que hoy es harto frecuente.  Como en la Picaresca, en las novelas del detective loco de Eduardo Mendoza, en El capitán Alatriste (aquí el narrador no es el protagonista) y tantas otras novelas. Cede, no obstante, la voz el narrador a los otros personajes, bien incluyéndolos en un diálogo real, bien imaginando lo que dirían si….

   La acción discurre en varias   ciudades: Granada, Madrid, Rota, Alcalá, Bucarest.

   Ese problema generacional que sirve de base e hilo conductor del relato, no es otra cosa que el pretexto para hablar de un sinfín de temas: la migración, la política, el amor, la familia, las relaciones humanas en general, el arte y la Literatura; y, cosa curiosa, la comida.
   Tiene la comida una considerable presencia en la obra. Igual se nos da  la receta para hacer una tortilla de patata o los ingredientes para un buen gazpacho; que se habla de ciertos caprichos gastronómicos como los boquerones en vinagre con patatas fritas o los pimientos de cuerno de cabra y el vodka con naranja.
   Empieza la novela con referencias al amor, en diferentes aspectos. Parte de su infancia, tiempo en que los besos le interesaban sobremanera. El narrador, Juan, hace bastantes referencias a su infancia, la vida en Granada en los primeros años de su vida y  adolescencia. Varias veces a lo largo de la novela volverá a Granada o a citarla, recordarla.
  El tema del amor acaba fundiéndose con el de la emigración y con la vida de su hijo. Esto da lugar a ciertas interesantes y muy realistas  consideraciones sobre el tema.
   En cuanto al tema de los hijos, destaca su postura de padre que no encuentra el lugar adecuado en la vida de un hijo que se hace adulto, no piensa como él, entre otras cosas porque ya no vive su misma época. Un padre que quiere seguir siendo alguien pero no sabe cómo. Algo que reconoce es más fácil para las madres. Juan, como casi todos los padres, anda siempre despistado; le gustaría curiosear en el ordenador del hijo para hacerse una idea de por dónde va pero reconoce que no es conveniente, no se debe hacer.
 Por ejemplo discuten agriamente sobre el trabajo futuro. Sin embargo, Ramón, el hijo, le aclara a su madre, sin discutir, que las cosas ahora no son así, que eso de un trabajo seguro, ha pasado de moda. No obstante, el amor (y una mujer, claro) le hará cambiar  de idea, poner los pies en la tierra y acogerse a ese trabajo que supone la seguridad de unos ingresos fijos a primeros de mes.
  Eso de que de  repente un hijo se independice le parece un espectáculo   tan raro que es duro de asimilar aunque hay que intentar superarlo. Esta superación la identifica con un baile que uno tiene que aprender pero  en el que va a haber muchos pisotones.
  En cuanto a la política manifiesta ideas muy razonables; es capaz de ver lo positivo y lo negativo de las ideas y los partidos.
  Muy bien tratada la figura de la mujer; con rigor, con justicia y con amor.
  Algunos de los fragmentos más bonitos son los que dedica al tema de la poesía, y la Literatura en general. Explica que para escribir hay que ponerse en lugar de un personaje. En lugar “del otro”
   Es curiosa la confesión de que un poema lírico, por tanto íntimo, muy personal, acabe siendo algo público. Dice, además, que el hecho de que exista la poesía, de que sea algo posible es que el poeta vive en primera persona sentimientos que son universales. Podríamos decir que por eso nos emociona y la sentimos como nuestra muchas veces.
  Dedica otro pequeño espacio a hablar de la labor del poeta, del escritor en general, del trabajo de poetizar, de trabajar con las palabras. En realidad recuerda lo que ya otros poetas han dicho desde Fray Luis a Bécquer o Lorca. Habla de cómo el poeta puede pasar un día entero buscando la palabra precisa sea un adjetivo u otra, pero esa que necesita para nombrar de la mejor manera posible aquello de lo que habla; sin olvidar que va a ser leído y visto por otros ojos distintos de estos con los que él lo mira. Porque a final de cuentas, todo dependerá de los matices de cada palabra.
 Explica, luego, un recurso que utiliza y que pienso podría servir de consejo a muchos o todos los escritores: leer en voz alta lo que se ha escrito para oír la música que produce. Eso hace que se puedan corregir defectos de forma, eliminar lo que parezca demasiado grandilocuente, por ejemplo. Este consejo, válido para cualquier escritor, pienso que lo será más para el poeta.
  Desfilan por esta novela, además de los temas mencionados, personajes amigos del narrador, momentos históricos, citas literarias…..
  Como no se trata aquí de hacer un estudio exhaustivo de la obra, lo dejamos para que el posible lector disfrute buscando y encontrando todo aquello que el autor ha querido aportar y, tal vez, algo más.
(Julio 2016)

HOMBRES BUENOS
  La siguiente novela que me ha tenido ocupada algo menos de una semana a pesar de su 582 páginas (tal es el interés y el atractivo que despliega) pues cada minuto que tenía libre me zambullía en ella, es HOMBRES BUENOS de Arturo Pérez-Reverte. Poco me debe quedar por leer del autor.
  De esta extensa novela solo haré una especie de reseña aunque merece mucho más. Nos cuenta el viaje que dos académicos de la Lengua, hacen en el siglo XVIII a París para traerse a la Academia la Encyclopédie. Un viaje que el autor, como es frecuente en él, convierte en una auténtica aventura repleta de situaciones conflictivas: Complots, atracos, lances de honor, robos, falsas denuncias…pero un final feliz.
   Lo más original de esta novela es que el autor, que como narrador omnisciente cuenta la historia, introduce en el transcurso de ella otra historia: la del proceso creador. La inicia hablando del hecho que le suscitó la idea de la novela y, a trechos, interrumpe la historia principal para contarnos su pesquisas en busca de la verdadera personalidad de los personajes que son reales e históricos, para documentarse sobre lugares y así poder situar a los personajes, su historia y con ellos al lector en los lugares exactos en los que estuvieron o por donde pasaron. De paso nos da una auténtica lección teórico-`práctica de cómo se debe enfocar la redacción de una novela. Habla, por fin del trabajo posterior a la documentación y escritura, más o menos espontánea, el de escribir definitivamente la historia, leerla y releerla, corregir y volver a corregir, hasta estar convencido de que eso es lo que quería hacer y que está bien hecho.
No es una novela para contarla, es para leerla y releerla.
 (Agosto 2016)


BESOS EN EL PAN

  Aún me ha dado tiempo a leer BESOS EN EL PAN de  Almudena Grandes.
  Inevitablemente pensamos en nuestros grandes escritores realistas y costumbristas de siglo XIX al leer esta novela. La autora, como hicieran ellos, nos sumerge en el Madrid contemporáneo con su crisis, sus familias variopintas, sus problemas, sus calles, sus plazas. Hay una leve diferencia. Ahora además de mirar, observar, escudriñar el mundo circundante, la autora se inspira en los Medios de Comunicación (prensa, radio, televisión), en donde los lectores reconocemos a los personajes de su historia, o historias pues son varias las que conviven en  la obra.

   Una buena obra para que los profesores de Lengua y Literatura expliquen a sus alumnos la relación entre los Medios y la Literatura. Conviene recordar las funciones que los Medios pueden tener en el aula de cualquier asignatura.

   La obra se divide en tres partes. I .Antes; II: Ahora; III: Después. Estos tres momentos hacen alusión a los vividos por los personajes  durante la  crisis que hemos sufrido los españoles, junto a casi toda Europa, incluso E.E.U.U. desde finales de 2011.
   La acción se desarrolla en Madrid, excepto tres breves escapadas a la costa: Almería, Cádiz y Mar Menor.
 I .Antes.  A modo de introducción
  Nos encontramos en un barrio del centro de la capital con sus calles, sus plazas, su gente. No tiene monumentos pero, dice la autora que es bonito porque está vivo.
Se inicia la historia con la descripción del espacio. No son muchas las descripciones espaciales, las justas se diría, y escasas las de interiores. ¿Por qué? Porque lo que interesa es el mundo de los personajes, sus vidas, sus problemas.
   Los personajes, en general, son semejantes y diversos. Se trata de los vecinos del barrio donde conviven ricos con menos ricos y con pobres. Ancianos con los de  mediana edad y los  jóvenes y los niños. Ricos que pasarán con la crisis a serlo menos; intermedios que se verán sumidos en la pobreza o subsistiendo a base de “tirar para lante”; y pobres, que acabarán teniendo que abandonar sus casas y el barrio.

   El tiempo, en general es lineal, exceptuando algún recuerdo que los mayores suelen contar a sus nietos. También puede ocurrir que algún personaje haya de recordar a otro u otros su pasado.

   Estamos ante un narrador omnisciente, una especie de “diablo cojuelo” que nos va introduciendo en las casas, las mentes y los corazones de todos los vecinos del barrio.
II. Ahora
   Los personajes se pueden agrupar en familias.
   Por un lado está la familia Martínez Salgado, con la que se inicia la segunda parte. Está formada por José Martínez y su mujer Aurora. Son los padres de Pepe un hombre que todo se lo calla y somatiza los problemas. Suegros de Diana Salgado que es médico  El matrimonio tiene tres hijos: Jose, que acaba de terminar la carrera; Mariana de 17 años que hará lo que le dé la gana; y Pablo, el pequeño que está a punto de meterlos en un buen lío. Diana es la típica mujer que puede con todo.
   La madre de Diana, Adela, un personaje curioso y simpático, una casi anciana avanzada para su tiempo y capaz de resolver los problemas de sus nietos mejor que la madre. Muy bonita la relación con su nieto Jose. Completan la familia Sofía, maestra de primaria, ángel bueno de los niños que no tiene bocadillo o se quedan en el verano sin comedor escolar. Separada con un hijo.
   Todos vivían relativamente bien al empezar la crisis. Incluso habían adquirido una casa en la playa en la que veranean todos juntos. Menos Sofía .Uno de los momentos más simpáticos de la obra es el que nos presenta a cada miembro de la familia, cuando después del verano van llegando a sus respectivos hogares.
   También a los Martínez Salgado les llegará la crisis, aunque solo les supone apretarse un poco el cinturón pero tendrán la ayuda de los abuelos para solventar momentos como la comida de Navidad.

   Otra de las familias cuyas vidas circulan por la obra es la familia Ferreiro. Marisa, buenísima periodista, de Tele Madrid, que a pesar de ello es despedida. Está casada con Roberto también periodista, pero de un diario, al que por supuesto bajan el sueldo. Tiene dos hijos: Carlos y Laura. Su hermano Pedro que fue novio de Sofía Salgado y del que no se puede “hacer carrera”, y Miguel, agente de policía que se liará durante un tiempo con la inspectora Raquel F. “el cuerpo”. Y su madre, Martina que montará el árbol de Navidad en septiembre para alegrar un poco su vida de viuda solitaria de 82 años que se pasa el día viendo y oyendo desgracias en la radio y la televisión. Su nieto irá a comer con ella todos los días.
  
   Otra familia con una historia de novela es la de Pascual el del bar. Está casado con Mari y tiene 2 hijos Jaime y Lucía y 4 hermanos: Ana, Alfredo (abogado), Charo y Maribel.
   Como ocurre en muchas familias los hermanos tienen situación económica y social muy distinta. Pascual con su bar consigue sobrevivir a la crisis. Maribel se casó con un niño rico, “muy estirado” al que Pascual soporta por cariño a su hermana. Este buen señor acaba imputado por mil cargos y tiene que tragarse el orgullo y pedir a su cuñado que le dé trabajo en el bar  su  hijo Cristóbal pues él acaba en la cárcel. Tiene también una hija, Andrea, muy amiga de Lucía. Las dos primas se quieren y comprenden perfectamente.
   Charo, al quedarse viuda y sin trabajo toma la decisión de irse a la que fue la casa paterna, sus hermanos se la ceden y apoyada por sus hijos saldrá adelante. Su hijo, Enrique, ingeniero agrónomo, sacará adelante la finca y con trabajo y ahínco solventarán la crisis.

   Otros personajes a los que debemos prestar atención: Begoña y Fernando, Venancio y su Hijo Sebastián; y  el padre de Roberto.

   Amalia la peluquera. Personaje muy típico así como el ambiente de su peluquería. Por ella pasan todos los personajes femeninos de la obra. Como pascual, consigue salir adelante sin cerrar, ganando menos pero  sin despedir empleadas.

    De toda esta amalgama de personajes se sirve la atora para, a través de sus actitudes, pasar revista a los años más duros de la crisis. Despidos, cierre de hospitales, desahucios, manifestaciones, corrupción, falso orgullo tan característico del pobre español y que tanto hemos visto en nuestra literatura; el problema de los inmigrantes agudizado precisamente por su situación.
   No se deja casi nada en el tintero. (Yo sí, para que el lector disfrute encontrándolo). La problemática de los jóvenes con estudios superiores que deciden emigra a cualquier país europeo. En el personaje de Laura vemos una crítica a esta actitud. En este sentido es muy importante el relato de su abuelo que fue emigrante y sabe lo que es y, por tanto, se niega a que su nieta viva esa experiencia.
   También vemos una crítica a esa manía de hacer unas comidas navideñas pantagruélicas y excesivamente caras.  Es curioso cuando nos describe las reflexiones de Diana sobre cómo resolver esa comida gastando poco. Decide hacer un caldo y unos entremeses sin marisco en todo caso gambones o langostinos congelados (no olvidemos el rechazo de unos y otros a lo congelado); sustituir el cordero por solomillo de cerdo o unas pechugas Villaroy. Desechado el besugo., por supuesto. ¿Podría deducirse que la autora está de acuerdo con que hemos derrochado? Lo peor es que siempre habrá quien siga haciéndolo.

   Otro problema: el de los establecimientos chinos. La vida de sus empleados.

   En la pareja Bego y Fernando nos sumerge en la idea de que todo se puede resolver con trabajo, buenas ideas y mucho valor. Una vez más se apunta la idea del ahorro. No gastar más de lo que se tiene, incluso no todo lo que se tiene por si en algún momento vienen mal dadas.

   No podía obviar la transexualidad. Un tema que trata con respeto, sensibilidad y casi ternura.

III. Después.
   Constituye una especie de desenlace  colectivo. Un final abierto, casi con moraleja; aunque no sé si el término es adecuado para esta obra. A fin de cuentas  todos han sobrevivido gracias al esfuerzo y al sentido común, a la generosidad y la solidaridad.

   Solo cabría poner un pero a este final. La familia de Ahmed no consigue resolver su situación por mucho que Marita lo intenta. Entonces, este que es el hijo mayor decide prepararse para viajar a Siria. No lo creo justificable.

   En conclusión una obra para la inmensa mayoría, que se lee con agrado, a pesar de la temática. Podría la autora haberle dado un toque tremendista y/o político; no lo ha hecho. Es de agradecer. Creo que de esta forma conciencia más al lector, algo que quizá fuera, aunque solo sea en parte, su intención. 
 (Septiembre 2016)
 A la espera de comentarios.


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